INTRODUCCIÓN

En los espacios verdes urbanos, e incluso en aquellos espacios considerados como periurbanos y forestales, que presentan un uso social significativo, la presencia de determinadas patologías sobre la vegetación ornamental debe evitarse, bien en la medida de lo posible o a toda costa. Algunas plagas de insectos pueden causar graves daños sanitarios, como las situaciones de alergia y urticaria que pueden desarrollar la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), la procesionaria del roble (Thaumetopoea processionea) y la oruga de zurrón o cola parda (Euproctis chrysorrhoea). En otras ocasiones, son las situaciones de extrema alarma social por la insectofobia que generan sus abundantes colonias y el aspecto de las orugas, como es el caso de la lagarta peluda (Lymantria dispar) y la galeruca del olmo (Xanthogalerucella luteola). A veces, la presencia de colonias de insectos de una manera abundante generan molestias, como pueden ser las picadas que provocan los adultos y ninfas del tigre del plátano (Corythuca ciliata), la presencia de melaza generada por los ataques de la psila de los Cercis (Cacopsylla pulchella) y la reducción parcial o total de la floración en el arbolado, como el pulgón de las Jacaranda (Aphididae), son otros ejemplos.

En determinados ámbitos, como bien pueden ser centros educativos, centros hospitalarios, centros comerciales, centros sociales, centros recreativos, campings, plazas y calles emblemáticas, y otros espacios con vegetación ornamental que tengan un uso social determinado, deben protegerse de manera muy eficaz. La técnica de control utilizada para contrarrestar los daños originados por las plagas debe aplicarse de manera preventiva, mucho antes de que aparezcan daños significativos. La efectividad en el control de la plaga debe asegurarse, incluso en aquellos ámbitos de acceso reducido, como pueden ser patios interiores, arbolado de gran altura y edificaciones muy próximas, como en ámbitos especiales, por ejemplo en colegios y centros hospitalarios. En todas estas situaciones, la técnica de la endoterapia, y siempre realizada por técnicos profesionales, está dando muy buenos resultados.

 

 

¿Porqué Aparecen las Patologías en los Espacios Verdes?

Muy a menudo, las patologías que sufren la vegetación ornamental, e incluso la forestal, no se deben a la casuística y a la mala suerte. En un elevado porcentaje, la adopción de una gestión inadecuada y la práctica de actividades incorrectas, bien desde un principio, como a lo largo del tiempo, son la causa y el inicio del problema. Entonces, tanto la vegetación arbolada, como la arbustiva, las palmeras, los céspedes y la planta de flor sufren las denominadas patologías de origen abiótico y se abren las puertas a los ataques de enfermedades y plagas, que en el peor de los casos acaban con la muerte del ejemplar.

Hay que tener en cuenta la existencia de 3 tipos de factores que posibilitan y condicionan la presencia y la actuación de los diferentes agentes nocivos:

 

Factores de Predisposición

Se consideran aquí todos aquellos factores que no tienen en cuenta las necesidades de la planta para que se encuentre en equilibrio con el entorno. En la gran mayoría de las ocasiones, la vegetación debe vivir (o mejor decir, malvivir o hacer supervivencia) con un ambiente antrópico no demasiado propicio y adecuado para la misma, totalmente sometida y condicionada por las características del ambiente, la arquitectura, el diseño, la gestión y el uso social de la zona en la que se ubica. Es decir, la planta se encuentra con un ambiente urbano "demasiado a menudo demasiado estresante".

Entre los principales factores de predisposición encontramos la utilización de las plantas exóticas frente a las autóctonas, las variables climáticas no adecuadas, la pavimentación y los alcorques, los ambientes contaminantes, los riegos y abonados incorrectos, etc.

 

Factores Desencadenantes

Estos factores favorecen directamente la acción de los agentes patógenos o nocivos (bióticos y abióticos) sobre las plantas. Aquí tenemos los daños hechos por podas, heridas, vandalismos, plantaciones, daños al cuello y raíces de la planta, cambios drásticos al entorno del sistema radicular, utilización de vegetales susceptibles a determinadas patologías graves, etc.

 

Factores Ejecutores

Se trata de los agentes patógenos o nocivos propiamente dichos, los cuales son los responsables directos del daño que se observa sobre la planta: animales nocivos (plagas de insectos y ácaros), enfermedades (hongos, bacterias, virus-viroides, fitoplasmas), agentes abióticos (climatología adversa) y acción antrópica ("nosotros mismos"). Muy a menudo son consecuencia y agravan los daños ocasionados por los 2 factores anteriores (de predisposición y desencadenantes).

