La necrosis foliar del caqui causada por Mycosphaerella nawae Hiura & Ikata se identificó por primera vez en parcelas de caqui en la comarca de La Ribera Alta en la provincia de Valencia en 2008 (BERBEGAL et al., 2010). Posteriormente, la enfermedad se ha ido extendiendo a las comarcas productoras colindantes produciendo importantes pérdidas de cosecha. En este trabajo se aborda un estudio preliminar sobre diferentes aspectos del control de esta nueva enfermedad que amenaza la producción del caqui.
INTRODUCCIÓN
El caqui (Diospyros kaki L. f.) es un cultivo en expansión en España. En los últimos 5 años su superficie ha aumentado un 40% superando las 3.000 ha cultivadas por lo que nuestro país se ha convertido en uno de los principales productores europeos (Conselleria d´Agricultura, Pesca i Alimentació, www. Agricultura.gva.es, 2009). La Comunidad Valenciana representa el 94% de la superficie total de caqui nacional seguida por Andalucía (Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, http://www.marm.es, 2008). La expansión del caqui en la Comunidad Valenciana se ha visto favorecida por su elevada rentabilidad en comparación con los cítricos y el retroceso experimentado por los frutales de hueso en los últimos años (CLIMENT y LLÁCER, 2001; LLÁCER y BADENES, 2002). A estos factores, se une el interés que ha despertado el cv. Rojo Brillante, mutación espontánea de la antigua variedad autóctona "Cristalino", y por el perfeccionamiento de técnicas postcosecha que permiten mejorar su comercialización (ARNAL y DEL RÍO, 2003; SALVADOR et al., 2004). De esta forma, en la Comunidad Valenciana se producen en la actualidad aproximadamente un total de 50.000 t anuales, concentradas en la Ribera del Júcar, en la comarca de la Ribera Alta, donde el 94% de las plantaciones son del cv. Rojo Brillante injertado sobre Diospyros lotus L. f. En agosto de 2008, se detectó por primera vez la enfermedad de la necrosis foliar del caqui, causada por el hongo Mycosphaerella nawae en parcelas situadas en la comarca de La Ribera Alta (BERBEGAL et al., 2010). Los síntomas de la enfermedad incluyen lesiones necróticas en las hojas, clorosis y defoliación (Figuras 1 y 2). Aunque no se observan daños directos en frutos, los síntomas foliares van acompañados de madurez anticipada y abscisión de los frutos, que se produce como consecuencia de una respuesta fisiológica de la planta a las infecciones en las hojas (Figura 2).
M. nawae se ha descrito como agente causal del "persimmon circular leaf spot" en Japón (ABE et al., 1996) y República de Corea (KWON y PARK, 2004). En este último país la enfermedad provocó importantes pérdidas de cosecha durante la década de los noventa. A partir de estudios sobre la epidemiología de esta enfermedad realizados en Corea del Sur (KWON y PARK, 2004) y los resultados del trabajo actualmente en curso desarrollado en la Universidad Politécnica de Valencia, se sabe que el patógeno se reproduce mediante ascosporas que se consideran el inóculo primario. Las ascosporas se forman dentro de cuerpos fructíferos (pseudotecios) durante el invierno en las hojas afectadas caídas al suelo desarrollándose al menos un ciclo infectivo anual en primavera al ser liberadas (KWON et al., 1998; KWON y PARK, 2004). Por tanto, las estrategias de control de la enfermedad deben basarse en evitar toda situación que favorezca la presencia en las parcelas de altas humedades, en la eliminación de las hojas afectadas que actúan como fuente de inóculo y en la aplicación de tratamientos fungicidas preventivos en primavera.
La primavera puede ser un periodo con precipitaciones y máximas elevadas. Por tanto, los fungicidas más adecuados para el control de la enfermedad serían, por una parte, aquéllos que procuraran una buena persistencia en el vegetal y, por otra, materias activas con bajo riesgo de fitotoxicidad en un momento en que las plantaciones, por el desarrollo de las brotaciones, podrían resultar especialmente sensibles. En España, la legislación vigente sólo permite la aplicación de algunos compuestos cúpricos para el control de patologías fúngicas en caqui. A la hora de plantear ensayos de control para determinar eficacias de otras materias activas fungicidas sería necesario tener en cuenta las restricciones impuestas a los productos fitosanitarios autorizados por la UE, así como las limitaciones en el número de aplicaciones con vistas a la reducción de residuos en la fruta y el mantenimiento de la rentabilidad económica del cultivo. Este trabajo pretende la búsqueda de materias activas efectivas para el control de M. nawae. El objetivo específico es obtener información sobre el potencial de uso de las diferentes materias activas fungicidas con vistas a su posible autorización para el control de la necrosis foliar del caqui.
Material y métodos
Se seleccionaron materias activas representantes de diferentes grupos químicos y que tuvieran una autorización prolongada en la UE . Con todas ellas se realizaron dos tipos de ensayo: sensibilidad del crecimiento miceliar in vitro (excepto oxicloruro de cobre) y evaluación de la efectividad en campo.
