En 2015 han sido muchos los foros especializados donde se ha abordado la conveniencia de introducir la automatización y robótica en el campo de la protección de cultivos (e.g. FIMART y ECPA). Expertos en estos foros ven en la agricultura el siguiente paso de la automatización industrial. Sin embargo, a pesar del esfuerzo realizado para penetrar en el mercado de la agricultura y de las muchas ventajas potenciales que presenta la robótica, y particularmente la móvil, seguimos sin ver robots integrados de modo real en las tareas agrícolas.
A pesar de todo ello el empresario agrícola, popularmente "el agricultor", tiene por delante el importante reto de conseguir una explotación rentable y eficiente, según lo que se viene denominando Agricultura de Precisión (AP) o Agricultura Inteligente (AI). El sector agroforestal puede ser uno de los más beneficiados, el progreso a través de la investigación y tecnificación, pondrá en sus manos en los próximos años a nivel comercial robots y nuevos aperos inteligentes. Estos nuevos equipos tendrán la tarea de optimizar algunos de los procesos más críticos en la obtención de resultados, facilitar las tareas más tediosas y también reducir la mano de obra del mismo y de los procesos industriales asociados al sector. El tratamiento localizado o individualizado de cada zona de una parcela o de cada planta, es el futuro que le espera a la agricultura para su competitividad a nivel global (Slaughter & Pérez-Ruiz, 2014).