Balance de las incidencias fitosanitarias más destacadas en los cultivos de Andalucía durante 2017.
Un año más, las escasas lluvias, unidas a las altas temperaturas registradas en verano, han repercutido negativamente tanto en el desarrollo vegetativo como en la incidencia de determinadas plagas del olivo. Durante los meses estivales, se redujo la actividad biológica de los agentes que afectan al cultivo, destacando la baja presencia de plagas como la mosca del olivo (Bactrocera oleae).
En algodón, campaña caracterizada por un desarrollo vegetativo marcado por las lluvias registradas en el mes de mayo, que ralentizaron ligeramente su fenología en la mayoría de las provincias, y por las altas temperaturas de los meses estivales, que favorecieron el adelanto fenológico y con ello el comienzo de la recolección.
El arroz ha tenido, en general, una nascencia adecuada. Las temperaturas en primavera han sido algo suaves, adecuadas para el desarrollo del cultivo, pero en junio suben considerablemente, manteniéndose elevadas hasta agosto, por encima de la media histórica de los últimos años.
Las elevadas temperaturas en el interior de los invernaderos favorecieron el desarrollo de algunas plagas, sobre todo araña roja, trips y mosca blanca.