Las medidas para evitar la introducción y diseminación de Xylella fastidiosa en la Unión Europea (UE) están principalmente orientadas al control del material vegetal y a evitar su diseminación a partir de focos mediante el control de los insectos vectores. Sin embargo, se requiere disponer de medidas de control (tanto preventivas como terapéuticas) que se pueden aplicar a los árboles/plantas enfermos, una vez la enfermedad se ha establecido en una zona, que permitan la sostenibilidad del cultivo.
Xylella fastidiosa presenta un ciclo biológico relativamente sencillo, común en muchos patógenos transmitidos por insectos vectores, pero muy complicado por ser uno de los patógenos con mayor rango de huésped (más de 350 especies vegetales), lo que hace que se afronte con cierto pesimismo su total contención y erradicación a pesar de los grandes esfuerzos que se realizan.
Por lo tanto, las medidas de convivencia deberán encaminarse en un futuro además de a la continuación de las actividades de erradicación y control de los vectores, a la protección genética de los cultivos mediante variedades resistentes, al saneamiento del material de propagación, y a la aplicación de tratamientos fitosanitarios efectivos en las plantas enfermas. Aunque se dispone de información sobre sensibilidad varietal en cultivos de clima mediterráneo estratégicos, como la vid, cítricos, olivo y especies de Prunus, en muchos casos éstos son incompletos o se trata de variedades de menor importancia en Europa, y por lo tanto se requiere un gran esfuerzo de investigación para disponer de variedades resistentes. El saneamiento del material vegetal de propagación es otro aspecto clave, y en concreto la termoterapia, que ha sido utilizada con éxito para reducir o eliminar fitoplasmas y hongos de la madera en vid, y en otros cultivos leñosos, tiene eficacia en la reducción de los niveles de X. fastidiosa y juega un papel importante como complemento de las otras medidas. Los tratamientos fitosanitarios y nutricionales de los árboles afectados coinciden en todos los ensayos realizados hasta el momento en que se revigorizan los árboles y en algunos casos los síntomas de la enfermedad son menos graves, pero se continúa detectando X. fastidiosa, de modo que tarde o temprano la enfermedad reaparece al cesar los tratamientos. El problema reside en que es difícil para los productos acceder al xilema mediante los tratamientos foliares o drencher convencionales, ya que el patógeno se desarrolla en los vasos leñosos. En este sentido la endoterapia presenta buenas expectativas pero todavía requiere de avances tanto tecnológicos como de un mayor conocimiento científico en cuanto a la fitotoxicidad o residuos en los productos de la cosecha.
Los importantes esfuerzos de investigación que se realizan actualmente se espera que repercutan a medio-largo plazo en una mayor eficacia del manejo de esta enfermedad que puede comprometer en un futuro la viabilidad de cultivos de clima mediterráneo como la vid, olivo, cítricos y almendro.