Un artículo me pide escribir la directora, que en mi vida me he visto en tal aprieto al tener que tratar del uso sostenible de los plaguicidas; dos páginas dice, que es artículo de opinión.

Yo pensé que no hallara forma de plasmar escritas, las inquietudes que me espantan en relación con la nueva Directiva comunitaria sobre uso sostenible de los plaguicidas y en concreto y para comenzar, sobre la manifiesta incongruencia existente entre la drástica reducción de los productos fitosanitarios autorizados y la preocupación de nuestros legisladores europeos por la formación de todos los usuarios profesionales, distribuidores y asesores? no sobre la forma de encontrar técnicamente las soluciones a los muchos problemas fitosanitarios que se nos avecinan, sino sobre los riesgos y peligros asociados a los plaguicidas, los síntomas de intoxicación, los riesgos (otra vez) para las plantas, los insectos beneficiosos, la fauna silvestre, la biodiversidad y el medio ambiente, los métodos de control biológico, las prácticas de trabajo seguras para almacenar, manipular y mezclar plaguicidas y para controlar la exposición de los operarios, la preparación de los equipos de aplicación para que su funcionamiento presente los menores? riesgos, etc, etc. ¿Es una Directiva o un temario sobre Prevención de Riesgos Laborales?

En qué quedamos: ¿no se han retirado ya los productos que presentaban manifiestos problemas para la salud de consumidores y usuarios, para el medio ambiente, etc.?

La citada Directiva se titula de uso sostenible y la sostenibilidad, según la Declaración de Río de Janeiro (1992), consiste en satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las futuras para atender sus propias necesidades. Pero además de una sostenibilidad ambiental hay -aunque nadie parece acordarse de ellas cuando se utiliza la tan manida expresión-, una sostenibilidad económica y una sostenibilidad social. En este contexto, ¿podrán satisfacerse las necesidades de producción de nuestros agricultores actuales?, ¿podrá mantenerse en el futuro un sector económico que entendemos vital para nuestro país o nos veremos abocados a que produzcan otros?

En la antedicha Directiva nada se regula, ni tan siquiera se manifiesta la más mínima preocupación por la formación técnica de distribuidores, asesores y usuarios que asegure la eficacia en el uso de los escasos recursos fitosanitarios que nos quedan.

Por ejemplo, centrándonos en los denominados "asesores" (cualquier persona que haya adquirido unos conocimientos adecuados y asesore sobre la gestión de plagas y el uso seguro de los plaguicidas? Art.3.3 de la Directiva), deberán recibir la formación cuyo contenido básico hemos reseñado, pero nada se les impone sobre sus conocimientos científicos sobre plagas, enfermedades, ciclos biológicos, técnicas de control, etc., de tal forma que el género "Assessor" tendría que completarse con la especie "periculis".

El problema es quiénes en un futuro ya próximo podrían asumir el papel de verdaderos asesores y expertos en Sanidad Vegetal. ¿Los nuevos titulados en Ingenierías Agrícolas según el Plan Bolonia, con una formación general, orientada a la preparación para el ejercicio de actividades de carácter profesional? (Art. 9, 1 R.D. 1393/2007), ¿o será imprescindible que Universidades y Escuelas de Ingeniería Agrícola, se conciencien de la necesidad y la oportunidad para los nuevos titulados, de ofertar Másteres Universitarios de segundo ciclo para una formación especializada, punto de partida de lo que podría ser la Medicina de los vegetales? Dejo estas preguntas abiertas ya que entiendo son merecedoras de un tratamiento más profundo por parte de cabezas y plumas más preclaras.

 

Aún sospecho quedaría una cuestión y el artículo está hecho

Incluso admitiendo la existencia de los riesgos en el uso de fitosanitarios que quitan el sueño a los legisladores europeos, resulta incomprensible el hecho de que, después de tanta regulación, tanta formación, información, limitaciones y prohibiciones, los requisitos a cumplir en el último eslabón de la cadena cual es la prescripción, se hayan resuelto con una simple faena de alivio: los distribuidores deberán tener suficiente personal empleado "que sea titular de un certificado (el que acredita haber recibido la formación ya indicada más arriba). Estas personas estarán disponibles (¿) en el momento de la venta para proporcionar a los clientes información adecuada en relación con el uso de los plaguicidas, los riesgos para la salud y el medio ambiente y las instrucciones de seguridad para los productos de que se trate? (Art. 6.1). Nada de compromisos escritos en forma de "receta", nada de responsabilidades. Simplemente información y sobre todo, centrada en los dichosos riesgos. ¿No son tan peligrosos los fitosanitarios? Al parecer mucho más que los medicamentos. Aún así, mientras en la medicina humana interviene un facultativo medico que diagnostica y prescribe por escrito, en la sanidad vegetal nos tendremos que conformar con la existencia de unos asesores? de riesgos que nos informarán, nos meterán el miedo en el cuerpo y nos quitarán las ganas de utilizar productos fitosanitarios? que es de lo que se trata.

¡Pues no estoy conforme!

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