Nuestra agricultura se enfrenta en pleno siglo XXI, al reto de "producir más, con menos recursos, al reto de la seguridad alimentaria y la búsqueda de un futuro sostenible: conservar y crecer; aumentar la producción agrícola al mismo tiempo que preservamos el medio ambiente?Esta es la historia que llevamos repitiendo ya casi una década.
La Directiva 91/414/CEE ya se revisó por las autoridades competentes de la UE con la participación de todos los Estados Miembros, para poder alcanzar entre otros, los objetivos de refuerzo del nivel de protección de la salud humana y medio ambiente y armonizar la disponibilidad de los productos fitosanitarios entre los agricultores europeos, dando lugar al reglamento 1107/2009/CEE, donde se impone para la armonización un trabajo de evaluación zonal, y se habla de restringir el uso de aquellos productos que representan más riesgo, tanto para la salud humana como para el medio ambiente, y de reducir la dependencia que la agricultura de la UE tiene en los productos químicos empleados para la protección de cultivos.