La mosca blanca (Bemisia tabaci) es una plaga importante de los cultivos de tomate. Los actuales planteamientos de gestión integrada de plagas (GIP) hacen necesaria la adopción de técnicas poco agresivas para la reducción de las poblaciones de fitófagos. Entre estas técnicas se encuentra el uso de plantas barrera/trampa que interfieren con la dinámica poblacional de las plagas en el cultivo principal. El objetivo de este trabajo fue determinar la función de la calabaza de peregrino, Lagenaria siceraria, como planta barrera-trampa para la mosca blanca en invernaderos de tomate. La presencia de esta calabaza en el lateral de los invernaderos redujo significativamente la abundancia de moscas blancas en el cultivo. Esta práctica, viable y respetuosa con el medio ambiente, puede contribuir al control de las moscas blancas en los invernaderos de hortícolas.
El tomate (Solanum lycopersicum L.) es uno de los principales cultivos hortícolas en España (MAPAMA, 2017). La mosca blanca Bemisia tabaci (Gennadius) representa uno de los mayores problemas para este cultivo (Lopes y col., 2009). Este fitófago provoca daños directos al alimentarse, pero el principal problema se debe a los daños indirectos, ya que es transmisor de virus como el rizado amarillo del tomate (Tomato yellow leaf curl virus, TYLCV) (Juárez y col., 2013). En zonas cálidas, como el arco mediterráneo, B. tabaci es capaz de multiplicarse casi todo el año. Además, la ocurrencia solapada de cultivos al aire y en invernadero hace que esta mosca blanca se multiplique de manera continua y alcance poblaciones altas (Albajes y Alomar, 1999). Por ello, es importante proteger los cultivos frente a las inmigraciones de este fitófago. Este aspecto es particularmente importante cuando se aplica el control biológico, pues la acción de los enemigos naturales suele ser más eficaz cuando la densidad inicial de plaga es baja (Albajes y Alomar, 1999). Actualmente, el control de plagas en tomate se realiza mediante Gestión Integrada (GIP), siendo necesaria la combinación de prácticas complementarias. Entre estas prácticas se encuentra el empleo de barreras vegetales que interfieren la inmigración de fitófagos a los cultivos. Además, las plantas barrera pueden funcionar como plantas trampa cuando son más atractivas para los insectos fitófagos que el cultivo principal y ocasionan mortandad en sus poblaciones (Vandermeer 1989). Varias especies de calabaza (p. ej., Lagenaria siceraria (Molina) Stanley, Cucurbita pepo L.) se consideran buenas plantas trampas porque ofrecen cierta resistencia a la oviposición de mosca blanca, habiéndose demostrado que su presencia en el entorno reduce la incidencia de virus en cultivos de tomate (Schuster, 2003, 2004; Kishaba y col., 1992). El objetivo de este trabajo fue determinar el efecto de la calabaza de peregrino L. siceraria como planta barrera-trampa para mosca blanca en cultivos de tomate en invernadero.
El trabajo se llevó a cabo en un invernadero localizado en la finca experimental del IMIDA en Torreblanca, Torrepacheco, Murcia. El invernadero se dividió transversalmente en seis sectores de 22 m2 mediante mallas de 10x14 hilos/cm; en el frontal de los sectores se utilizaron mallas de 6x6 hilos/cm. A mediados de febrero se trasplantaron treinta plantas de tomate de la variedad Boludo en cada sector. Delante de la malla frontal de tres sectores elegidos al azar se dispusieron siete plantas de calabaza de peregrino a modo de barrera vegetal. En los otros tres sectores no se puso calabaza. Todas las plantas de tomate y calabaza fueron entutoradas verticalmente con cordeles de rafia. Se realizaron dos aplicaciones de azufre en polvo para el control de Vasates (Aculops lycopersici) en el tomate y para el control de oídio y mildiu en la calabaza. Se llevaron a cabo siete sueltas semanales de mil adultos de B. tabaci por sector entre mayo y julio. Para simular inmigraciones al cultivo, los adultos de mosca blanca se colocaron sobre una placa de Petri a 1 m de distancia de la parte frontal de cada sector y se dispersaron hacia el cultivo mediante un pequeño ventilador. El seguimiento de la dinámica poblacional de la mosca blanca se realizó mediante el conteo de adultos en una hoja basal, media y apical de quince plantas de tomate seleccionadas al azar y en cuarenta hojas de calabaza de cada sector. Además, para el conteo de ninfas de mosca blanca en tomate, se tomó una hoja de la parte media de cada planta para su procesado bajo una lupa binocular en el laboratorio. Los muestreos se llevaron a cabo con cadencia semanal.