El Parlamento Europeo rechazó el 24 de octubre la propuesta de la Comisión Europea de renovar la licencia de glosofato diez años más. Los eurodiputados reclaman medidas para la eliminación gradual de este controvertido herbicida, empezando por una prohibición completa de su uso doméstico y por vetar su utilización en agricultura cuando otras alternativas ecológicas, como los sistemas integrados de gestión de plagas, sean suficientes para el control necesario de las malas hierbas. Al día siguiente, la Comisión Europea pospuso la votación sobre la renovación del permiso del glifosato en la Unión Europea, que expira el próximo 15 de diciembre, por un periodo de cinco a siete años.
El Parlamento Europeo rechazó el 24 de octubre la propuesta de la Comisión Europea de renovar la licencia de glosofato diez años más. Los eurodiputados reclaman medidas para la eliminación gradual de este controvertido herbicida, empezando por una prohibición completa de su uso doméstico y por vetar su utilización en agricultura cuando otras alternativas ecológicas, como los sistemas integrados de gestión de plagas, sean suficientes para el control necesario de las malas hierbas. Al día siguiente, la Comisión Europea pospuso la votación sobre la renovación del permiso del glifosato en la Unión Europea, que expira el próximo 15 de diciembre, por un periodo de cinco a siete años.
La resolución no vinculante se aprobó con 355 votos a favor, 204 en contra y 111 abstenciones. El procedimiento de evaluación de riesgos de la UE antes de la renovación de la licencia del glifosato ha generado controversia, ya que tanto la oficina de la ONU para la investigación sobre el cáncer (IARC) como las agencias europeas de seguridad alimentaria y químicos llegaron a distintas conclusiones en cuanto a su seguridad. Además, la publicación de los ‘papeles de Monsanto’, documentos internos de la empresa dueña y productora de Roundup®, un herbicida cuya sustancia activa principal es el glifosato, pusieron en duda la credibilidad de algunos estudios utilizados por la UE en la evaluación de la seguridad de la sustancia, según los eurodiputados, que también apuntan que el mecanismo comunitario de autorización, incluida la evaluación científica de sustancias, debería basarse únicamente en estudios publicados, evaluados por expertos e independientes, encargados por las autoridades responsables. Piden asimismo incrementar los recursos de las agencias europeas competentes (EFSA y ECHA).