El incremento de las enfermedades fúngicas de la madera de la vid (EMV) podría estar directamente relacionado con la creciente sobreexplotación de las cepas para aumentar su productividad. Esta hipótesis de trabajo fue una de las ideas más repetidas entre las 36 ponencias magistrales, nacionales e internacionales, que dieron forma al Encuentro PHYTOMA la Vid y el Vino II ?Nuevas herramientas para la Protección Integrada del Viñedo?, el pasado 29 y 30 de marzo en Riojaforum (Logroño). Una reunión de alto contenido técnico-científico en la que más de 350 expertos, investigadores y profesionales tuvieron la oportunidad de conocer las últimas novedades para el control de plagas, enfermedades y malas hierbas de la vid; así como de ponerse al día con las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías para mejorar la seguridad y el rendimiento de los viñedos.
La posibilidad de las EMV como efecto secundario de la sobreexplotación de las cepas fue apuntada ya desde la ponencia inaugural por José del Moral de la Vega, Jefe de Fitopatología del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICITEX), quien recordó que en pocos años agriculturas como la extremeña han pasado de rendimientos de 5.000 kilogramos por hectárea a más de 18.000. "Pensamos que esos más de cien hongos asociados a los síntomas de las EMV están ahí ?explicó del Moral- pero solo se exaltan en su poder patogénico cuando se debilita la planta". Las enfermedades fúngicas de la madera de la vid (EMV) son una de las principales preocupaciones del sector vitivinícola a nivel mundial. Su presencia, anteriormente circunscrita a cepas antiguas, se manifiesta ahora en plantas cada vez más jóvenes, causando pérdidas económicas de más de un billón de euros al año en todo el mundo.