Las reservas hídricas mundiales cada vez están más mermadas debido al cambio climático, el aumento de la población, la contaminación de acuíferos y a otros factores. Por ello el agua es un recurso cada vez más preciado y valorado. Cada año se constata una grave problemática en el aporte de agua para el correcto crecimiento de los cultivos.
Esto a su vez provoca un incremento de la salinidad de los suelos, volviéndolos poco propicios para el cultivo de determinados vegetales. Por este motivo, cada vez hay más científicos que ponen el foco de sus investigaciones en mejorar el uso eficiente del agua y aportar a los vegetales las herramientas necesarias para su mejor aprovechamiento.
En el apogeo de su crecimiento se encuentran los bioestimulantes, que contribuyen a que las plantas sean capaces de generar los recursos necesarios para afrontar diferentes tipos de estrés abióticos. En muchos casos se logran productos con una muy buena respuesta a las diferentes necesidades adversas, provocadas en buena parte por el cambio climático, debido a novedosos promotores, microrganismos u otras materias de índole biotecnológica que se van descubriendo gracias a los últimos avances en microbiología y bioquímica. Por otro lado, existen elementos de origen natural que siempre han estado presentes en la agricultura y que, por diferentes motivos, se ha ido abandonando su utilización, pero que contribuyen de una forma notable a una buena regulación del metabolismo y procesos celulares de las plantas. Uno de estos elementos es el azufre.