La resistencia de una mala hierba a una determinada materia activa, es la capacidad heredable por el cual ésta  deja de ser controlada por esta materia activa. Conocer de forma precisa los mecanismos que confieren a una mala hierba resistencia a un herbicida -o a un grupo de herbicidas- nos permitirá mejorar de forma sustancial el control químico, y poder integrarlo junto con métodos de control mecánico y culturales, constituyendo la esencia del manejo integrado de malas hierbas. Sabemos que la rotación de herbicidas con diferentes mecanismos de acción es fundamental para la sostenibilidad y eficiencia de esta herramienta de control, ahora bien, el problema se complica cuando resultado de una mala gestión de los herbicidas se seleccionan malas hierbas con múltiples mecanismos de resistencia -la planta tiene diferentes estrategias para "neutralizar" diferentes herbicidas- o con resistencia múltiple -la planta tiene un único mecanismo de resistencia que le permite "neutralizar" a la vez a diferentes herbicidas-.

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