Ensayo de crecimiento miceliar
Se seleccionaron dos cultivos puros de M. nawae, obtenidos de hojas afectadas procedentes de parcelas situadas en las localidades valencianas de Carlet (MY1) y L´Alcúdia (MY2). Para cada producto fungicida estudiado se prepararon placas de medio de cultivo patata dextrosa agar (PDA) con 0, 0,1, 1, 10 y 100 mg de materia activa (m. a.) L -1 (ppm). A partir de placas de PDA colonizadas por el hongo, se extrajeron discos de agar que se depositaron en el centro de las placas de PDA con fungicida, sembrándose cuatro placas para cada combinación aislado/concentración. El experimento se repitió dos veces.
Las placas se incubaron a 25 ºC durante un mes en oscuridad. Seguidamente se midieron dos diámetros perpendiculares de las colonias, con los que se calculó el crecimiento radial. Los resultados se expresaron como porcentaje de inhibición del crecimiento miceliar respecto al control (placas sin fungicida).
Para poder comparar la efectividad de los fungicidas, se calculó la Concentración Efectiva 50 (CE50). A cada dato individual de porcentaje de inhibición del crecimiento correspondiente a cada combinación aislado/m.a./concentración, se le aplicó la transformación Probit, mientras que a las concentraciones ensayadas (0,1, 1, 10, 100 ppm) se les aplicó la transformación logaritmo decimal. Con estos datos se obtuvieron las rectas de regresión lineal con su ecuación correspondiente y valor del coeficiente de correlación R2. A partir de estas ecuaciones se calculó la CE50 como el valor de la concentración de la m. a. fungicida que causa el 50 % en la inhibición del crecimiento miceliar. Los resultados obtenidos para las diferentes repeticiones por cada combinación aislado/m. a. se analizaron estadísticamente mediante un análisis multifactorial de la varianza, utilizando el programa Statgraphics Plus 5.1 (Manugistics Inc., Rockville, MD, USA).
Ensayos de campo
En 2009, se seleccionaron dos parcelas por la elevada incidencia de la enfermedad en el año anterior. Ambas estaban situadas en la localidad de L´Alcúdia. Se realizaron dos tratamientos con los diferentes productos comerciales fungicidas seleccionados para su evaluación en campo, el 27 de abril y 18 de mayo en la parcela 1 y el 29 de abril y 19 de mayo en la parcela 2. Las dosis utilizadas fueron las recomendadas para el control de otras enfermedades fúngicas en los frutales donde los productos estaban autorizados .
La técnica de aplicación utilizada fue pulverización hidráulica con pistola y el diseño experimental consistió en una distribución en bloques al azar de los tratamientos con 4 repeticiones. Cada parcela experimental incluyó dos árboles con un árbol barrera de separación entre tratamientos. Los árboles barrera se trataban a mitad con las materias activas correspondientes a las parcelas experimentales que separaban. Una vez detectados los primeros síntomas en las parcelas se evaluaron los síntomas utilizando las siguientes variables:
- Porcentaje de hojas afectadas. Se determinó la incidencia de la necrosis foliar estimando el porcentaje de hojas afectadas en cada uno de 10 brotes seleccionados al azar en las caras opuestas de cada árbol. A fin de estudiar la progresión de los síntomas, se realizó la evaluación el 15 y 22 de septiembre y el 20 de octubre en la parcela 1, y el 8 y 21 de octubre y 12 de noviembre en la parcela 2.
- Cosecha. Se determinó el peso de los frutos obtenidos por árbol correspondiente a cada tratamiento en el momento de la recolección, el 26 de octubre en la parcela 1 y el 24 de noviembre en la parcela 2.
Para comparar la efectividad de los distintos tratamientos frente al control no tratado en las diferentes momentos de evaluación, se realizó un estudio estadístico de los resultados mediante un análisis multifactorial de la varianza, utilizando el programa Statgraphics Plus 5.1 (Manugistics Inc., Rockville, MD, USA).
Resultados y discusión
Respecto a la inhibición del crecimiento miceliar, para ambos aislados se obtuvieron respuestas similares. Los productos con los que se obtuvieron los valores de CE50 significativamente inferiores fueron piraclostrobin, metil tiofanato, tebuconazol y fenpropimorf, mientras que el valor más alto, superior a 100 ppm, correspondió al captan. Ciprodinil, clortalonil, mancozeb, fluazinam y tiram mostraron resultados intermedios con valores de CE50 en un rango entre 77 y 14 ppm.
En cuanto a los ensayos de campo, los primeros síntomas se detectaron a primeros de septiembre en la Parcela 1 y a primeros de octubre en la Parcela 2. En las dos parcelas se observó un incremento progresivo de los síntomas expresados como el porcentaje de hojas afectadas tanto en los árboles testigo no tratados como en los tratados. En las dos parcelas de ensayo no resultaron efectivos los tratamientos realizados con ciprodinil, fenpropimorf, fluazinam, y tebuconazol, ya que en ningún caso se obtuvieron diferencias significativas en el porcentaje de hojas afectadas respecto al testigo no tratado.
