El ingeniero agrónomo Xavier Monfort, responsable desde 2011 de la línea de fitonutrientes de Ascenza (antigua Sapec Agro), está convencido de que los bioestimulantes son el futuro de la agricultura. Esa es la apuesta de la veterana empresa, que acaba de lanzar al mercado Missylk, fabricado en la planta de Sanchidrián (Ávila), cuyos primeros resultados “están siendo una verdadera alegría, para nosotros y para los clientes”.
Acabáis de lanzar Missylk, un nuevo bioestimulante cuyo desarrollo se basa en una tecnología propia, HBE. ¿En qué consiste esta tecnología y que aporta a vuestros formulados?
Missylk es un compendio de tecnologías. Incorpora tecnología exclusiva de fabricación de Ascenza de síntesis de agente quelante. Además, aúna tecnología de quelatación, extracción de ácidos húmicos y capacidad de secado de formulación en formato de microgranulo de alta solubilidad.
¿En qué se distingue de otros bioestimulantes presentes en el mercado?
Básicamente, en la formulación. Es un producto con una riqueza de formulación muy elevada. Tiene varias familias de microelementos y macroelementos a un nivel de concentración y riqueza muy estudiadas que ningún producto del mercado tiene capacidad de llegar.
¿Para qué cultivos es más recomendable?
Missylk se puede aplicar en todo tipo de plantas. En todo aquel cultivo que necesite de una bioestimulación potente tiene cabida el uso de Missylk. Al final, todos los cultivos necesitan, en cierto momento, el uso de un bioestimulante que haga trabajar a la planta de forma más eficiente.
¿Cómo funciona el proceso de innovación de los productos de Ascenza, desde el desarrollo de los mismos hasta su salida al mercado?
Pasa por una serie de ensayos, tanto a nivel interno y a pequeña escala como a nivel demostrativo con distribuidores y ensayos con centros de investigación y universidades. Tenemos un equipo técnico dedicado exclusivamente al desarrollo de este tipo de formulaciones en campo, a recoger datos sobre cómo funcionan los productos en los diferentes países, en las diferentes condiciones climatológicas y cultivos. Además, recibimos información de empresas privadas, organismos oficiales, universidades y ensayos con agricultores.