El 33,15% del total de las plantaciones de pinos del País Vasco, una superficie de 40.914 hectáreas, está afectado por los hongos causantes de la banda marrón y la banda roja, según datos difundidos por el Gobierno autonómico. El avance de estas enfermedades afecta principalmente al pino insigne (Pinus radiata), aunque también se ha detectado en otras especies.
La banda roja y banda marrón emergen como una de las amenazas importantes para especies de pino exóticas y nativas en Europa, causando daños sustanciales en plantaciones. Tres son los hongos responsables de ambas enfermedades: Lecanosticta acicola (banda marrón), Dothistroma pini y Dothistroma septosporum (banda roja). Causan desecación y defoliación en la parte inferior y media de los árboles. Se considera que puede afectar a la producción cuando las defoliaciones alcanzan porcentajes superiores al 25% de las acículas y se detiene el crecimiento del árbol cuando las defoliaciones superan el 75%. Los picos de severidad se alcanzan en la primavera tardía y el verano. “Los organismos dependientes de factores climáticos están tomando protagonismo en este contexto de cambio climático. Lamentablemente, las enfermedades forestales causadas por hongos están siendo favorecidas por estos cambios. Se plantean nuevos retos en la gestión forestal”, reconoce Eugenia Iturritxa, investigadora de Neiker especializada en ecosistemas forestales, que lleva años estudiando este fenómeno en el País Vasco.
En Neiker (centro de investigación agrícola y forestal adscrito al Gobierno Vasco), las investigaciones se dirigen hacia el estudio de las poblaciones de estos hongos, su epidemiología y las posibilidades de prevención y control, evaluando especies forestales alternativas bajo una gestión sostenible, sustancias de origen natural y agentes de biocontrol con propiedades antifúngicas, estimulantes y nutricionales que puedan resultar un complemento a las medidas silvícolas aplicadas. “Desde los años sesenta se ha producido un dramático crecimiento de los niveles de daño, llegando a causar la muerte de los árboles en algunas parcelas”, explica Iturritxa.