 

Agentes Bióticos

Dentro de los agentes bióticos diferenciamos:

- plagas (provocan una infestación): insectos (coleópteros, lepidópteros, dípteros, himenópteros, homópteros, heterópteros, etc.), ácaros, nematodos.

- enfermedades (provocan una infección): hongos, bacterias, virus-viroides, fitoplasmas.

Entre las principales plagas de ornamentales, deben destacarse a los insectos perforadores, defoliadores, picadores-chupadores y roedores.

Todos estos individuos atacan, a su manera, a las diversas partes de la planta (raíz, cuello, tronco, rama, brote, hoja, flor y fruto).

 

Generalidades sobre las Plagas

Los invertebrados artrópodos que se consideran como los causantes del daño pueden englobarse en 3 categorías, según succionen los líquidos internos de la planta, defolien las hojas o perforen en el árbol.

Entre las principales plagas sobre árboles ornamentales, cabe destacar por su abundancia e importancia numérica a los insectos picadores-chupadores, como los pulgones y cochinillas. Pero estos ataques difícilmente comportan la muerte de la planta huésped, mientras que los daños estéticos provocados (melaza y negrilla asociadas) son mucho más importantes, y de mayores consecuencias.

Sin embargo, existen otros grupos de insectos (coleópteros y lepidópteros perforadores), mucho menos numerosos sobre la vegetación ornamental, pero que pueden provocar daños más importantes que los insectos anteriores, incluso la muerte del ejemplar.

Además de los efectos biológicos y fisiológicos negativos que tienen las plagas sobre la vegetación, deben tenerse en cuenta otros aspectos negativos, como por ejemplo estéticos y paisajísticos, sanitarios, de seguridad, patrimoniales, sociales, etc.

 

 

Tipos de Plagas

Por lo que concierne a las plagas, la estructura de la boca determina el régimen alimentario del insecto, diferenciando estos tipos de aparatos bucales:

Picadores-Chupadores

Estos artrópodos (insectos y ácaros) poseen piezas bucales del tipo picador, con el que penetran en el interior de las hojas, ramilletes, ramas, flores, frutos, y se alimentan succionando los líquidos vegetales internos y/o la sabia elaborada.

Los signos de este tipo de daño incluyen una pérdida de la coloración normal de la parte afectada (como por ejemplo una clorosis), curvado y/o serpenteado de las hojas y brotes, secado de hojas y brotes, malformación de brotes y flores, etc., hasta poder llegar a retrasar y anular la floración, así como el desarrollo de los brotes y del crecimiento en general de todo el árbol (importante en árboles jóvenes y/o ejemplares debilitados).

En este grupo de artrópodos, nos encontramos con los insectos:

- homópteros: pulgones (áfidos, lácnidos, pemfígidos), cochinillas (piojos, serpetas, lecaninos, algodonosas), moscas blancas, cicadélidos, psilas, cercópidos, etc.

- heterópteros (chinches): tíngidos (tigres).

- dípteros: cecidómidos.

- tisanópteros: trips.

Algunos de estos insectos pueden secretar substancias azucaradas (melaza), las cuales atraen a las hormigas, moscas y avispas, y causan importantes daños cuando por gravedad se depositan sobre los objetos que se encuentran debajo (vegetación, mobiliario y/o bienes). Además, estos depósitos de melaza promueven las apariciones de negrilla o fumagina, unas formaciones a modo de ceniza o polvo negro, debido a la proliferación de hongos de diversas especies. Se trata de un hongo externo que al cubrir las hojas y troncos impiden las normales funciones vegetativas como son la transpiración y la función clorofílica. En caso de ataques graves, las hojas y troncos pueden llegar a aparecer completamente cubiertos por una fina costra negra.

A este grupo de artrópodos plaga también pertenecen los ácaros, que se pueden englobar en 2 grandes grupos, los cuales producen sus respectivos y característicos daños:

 

a) acariosis: producidas por los ácaros como los Tetranychidae (araña roja, araña amarilla); de talla relativamente grande (superior a 0,2 mm), muy corrientes sobre las plantas, pero pueden causar daños muy graves; para su diagnóstico, normalmente basta con sacudir la parte infestada de la planta encima de un papel de color, y observar la presencia de pequeños individuos sobre él que se desplazan con un típico movimiento; producen bronceado y caída de hojas y flores, y si el ataque es fuerte, se observa con facilidad un característico hilado plateado; se reproducen rápidamente en ambientes secos y calurosos (especialmente en verano).

