Las autoridades italianas han notificado el hallazgo de un nuevo brote de Xylella fastidiosa en la Toscana, que afecta a almendros y varias especies ornamentales. La cepa encontrada pertenece a la subespecie multiplex, diferente a la del brote epidémico del sur del país que afecta a millones de olivos.
Durante los trabajos de monitoreo, el Servicio Regional de Sanidad Vegetal de la Toscana ha encontrado por primera vez un brote de Xylella fastidiosa en el municipio de Monte Argentario. Se detectaron positivos en 41 árboles y arbustos de entre un millar de plantas muestreadas en el área afectada, una pequeña península del mar Tirreno unida al continente por tres lenguas de tierra que forman dos lagunas. Entre las plantas infectadas, hay tres almendros, once Polygala mirtifolia, dos calicotome y ejemplares de romero, lavanda, cistus y eleagnus.
Se trata del primer brote fuera de Apulia, y la primera vez que se encuentra en Italia la subespecie multiplex, presente en Francia y España. Las autoridades italianas han anunciado que procederán inmediatamente a la aplicación de las medidas de erradicación previstas por la legislación nacional y europea, que incluyen la delimitación de la zona demarcada (el área infectada y una zona tampón de 5 km), la eliminación del material vegetal infectado y las plantas huésped de la bacteria en la zona infectada, el monitoreo intensivo para excluir la presencia de más árboles infectados, el bloqueo de movimiento de plantas sensibles fuera del área definida y los tratamientos fitosanitarios contra insectos vectores.
Unaprol, la asociación que aglutina a los productores olivareros italianos, ha pedido revisar “seriamente” el sistema de control de entrada de material vegetal procedente de otros países. “En la actualidad, no hay controles para los Estados miembros de la UE, mientras que para los que están fuera de la Unión Europea hay hasta 37 puntos de entrada en Italia, una cantidad mayor que en otros países. Por esta razón, en noviembre escribí una carta y solicité una reunión urgente en la Agencia de Aduanas y Monopolios para aumentar los controles y reducir los puntos de entrada de plantas de otros países. En una fase tan difícil para el sector olivarero, es esencial que todas las instituciones trabajen sinérgicamente para implementar sistemas de protección preventiva”, ha manifestado David Granieri, presidente de la asociación, que acusa a la Unión Europea de fomentar “una política demasiado permisiva en las fronteras que causa un daño grave al campo italiano”.