En la Parcela 1 se obtuvieron resultados intermedios en los árboles tratados con clortalonil y metil tiofanato, con una reducción del porcentaje de hojas afectadas de un 48% y 28%, respectivamente, comparados con el testigo no tratado.Los tratamientos más efectivos fueron los realizados con captan, mancozeb y piraclostrobin, con los que se obtuvo una reducción significativa del porcentaje de hojas afectadas respecto al control en torno al 60-70% . En los árboles tratados con las cinco materias activas antes mencionadas se obtuvo una cosecha significativamente superior a la del testigo no tratado, donde no pudo recogerse ningún fruto . La mayor producción de esta parcela correspondió al tratamiento con piraclostrobin, aunque el nº de kg obtenidos por árbol no presentó diferencias significativas comparado con los tratamientos con clortalonil y captan.
En la Parcela 2, se obtuvo una disminución significativa del porcentaje de hojas afectadas (oscilando entre un 55 85% de reducción respecto al testigo no tratado) en los árboles tratados con captan, clortalonil, mancozeb, metil tiofanato y piraclostrobin. Estos resultados coinciden con la buena respuesta de estos productos obtenida en la Parcela 1 . En los árboles tratados en la Parcela 2 con oxicloruro de cobre y tiram, también se observó una reducción significativa del porcentaje de hojas afectadas, del 55 y 68% respectivamente, respecto al testigo no tratado . La respuesta a los tratamientos realizados con estas dos materias activas no coinciden en ambas parcelas de ensayos, lo que podría estar relacionado con las diferencias fisiológicas observadas entre las parcelas ya que en la Parcela 2 los árboles eran más jóvenes, y como se ha comentado antes, los primeros síntomas en esta parcela se observaron un mes más tarde lo que seguramente ha influido en los resultados finales. Teniendo en cuenta que los árboles de la Parcela 2 no estaban en plena producción, se obtuvo un nivel de cosecha aceptable en todos los árboles tratados con las materias que redujeron de forma efectiva el porcentaje de hojas afectadas, excepto en árboles tratados con oxicloruro de cobre donde se obtuvo un peso medio por árbol significativamente inferior .
La única materia activa que presentó buenos resultados en los ensayos de sensibilidad del crecimiento miceliar in vitro y en los ensayos de control en campo fue el piraclostrobin. La técnica de evaluación del efecto de la diferentes materias activas sobre el crecimiento del micelio del hongo se complementará con los estudios sobre la inhibición in vitro de la germinación de las ascosporas del hongo actualmente en curso.
Agradecimientos: A Rogelio Serrano por su colaboración en los ensayos de campo. Durante la realización de este trabajo el contrato de M. Berbegal fue financiado por la Fundación Agroalimed para la Investigación Agroalimentaria en la Comunidad Valenciana (Consellería de Agricultura Pesca y Alimentación, Generalitat Valenciana).
BIBLIOGRAFÍA
ABE, Y., ABE, M., HAYASHI, S., OGATA, T., 1996. Occurrence of circular leaf spot caused by Mycosphaerella nawae on persimmon in Fukushima Prefecture. Annual Report of the Society of Plant Protection of North Japan, 85-87.
ARNAL, L., DEL RÍO, M.A., 2003. Removing astringency by carbon dioxide and nitrogen-enriched atmospheres in persimmon fruit cv. ?Rojo Brilllante?. Food Science, 68: 1516-1518.
BERBEGAL, M., PÉREZ-SIERRA, A., ARMENGOL, J., PARK, C.S., GARCÍA-JIMÉNEZ, J., 2010. First report of circular leaf spot of persimmon caused by Mycosphaerella nawae in Spain. Plant Disease, 94: 374
CLIMENT, C., LLÁCER, G., 2001. Caqui. En: Nuez, F. y Llácer, G. (eds). La Horticultura Española, SECH, Ed. de Horticultura, Reus, Tarragona, España.
KWON, J.H., KANG, S.W., PARK, C.S., KIM, H.K., 1998. Microscopic observation of the pseudothecial development of Mycosphaerella nawae on persimmon leaves infected by ascospore and conidia. Korean Journal of Plant Pathology, 14: 408-412.
KWON, J.H., PARK, C.S., 2004. Ecology of disease outbreak of circular leaf spot of persimmon and inoculum dynamics of Mycosphaerella nawae. Research in Plant Disease, 10: 209-216.
LLÁCER, G., BADENES, M.L., 2002. Situación actual de la producción de caquis en el mundo. Agrícola Vergel, 242: 64-70.
SALVADOR, A., ARNAL, L., MONTERDE, A., CUQUERELLA, J., 2004. Reduction of chilling injury symptoms in persimmon fruit cv. ?Rojo Brilllante? by 1-MCP. Postharvest Biology and Technology, 33: 285-291.