 

b) erinosis: producidas por los ácaros Eriophyidae, especies muy evolucionadas, con una gran reducción de las estructuras corporales, de talla microscópica (inferior a 0,3 mm), formadores de agallas, bronceados y erinosis, algunas veces muy espectaculares (escobas de bruja), pero poco importantes desde el punto de vista fitosanitario.

 

Masticadores, Defoliadores y Minadores

Se trata de insectos que comen tejidos vegetales como hojas, flores, yemas y/o ramilletes. Algunos de ellos se comen la hoja entera, mientras que otros producen la esqueletización de las hojas, comiendo el parénquima que hay entre las 2 membranas foliares (insectos minadores), o bien agujerean las hojas.

Los árboles, tanto los caducifolios como los perennifolios pueden sufrir defoliaciones totales en una temporada vegetativa; sin embargo, 2 o más defoliaciones significativas y consecutivas producen un importante estrés fisiológico, con las consiguientes implicaciones.

En este grupo de artrópodos, nos encontramos con los insectos:

- coleópteros: daños ocasionados tanto por las formas adultas como sus larvas; crisomélidos, curculiónidos, bupréstidos, escarabeidos, etc.

- lepidópteros: las orugas (formas larvarias) son las que ocasionan únicamente los daños; limántridos, tortrícidos, geométridos, noctuídos, geométridos, taumetopoeidos, gracilláridos, hiponoméutidos, etc.

- himenópteros: daños ocasionados por adultos y/o formas larvarias; dipriónidos, tentredínidos, formícidos, cinípidos, ápidos, véspidos, etc.

 

Perforadores

Son formas adultas y/o larvarias masticadoras que realizan galerías bajo la corteza del árbol, pudiendo afectar hasta el fuste. Estas plagas pueden considerarse como relativamente invisibles en una primera observación. Dañan a nivel de raíces, tronco, ramas y ramilletes, por lo que deberá buscarse la presencia de pequeños orificios, los cuales pueden acompañarse de serrín en los alrededores.

Se alimentan de los tejidos que forman la corteza interior, el floema y/o el xilema, y algunos de ellos pueden provocar la disrupción del flujo de agua y de nutrientes de las raíces a la copa, lo cual puede dañar considerablemente a los árboles (especialmente si son árboles jóvenes y árboles de rápido crecimiento).

Prefieren atacar árboles ya debilitados, y pueden considerarse como insectos secundarios. Algunos síntomas de daños provocados por perforadores son una copa con baja densidad de hoja y ramaje, copa con presencia de ramaje seco o puntiseco, y una significativa disminución en la vigorosidad del árbol.

Algunas de estas especies, si sus poblaciones son elevadas, pueden afectar tanto árboles debilitados como árboles sanos. Es por ésto que distinguiremos dos tipos de insectos perforadores: primarios y secundarios.

En este grupo de artrópodos, nos encontramos con los insectos:

- barrenillos: comprenden especialmente a los coleópteros escolítidos, pero también podemos encontrar curculiónidos y platipódidos.

- perforadores: destacan los lepidópteros cósidos, sésidos, tortrícidos y pirálidos, así como los coleópteros bupréstidos, cerambícidos, lucánidos y escarabeidos, y los himenópteros sirícidos y formícidos.

 

Daños y Alteraciones que Provoca la Plaga

Además de los efectos biológicos y fisiológicos negativos que tienen las plagas sobre la vegetación, deben tenerse en cuenta otros aspectos negativos, como por ejemplo estéticos y paisajísticos, sanitarios, de seguridad, patrimoniales, sociales, etc.

- Daños por Alimentación: según el tipo de alimentación provocan en la planta defoliaciones, picaduras, mordiscos, orificios, minas, galerías, cámaras, etc.

- Daños por Protección: algunas plagas generan la formación de tumores (deformaciones) sobre el tejido vegetal, y consiguen una protección individual (para la larva-oruga) o global (para toda la colonia) ? agallas, cecidias y escobas.

- Vectores de Enfermedades: los insectos picadores-chupadores pueden transmitir enfermedades de plantas afectadas a las sanas; trips y cicadelas pueden ser vectores de virus y fitoplasmas.

- Desencadenantes de otras Patologías: la presencia de unos primeros ataques de ciertasplagas agravan la debilidad de la planta, loque puede dar origen a la aparición de otrasplagas, enfermedades y fisiopatías.

