Sin alarmismos pero con claridad y contundencia. La rotundidad con la que puede expresarse la máxima autoridad en España en Xylella fastidiosa en cultivos leñosos. Así fue la advertencia que Blanca Landa realizó el pasado 1 de diciembre, en la ?I Master Class Olivo Tradecorp?; una prevención sobre los riesgos de la bacteria para el olivar español en caso de contagio tras constatar sus demoledores efectos en el sur de Italia desde su detección en 2013. Landa fue una de las ponentes de la primera edición de esta jornada, que reunió a algunos de los máximos expertos en Sanidad Vegetal, riego y mejora vegetal del olivar en las instalaciones del Instituto de Formacion Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA), en Alameda del Obispo (Córdoba). Junto con Landa, participaron Javier López (Universidad de Córdoba-UCO), Manuel Ruíz (Junta de Andalucía), Javier Hidalgo (IFAPA), Luís Rallo (UCO) y Diego Barranco (UCO). El encuentro es fruto de la colaboración de Tradecorp y el IAS-CSIC (Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Superior de Investigaciones Científicas) para la investigación de las enfermedades causadas por Xylella fastidiosa en el cultivo del olivar.
Tras realizar un repaso histórico del conocimiento actual sobre la bacteria y sus efectos, Blanca Landa (IAS-CSIC) quiso poner en contexto las últimas detecciones de Xylella fastidiosa en Europa. Así, recordó que mientras la subespecie identificada en Mallorca en octubre (sub. fastidiosa) no presenta riesgo directo para el olivar -pues afecta principalmente a vid, cerezo y almendro- por el contrario sí resulta preocupante la detectada en Italia (sub. pauca). La investigadora criticó la pasividad inicial de las autoridades italianas y las medidas de contingencia aplicadas en el país, donde hay miles de hectáreas afectadas por el Síndrome de Decaimiento Rápido del Olivo pero se han arrancado poco más de 300 árboles y persiste el riesgo que la bacteria supere la franja de contención. Además, destacó que el genotipo de la especie de Italia hace suponer que ha sido introducida desde una planta de origen americano y alertó de la posibilidad de que el intercambio de especies vegetales sin control en frontera, como en el caso de particulares y viajes turísticos, pueda estar detrás de la introducción de la bacteria en Europa. El pasado mes de septiembre, España ya confiscó en el aeropuerto de Barajas una planta ornamental proveniente de México que dio positivo por X. fastidiosa. Landa advirtió de ciertas particularidades de la bacteria fastidiosa que complican su control: los olivos afectados presentan síntomas inespecíficos; el ciclo de patogénesis es muy corto, pues los vectores pueden contaminar el xilema de la planta una hora después de haber sido infectados; y el registro de plantas huésped potenciales no para de crecer; plantas de las que no se tenía conocimiento, que a menudo no presentan síntomas, pero pueden favorecen la extensión de la bacteria a través de los vectores. Asimismo, apuntó la dificultad de trabajar con este patógeno -de ahí el nombre de fastidiosa-, dado que las plantas inoculadas in vitro con el mismo tardan más de un año en desarrollar los síntomas, como también por el hecho que la bacteria es proclive a mecanismos de recombinación genética que complican su diagnóstico.