Durante la última década ha habido una serie de adelantos en la comprensión de la ecología química de los mosquitos y otros insectos picadores. Estos insectos no representan únicamente una molestia para los humanos y animales domésticos, sino que son también importantes insectos vectores de enfermedades tanto en climas tropicales como templados. Las hembras de estas especies están obligadas a encontrar un huésped vertebrado como fuente de sangre para la maduración de los huevos. Muchas especies se alimentan especialmente de ciertas especies huésped y, por consiguiente, han desarrollado mecanismos altamente específicos de localización de sus huéspedes, basados en señales químicas. La investigación durante las últimas décadas se ha basado en la comprensión y el esclarecimiento de estas señales químicas para su empleo en estrategias de manejo de plagas.
Los mosquitos y otros insectos picadores también utilizan señales químicas para localizar sustratos de puesta y fuentes de néctar. Los mosquitos tienden a realizar la puesta en lugares de cría muy particulares que maximice las probabilidades de sobrevivencia de la descendencia. Las señales químicas utilizadas para encontrar dichos lugares son a menudo muy complejas y tienen que ser muy precisas para asegurar el crecimiento y supervivencia de larvas y pupas. Los mosquitos obtienen la energía que necesitan para volar del néctar de varias plantas en floración. También utilizan señales químicas para encontrar estas fuentes.
Esta ponencia describe el trabajo realizado con Aedes spp y otros insectos picadores para conocer las sustancias químicas utilizadas para localizar huéspedes vertebrados fuentes de sangre y para encontrar lugares de puesta adecuados. Se han identificado varios compuestos químicos implicados en estas actividades y se han formulado para su uso en productos de liberación controlada. Se describe su uso para el monitoreo y control de mosquitos y otros insectos picadores.
Comprar Revista Phytoma 213 - NOVIEMBRE 2009