En Andalucía y Extremadura, por los meses de julio y agosto, los olivares tienen música. De plantación en plantación se puede ir desde Badajoz hasta Almería sin dejar de oír el canto potente y cansino de las chicharras. Esas que cuando llega el invierno se mueren, según dice el cuento, ante la actitud impía de las hormigas
?¡Y luego dicen!, pero es que hay literatura que exige un "Índice"?.
En los alcores de la Campiña de Jaén existe un mar de olivos, un paisaje difícil de definir si como jardín, o como bosque; probablemente, el mayor y más útil bosque realizado íntegramente por el hombre.
Inmerso en ese ambiente, es inevitable recordar el gran beneficio que las plantas han hecho a la humanidad, no solamente por la producción de alimentos, madera, energía, oxígeno, construcción de suelo orgánico, fijación de CO2? sino por ser un instrumento fundamental de la salud humana y animal, importancia que ha aumentado con las últimas investigaciones sobre el poder anti cancerígeno de la flora marina. Es un hecho, que la utilidad de las plantas en la salud humana no es valorada suficientemente por una gran cantidad de personas, incluyendo a muchas de las consideradas cultas oficiales. ¿Cuántos conocen que el principio activo de la aspirina, probablemente el fármaco más utilizado por el hombre a lo largo de la historia, está en el sauce, cuyas propiedades ya eran conocidas y utilizadas por los chinos y los griegos? ¿Saben, incluso muchos médicos, biólogos, farmacéuticos, veterinarios? que el primer virus conocido, descubierto por Beijerinck en 1897, es un patógeno de vegetales, concretamente el Mosaico del tabaco, por cuyo descubrimiento hoy sabemos curarnos de muchas enfermedades; entre otras, esta gripe porcina que tanto parece preocupar a la OMS?
Pero las plantas también sufren enfermedades, provocadas por los mismos agentes biológicos que los producen en el hombre y los animales. Y al igual que en éstos, la enfermedad no es responsabilidad exclusiva del patógeno, sino de un conjunto de variables que, en el caso de las plantas, se relacionan con las distintas técnicas que el labrador utiliza para cultivar vegetales.
Hace más de veinte años, los olivareros cambiaron drásticamente la fitotecnia del cultivo plantas reproducidas en vivero en lugar de por estacas; plantaciones con más de 100 olivos/ha; cultivo mediante riego, en lugar de secano??. Y algunos "mal pensados" advertimos que se estaba auspiciando la aparición de nuevas enfermedades del olivo, cuestión que aconsejaba empezar a preparar programas de salud para evitarlas o controlarlas.
Esas enfermedades han aparecido (Verticiliosis, provocada por Verticillium dahliae; Seca, causada por Phytophthora megasperma?) y, afortunadamente,en la ETSIAM de Córdoba y otros centros de investigación españoles se hanhecho magníficos estudios sobre las mismas; pero esos trabajos, al no existiruna "medicina de las plantas", no se canalizan tan eficazmente como ocurre enla medicina humana o veterinaria, donde funciona toda una compleja estructurade facultades, centros hospitalarios, farmacias, profesionales, empresas, ciudadanos,administración?
Desde el Cerro del Águila, en Villanueva de la Reina, se puede contemplar uno de los paisajes agrarios más bellos creados por el hombre, un paisaje de olivares que, sólo por su hermosura, la humanidad está obligada a conservar. Pero ese paisaje se encuentra salpicado, desde hace unos pocos años, por numerosos olivos enfermos, de los cuales, mis amigos los profesores Antonio Trapero y Miguel Ángel Blanco han aislado el hongo Phytophthora megasperma, causante de la Seca del olivo. Lo más difícil de saber de esa enfermedad ?su etiología y epidemiología? se conoce; pero aunque parezca increíble, estos olivos se mueren sin que la UE tenga autorizada la utilización de un específico capaz de librarlos del patógeno que los amenaza.
Éste es un ejemplo más de las grandes incoherencias de nuestra civilización. Llevamos más de diez mil años utilizando las plantas en la medicina humana, y todavía no hemos sido capaces de estructurar una Medicina de las plantas que sea capaz de librarlas de sus enfermedades.
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