Las moscas blancas son desde hace muchos años la plaga principal en el cultivo de la ponsetia (Euphorbia pulcherrima). Hasta principios de los años 90 la especie que causaba problemas al cultivo era Trialeurodes vaporariorum. Sin embargo, a partir de ese momento, Bemisia tabaci empezó a cobrar importancia y en la actualidad es la mosca blanca predominante en los invernaderos de ponsetia. Bemisia tabaci se conoce desde los años 40 en la Península Ibérica, principalmente en cultivos de algodón. Pero a principios de los 90 se introdujo en nuestro país, en esquejes de ponsetia procedentes de Estados Unidos, una nueva raza o biotipo más devastadora que la existente. Esta raza en principio se designó como "biotipo ponsetia" o "biotipo B" y algunos investigadores la consideraron una nueva especie que denominaron Bemisia argentifolii (BELLOWS y col. 1994). A partir de entonces, y hasta hoy, se han ido identificando numerosos biotipos de B. tabaci y actualmente el biotipo "Q" es el que predomina en todo el país y en gran parte de la cuenca mediterránea (RUA y col. 2006).

 

Uno de los mayores problemas asociados a B. tabaco es su amplia gama de plantas huésped entre las que se incluyen diversas especies de ornamentales (ponsetia, gerbera, hibiscus, rosa, etc.) y también de hortícolas comestibles (tomate, berenjena, melón, pepino, etc.). Esto favorece su proliferación en aquellas zonas, como el litoral mediterráneo, donde varios cultivos sensibles coexisten en el tiempo, y muy especialmente cuando conviven cultivos en invernadero y al aire libre. En estas condiciones B.tabaci siempre encuentra alguna planta huésped en estado óptimo para alimentarse y reproducirse.

Por ejemplo, en la zona del Maresme (costa central de Cataluña) los invernaderos con calefacción de ornamentales facilitan la supervivencia de la plaga durante el invierno, mientras que los cultivos hortícolas, que se producen en invernaderos sin calefacción y a pleno campo, contribuyen a incrementar las poblaciones de la plaga durante el verano. Así, a menudo, cuando se trasplantan los esquejes de ponsetia en julio y agosto las poblaciones de B.tabaci en la zona pueden ser muy elevadas.

Los adultos de mosca blanca son los que colonizan los cultivos. Ponen los huevos en el envés de las hojas y de ellos emergen las larvas de primer estadío que son móviles y buscan en la hoja un lugar donde clavar su estilete para alimentarse.

El resto de estadios larvarios, hasta 4, y la pupa son inmóviles. Los daños que la mosca blanca causa a la ponsetia son principalmente estéticos. Si bien es verdad que la alimentación de los adultos y las larvas, al extraer la savia, pueden producir debilitamiento y reducir el crecimiento de la planta, es sobre todo la aparición de la negrilla o incluso la sola presencia de adultos o larvas en las hojas lo que disminuye su calidad y deprecia su valor de mercado.

El control de la plaga mediante la aplicación de insecticidas no es sencillo ya que estos productos se muestran, año tras año, menos efectivos debido a la elevada capacidad de esta mosca blanca para generar resistencias (HOROWITZ y col. 2005).

La aparición de resistencias conduce, a su vez, a un incremento de la utilización de insecticidas en un intento del agricultor de controlar la plaga, lo que provoca una espiral creciente del número de tratamientos. Para evitar este incremento en el uso de insecticidas, es imprescindible disponer de métodos de control alternativos más seguros y sostenibles.

La utilización de fauna útil puede diversificar las opciones de control y evitar un uso abusivo de plaguicidas en el cultivo. En el litoral mediterráneo español existe un importante parasitismo espontáneo de las larvas de mosca blanca debido a los himenópteros afelínidos Eretmocerus mundus y Encarsia pergandiella. Además Er. Mundus está disponible comercialmente, por lo que es posible realizar inoculaciones de este enemigo natural en los invernaderos de producción. Pero en algunas ocasiones, puede requerirse el uso de insecticidas que complementen la acción de los enemigos naturales para poder bajar las poblaciones de mosca blanca hasta los umbrales tan bajos que se requieren para su comercialización. En la actualidad están disponibles en el mercado algunos productos que pueden tener efecto insecticida sobre la mosca blanca B. tabaci y que pertenecen al grupo de los llamados insecticidas biorracionales (por ejemplo: LIU y STANSLY 2000; FENIGSTEIN y col. 2001).

Para disponer de más información sobre las posibilidades de integrar el control biológico con aplicaciones puntuales de plaguicidas, se ha evaluado la toxicidad sobre B. tabaci de algunos insecticidas convencionales y de algunos de estos compuestos biorracionales con actividad insecticida, así como el efecto de estos productos sobre los parasitoides de mosca blanca.

 

 

Material y métodos

Se realizaron dos ensayos en dos años consecutivos en compartimentos de exclusión construidos dentro de un invernadero experimental situado en las instalaciones del IRTA en Cabrils (Barcelona) con un cultivo de ponsetia variedad "Freedom". Las plantas se infestaron espontáneamente con poblaciones de campo de B. tabaci (biotipo Q) y con los parasitoides Er. mundus, En. pergandiella y En. formosa.

