Los ácaros son una plaga de gran importancia en el cultivo de la vid, afectándolo con mayor o menor intensidad en función de diferentes factores, entre los que podemos destacar el manejo del cultivo y sobre todo, las condiciones climatológicas. El aumento de la temperatura y el alargamiento de los periodos cálidos favorecen el aumento de ciclos de la plaga y también su capacidad reproductiva. Algo parecido sucede con el mosquito verde, una plaga que ha pasado de presentarse de forma anecdótica algunos años, a estar presente todas las campañas y con una intensidad creciente, llegando a causar daños de importancia, que precisan actuaciones específicas contra ella. Para ambas plagas se aprecia en los últimos años un fuerte incremento en la presencia en los daños que causan al cultivo, por lo que exigen un mayor y mejor conocimiento, para poder hacer frente a sus ataques, con eficacia.
Araña amarilla común (Tetranychus urticae Koch.) y araña amarilla (Eotetranychus carpini Oud.)
Varios ácaros atacan a la vid, constituyendo un problema fitopatológico importante que mantiene una evolución creciente en los últimos años, basada entre otras razones, en unas condiciones climatológicas que favorecen su proliferación. En ocasiones, el manejo del cultivo también tiene su responsabilidad en la trascendencia del problema, sin que el agricultor sea consciente de ello en la mayoría de los casos.