- Daños Secundarios Indirectos: las lesiones ocasionadas por las plagas (galerías, orificios) pueden ser un peligro potencial para otras patologías (hongos que provocan pudriciones y podredumbres, así como bacterias que producen exudaciones) y algunas veces de mayor gravedad.

- Daños Biomecánicos y Estructurales: la proliferación de sistemas de galerías y de hongos de pudrición en el interior de tronco y ramas incrementan el riesgo de fractura y el peligro asociado.

- Daños Sanitarios y de Alarma Social: la presencia de orugas con pelos urticantes, o bien la proliferación masiva de colonias de insectos pueden generar importantes daños sanitarios por alergias y daños por la alarma social que llevan implicados.

- Daños Estéticos: la abundancia de defoliaciones, minas foliares, seca de hoja, ramilletes y ramaje, melazas y negrilla sobre la misma vegetación o la superficie de bienes materiales diversos pueden ser de importancia; otras veces los ataques provocan un retraso del crecimiento normal de hojas, brotes, floración y frutos, en incluso lo pueden anular; todo ello disminuye el valor ornamental, estético y funcional de la vegetación.

Para evitar todas estas situaciones, el primer nivel de actuación implica la necesidad de conocer el agente patógeno que origina la situación (género y/o especie), su ciclo biológico y la dinámica de poblaciones, así como las características del espacio verde, del entorno y su uso social. Después, a partir de esta valoración, se podrán desarrollar y llevar a cabo las medidas correctoras más adecuadas para solucionar o disminuir el problema.

 

 

Uso de la Técnica de la Endoterapia

Como ya se indicó en el artículo publicado en la revista del mes de Marzo-2009, la técnica de la Endoterapia o inyección al tronco posee muchas más ventajas que el uso del control biológico y aún más que las aplicaciones aéreas-terrestres convencionales de fitosanitarios en la lucha contra patologías ornamentales de los Espacios Verdes. En la tabla resumen que se presentaba, comparando las 3 técnicas, se indicaron 38 ventajas para la endoterapia, 26 para el control biológico y 12 para las aplicaciones aéreas.

Es cierto que en los últimos años, el uso de la endoterapia se está extendiendo cada vez más.

Aparecen nuevos métodos de endoterapia, tanto en España, como en Italia, Australia y Estados Unidos, los cuales se diferencian principalmente por ser de flujo continuo/discontinuo, de media/ baja presión y a macro/micro-volumen. Ahora bien, como todo método técnico, para conseguir una buena efectividad en el control preventivo/ curativo de la patología ornamental, y que ésta no vaya acompañada de provocar daños significativos a la planta y al ambiente, es imprescindible la intervención de un técnico profesional perfectamente capacitado; deben disponerse de los correspondientes conocimientos biológicos, botánicos y fitopatológicos que requieran las situaciones a controlar.

Situaciones reales en las que se ha probado y demostrado la efectividad de la técnica de la Endoterapia (método Endoterapia Vegetal®) en el control de plagas en ornamentales de los Espacios Verdes han sido, entre las más destacadas:

- prevenir la proliferación de bolsones de la procesionaria en pinos de zonas escolares y de Parques y Jardines, con el fin de evitar daños sanitarios por la presencia de las orugas a la ciudadanía y a animales domésticos.

- controlar ataques masivos de cochinillas algodonosas (Planococcus, Pseudococcus, Icerya) y cochinilla Coccidae (Protopulvinaria) en diversas especies de planifolios.

- prevenir y controlar ataques de pulgones (Aphididae y Lachnidae) en arbolado, tanto en coníferas, como en planifolios, los cuales han llegado a desarrollar graves daños por la aparición excesiva de melazas y fumaginas; en el caso del pulgón del ciprés (Cinara) se ha evitado la aparición de importantes zonas de copa con ramillete seco; otros ejemplos han sido el control de los pulgones Aphididae del chopo y del tilo.

- en el caso de alineaciones de tilo, una sola aplicación de endoterapia en primavera ha sido totalmente suficiente para prevenir durante todo ese año tanto los ataques de pulgones, como los de ácaros Tetranychidae; en situaciones normales, se necesitaban de diversas aplicaciones de insecticidas para el control de las colonias de pulgón, así como de acaricidas para los ácaros.

- en espacios de uso social muy elevado, como son campings y zonas recreativas, con predominio de olmos, se ha usado la Endoterapia para evitar los daños por defoliación total en pleno verano y por la alarma social generada que llevan implicados las apariciones masivas de larvas de la galeruca del olmo (Xanthogalerucella).

