En líneas generales, se puede considerar que la campaña 2017 en Navarra ha sido una campaña normal, sin incidencias destacables respecto a las plagas y enfermedades habituales en los cultivos, incluso más tranquilo en el caso de los cereales de invierno que no han sufrido ataques de roya amarilla como en los últimos años.
En el caso de arroz, poca incidencia del barrenador del arroz que, si bien se ha detectado un pico de vuelo superior a la media, muy agrupado en el mes de agosto, no ha causado daños en los cultivos. En el caso de enfermedades, la incidencia de piriculariosis (Pyricularia oryzae) es moderada, similar a las últimas campañas. No se ha detectado la presencia de caracol manzana (Pomacea insularum), se mantiene la alerta y vigilancia para prevenir la introducción.
La campaña Cultivos extensivos de secano ha sido irregular, con lluvias otoñales que favorecieron la implantación de los cultivos pero con una primavera seca, sobre todo en el mes de abril, que repercutió negativamente en las expectativas de cosecha. Las temperaturas cálidas de otoño han favorecido el desarrollo de plagas.
Escasa incidencia de enfermedades en frutales de pepita, como moteado del manzano (Venturia inaequalis), oídio (Podosphaera leucotricha), bacteriosis (Pseudomonas syringae) o septoriosis (Septoria piricola), bien controladas por los tratamientos, en pera conferencia principalmente pero también en manzano. En frutales de hueso como ciruelo, melocotonero, nectarino, etc., las capturas en las trampas se encuentran dentro de la media, aunque en mayor número al final de campaña. En general, se ha producido un adelanto de las generaciones, alargándose además el vuelo de la última generación.