La cooperativa murciana Hortamira, que en la actualidad produce 50.000 toneladas anuales de hortalizas y cítricos, es una claro ejemplo cómo se puede apostar por la Producción Integrada como herramienta para cumplir con las exigencias del mercado: ofrecer calidad y obtener los mejores rendimientos gracias al esfuerzo constante y al respeto por la naturaleza.

La Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA), en colaboración con la Consejería de Agricultura y Agua de la Región de Murcia, organizó una visita con prensa nacional para enseñar cómo se trabaja en esta cooperativa.

 

La cooperativa murciana de Hortamira comenzó su andadura en 1981. Con la ilusión de sus 27 fundadores y unas instalaciones modestas, consiguieron comercializar ya en su primer año de negocio 300.000 kilos de los productos más implantados en su zona de producción. Hoy, tres décadas después, Hortamira se ha consolidado como una gran empresa dentro del sector hortofrutícola español. Sus 56.000 m2 de instalaciones, que cuentan con los medios técnicos más avanzados, producen anualmente 50.000 toneladas de hortalizas y cítricos.

Las cifras hablan por sí mismas: 33.500.000 millones de lechugas, de las variedades iceberg, Little gem y mini romana, 18 millones de kilos de pimiento, cinco millones de kilos de limones, dos millones de kilos de naranjas salen cada año de sus instalaciones, siendo la muestra más clara de que Hortamira se ha convertido en una realidad consolidada y a la que augura un futuro prometedor.

La clave, su apuesta por la calidad, siguiendo en todo momento la trazabilidad del producto y su respeto por el medio ambiente, todo ello unido a la utilización de las más modernas técnicas de producción. En la actualidad Hortarmira está adherida a las normas ISO 9001/2008, ISO 14001/2004. B.R.C, I.F.S., Producción Integrada de la Región de Murcia y ES-MU-AE (Agricultura Ecológica).

 

 

Producción Integrada, llave de la agricultura del siglo XXI

Hortamira ha hecho una apuesta firme por la Producción Integrada, un modelo de gestión que combina todas las técnicas disponibles, entre las que encontramos para el control de plagas, la lucha biológica y el control químico, con el objetivo de lograr el necesario equilibrio entre una producción de alimentos económicamente viable, segura para el consumidor y respetuosa con el medio ambiente.

Según datos de la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA), la Producción Integrada en nuestro país se ha convertido a día de hoy en una realidad consolidada. Por poner un ejemplo, en 2003 en Andalucía se cultivaban 81.000 hectáreas. Cuatro años después, en 2007, esta cifra rondaba las 290.000. Un proceso similar ha ocurrido en Murcia, donde una gran parte de la producción hortícola está ya bajo este sistema de producción.

Este cambio hacia sistemas de producción que demanda el mercado será una exigencia normativa en pocos años: las técnicas de Gestión Integrada de Plagas se convertirán en obligatorias a partir de 2014, según recoge la nueva Directiva sobre Uso sostenible de productos fitosanitarios, que entró en vigor en diciembre de 2009. Este modelo combina el control químico de las plagas con la lucha biológica, y otras medidas, dando prioridad a ésta última siempre que sea posible.

Desde el punto de vista de la Sanidad Vegetal, las nuevas generaciones de productos fitosanitarios se adaptan a los requerimientos de la Producción Integrada. En la agricultura intensiva, como es el caso de Hortamira, la Producción integrada implica, por un lado, el uso de insectos polinizadores y fauna auxiliar, así como de fitosanitarios específicos compatibles con esta fauna y un control exhaustivo de todo el proceso por parte de los técnicos de la cooperativa.

La trazabilidad se asegura controlando en unos cuadernos de campo absolutamente todo el proceso: desde la semilla que se planta en cada invernadero, el riego y el abonado que se aplica, la polinización, las sueltas de fauna auxiliar para controlar las plagas, la aplicación complementaria de fitosanitarios si es necesaria, los plazos de seguridad y los análisis posteriores tras la cosecha y antes de comercializar los productos. Además en Hortamira se hacen todas las operaciones de post cosecha y se prepara y envasa el producto según al mercado que vaya dirigido y las exigencias de las grandes cadenas de distribución.

Todo ello queda reflejado en la "historia" de cada caja de producto que sale de Hortamira y con el código de barras de ese producto se puede ir hacia atrás y conocer todos los pasos que se han seguido.

Por ejemplo, en el caso de Hortamira la polinización de las plantas se realiza por medio de insectos polinizadores y la lucha contra ciertas plagas se realiza por medio de fauna auxiliar que se suelta en el momento preciso: para el control de trips se usa el Orius (Chinche depredador) y Amblyseius cucumeris; para el control de mosca blanca Amblyseius swirskii (Acaro depredador) y para el control de pulgó n hay varios insectos: Aphidius colemani (avispa pará sita), Aphelinusabdominalis (avispa pará sita), Aphidius ervi (avispa pará sita).

Para ayudar a estos insectos y para luchar contra aquellas plagas de las que no se dispone un insecto que las combata y contra las enfermedades producidas por hongos o bacterias, se utilizan los fitosanitarios, las medicinas de las plantas.

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