- controlar ataques de Cameraria, la minadora del castaño de Indias y prevenirlos para el resto de la estación; en estas situaciones, se ha permitido que el árbol presente una densidad foliar mucho mejor y durante mucho más tiempo, incluso hasta finales de otoño.

- controlar ataques de Corythuca, el tigre del plátano, en grandes alineaciones y Espacios Verdes de elevado uso social, como son grandes avenidas, paseos y ramblas, y evitar así las continuas molestias que provocan los adultos y ninfas sobre las personas; en estos casos, se ha mantenido el follaje verde y activo fotosintéticamente hasta finales de otoño.

- controlar ataques masivos de mosca blanca sobre diversas especies de ornamentales, algunas de porte muy grande (Ficus), especialmente en espacios de difícil acceso por las edificaciones vecinas; con las aplicaciones aéreas convencionales de fitosanitarios, se necesitaban de diversos tratamientos periódicos

- controlar ataques de Rhynchophorus, el picudo de las palmeras, en ejemplares singulares y claramente afectados por la plaga; también se ha evitado la aparición de nuevos ataques en palmeras sanas.

- mejorar la densidad foliar y el aspecto (microfilia y clorosis) en especies arbóreas (coníferas y planifolios) y en palmeras con síntomas evidentes de estrés fisiológico y debilidad, así como de arbolado que ha sufrido ataques significativos de otras patologías, como pueden ser de hongos causantes de la seca de ramillete.

De todos estos ejemplos, debe destacarse de una manera significativa la protección que se ha manifestado sobre ornamentales coníferas, como los pinos, cedros y cipreses, ante diversas plagas y fisiopatías.

 

BIBLIOGRAFÍA

AGRIOS, G.N. 2004. Plant Pathology. Academic Press. 952 pp

ALFORD, D.V. 2000. Pest and Disease Management Handbook. Wiley-Blackwell. 624 pp

ALFORD, D.V. 2003. Color Atlas of Pests of Ornamental Trees, Shrubs and Flowers. Timber Pr. 448 pp

BUCZACKI, S. & HARRIS, K. 2005. Pests, Diseases and Disorders of Garden Plants. Collins. 525 pp

CRANSHAW, W. 2004. Garden insects of North America. The ultimate guide to backyard bugs. Princeton Univ. Press. 656 pp

DE LIÑÁN, C. 1998. Entomología agroforestal. Ed. Agrotécnicas. 1309 pp

DREISTADT, S.H. 2004. Pests of landscape trees and shrubs. An integrated pest management guide. ANR Publications 3359. 501 pp

JOHNSON, W.T. & LYON, H.H. 1994. Insects that feed on trees and shrubs. Comstock Pub. 560 pp

LLOYD, J.; MOELL, T.; KRUIDENIER. B. & SKIERA, J. 1997. Plant Health Care for Woody Ornamentals: A Professional?s Guide to Preventing & Managing Environmental Stresses & Pests. Univ of Illinois. 256 pp

MCKINLEY, M. 2001. Ortho?s Home Gardener?s Problem Solver. Ortho Books. 400 pp

MUÑOZ, C.; PÉREZ, V.; COBOS, P.; HERNÁNDEZ, R. & SÁNCHEZ, G. 2003. Sanidad Forestal. Guía en imágenes de plagas, enfermedades y otros agentes presentes en los bosques. Ed. Mundi-Prensa. Barcelona. 575 pp

PIRONE, P.P., 1978. Diseases and Pests of Ornamental Plants, 5th Edition. John Wiley & Sons. 584 pp

POLLINI, A.; PONTI, I. & LAFFI, F. 1999. Avversità delle piante ornamentali: Insetti. Ed. L?Informatore Agrario. 132 pp

RIBA, J.M. 2004. Principals plagues d?artròpodes sobre ornamentals.

RIBA, J.M. 2007. Control Integrado de Plagas en Jardinería: Reconocimiento y Manejo de Plagas en Ornamentales; Prácticas de Prevención y Corrección. pp 79-118. En: "Hacia Una Jardinería Más Sostenible". Coord. Soguero. Jornada Técnica, Puertollano (Ciudad Real 23-NOV-2006)

ROMANYK, N. & CADAHÍA, D. 2003. Plagas de Insectos en las masas forestales españolas. Parques Nacionales, Min. Medio Ambiente. Madrid. 342 pp

VILLALBA, S. 2005. Plagas y enfermedades de jardines. Ed. Mundi-Prensa. 356 pp

Comprar Revista Phytoma 208 - ABRIL 2009