A continuación, se analizan por cultivos los problemas fitosanitarios más importantes acaecidos en Castilla-La Mancha en 2017. De éstos, se ha tenido conocimiento a través de los seguimientos y prospecciones efectuados por el equipo de la Estación Regional de Avisos Agrícolas, técnicos de Sanidad Vegetal de las Direcciones Provinciales de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, así como por la información de agricultores y técnicos de las Agrupaciones de Sanidad Vegetal y Oficinas Comarcales Agrarias. Desde el punto de vista fitosanitario, no se han detectado incidencias relevantes.
Climatológicamente, el año se ha caracterizado por altas temperaturas y bajas precipitaciones. Las elevadas temperaturas, en ocasiones, han estado acompañadas de vientos muy cálidos. La existencia de tormentas con granizo en algunas comarcas, principalmente en Albacete y Cuenca, a finales de mayo y principios de junio, así como las heladas acaecidas en marzo, han influido negativamente en las producciones.
En olivo, no se produjeron incidencias graves en lo que respecta a plagas y enfermedades, lo que ha dado lugar a un buen estado sanitario de la aceituna. Las condiciones climáticas han sido lo más destacable. Las altas temperaturas y escasas precipitaciones registradas durante la primavera dificultaron el cuajado. Debido al estrés hídrico al que ha estado sometido el cultivo, se observaron frutos arrugados en septiembre.
Las heladas que se produjeron en la segunda quincena de marzo han mermado las producciones de almendro, sobre todo en variedades tempranas. Aunque gran parte de la región se ha visto afectada, principalmente la incidencia ha sido mayor en la zona de La Manchuela.