Se ensayaron 7 productos comerciales diferentes (Tabla 1) que incluían 2 jabones potásicos (Tec Bom® y Soapline 60®), un aceite mineral de verano (Sunspray Ultrafine®), dos productos con extractos de algas (Agri Sea-Green® y Iber-Neem®, este último contiene además aceite de neem), y dos insecticidas convencionales tiametoxam (Actara®) y tiacloprid (Calypso®). En el caso de Iber-Neem®, y siguiendo las recomendaciones de la etiqueta, se añadió un regulador de pH (Iber-pH®, Iberfol con un contenido del 15% de P2O5 y el 5% de K2O a una dosis de 1.5 cm3/l). En los tratamientos con Calypso® se añadió un mojante a base de nonilfenil-polietilenglicol (Mojante AgrEvo®, Aventis Crop Science) a la dosis de 1 cm3/l. Todos los tratamientos, excepto Actara®, se realizaron con un pulverizador de mano hasta el punto de goteo. Actara® se aplicó en el agua de riego a dos dosis: la dosis máxima que figura en la etiqueta (dosis "A") y otra 2.5 veces mayor (dosis "B"). Como control se realizaron tratamientos con agua.

 

 

Ensayo 1: Se escogieron plantas de ponsetia naturalmente infestadas con B. tabaci y se eliminaron todas las hojas en las que se observaron larvas de 3º y 4º estadio y pupas, de tal forma que en cada planta quedaron únicamente entre 8 y 14 hojas jóvenes infestadas con adultos. Se trataron cinco plantas con los productos listados en la Tabla 1 y cinco plantas más se trataron con agua. Cada grupo de plantas se mantuvo aislado dentro de un compartimento de exclusión. La supervivencia de los adultos de B. tabaci a los distintos tratamientos se evaluó 72 horas después de la aplicación del tratamiento.

 

 

Ensayo 2: Se trataron cinco plantas con cada uno de los productos de la tabla 1 y cinco plantas se trataron con agua como control. Dos días después del tratamiento, las plantas se llevaron al laboratorio para evaluar la toxicidad de los compuestos sobre las larvas de mosca blanca y las pupas parasitadas. De cada planta se tomaron 3 discos (diámetro = 1.5 cm) con una población elevada de larvas de segundo y tercer estadio. Los discos se colocaron dentro de una caja sobre un lecho de agar al 5 por mil y se guardaron a 25oC en una cámara climática durante cinco días. Pasado este tiempo (7 días después del tratamiento), se contaron bajo lupa binocular el número de larvas vivas y muertas. Así mismo, de las plantas tratadas con Tec-Bom®, Soapline®, Sunspray Ultrafine®, Agri Sea-Green® y agua, se recogieron entre 8 y 10 lotes cada uno de los cuales contenía de media 11.4 ± 0,55 pupas parasitadas (total de 96 a 118 pupas por tratamiento). Las pupas se individualizaron en cápsulas de gelatina durante un mínimo de 15 días, pasados los cuales se contaron el número de adultos de himenópteros parasitoides emergidos y se identificaron las especies.

 

 

Análisis de los datos. La mortalidad registrada para adultos (ensayo 1) y larvas (ensayo 2) de B. tabaci, se corrigió por la fórmula de Abbott [(% mortalidad del tratamiento - % mortalidad en el control)/( 100 - % mortalidad en el control)] x 100. Posteriormente los datos ya corregidos se analizaron por un Análisis de la Varianza (ANOVA) y las medias se separaron por el test de Tukey (P=0,05).

El porcentaje de supervivencia de las pupas parasitadas tratadas con los diferentes productos se comparó mediante un ANOVA y posterior separación de las medias con el test de Tukey (P=0,05).

Todos los análisis estadísticos se realizaron con Statgraphics Plus versión 5 (Manugistics, Inc. 2000).

 

 

Resultados

En la Figura 1 se muestra la toxicidad de los insecticidas convencionales y los compuestos biorracionales ensayados sobre adultos de mosca blanca. Se observa que los dos insecticidas convencionales produjeron las mortalidades más elevadas (F= 18,83, g.l.= 7;31, P<0.001), registrándose valores medios de 72 y 87%. Los dos compuestos a base de jabón potásico y el aceite mineral fueron menos efectivos, causando mortalidades de entre el 30 al 40%. Los productos que presentaron una toxicidad menor, inferior al 20%, fueron los dos que contenían extractos de algas (Agri Sea-Green® y Iber-Neem®).

En la Figura 2 se muestra la toxicidad de los insecticidas convencionales y los compuestos biorracionales ensayados sobre las larvas de mosca blanca. En todos los casos la mortalidad registrada fue menor al 60%. Cabe señalar que algunos de los productos clasificados como biorracionales presentan una mejor eficacia que los insecticidas convencionales (F= 7,80, g.l.= 8;26, P<0.001). Así, las mayores mortalidades se obtuvieron con el aceite mineral y el jabón Tec-Bom®. En cambio las más bajas (inferiores al 20%) se obtuvieron con las dos dosis de Actara® y con Iber-Neem®.

Ninguno de los productos ensayados produjo síntomas de fitotoxicidad sobre el cultivo.

Al evaluar el efecto de los productos biorracionales ensayados sobre la emergencia de los parasitoides adultos (Figura 3), se observó que Sunspray Ultrafine® y Tec-Bom® redujeron significativamente la supervivencia de los parasitoides (F= 5,55, g.l.= 4;47, P=0.001). Al analizar el efecto de los diferentes tratamientos sobre cada una de las especies de parasitoides presentes (Figura 4), se observó que la toxicidad de todos los productos ensayados sobre Er. mundus no fue significativamente diferente de la del control (F=0,16, g.l.= 4; 47; P=0,96). La emergencia de los adultos de En. formosa de pupas tratadas con Soapline® fue significativamente mayor que la emergencia de pupas tratadas con Tec Bom®, Sunspray Ultrafine® y Agri Sea-Green® (F=7,03, g.l.= 4; 47; P<0.001). Finalmente, En. pergandiella resultó muy sensible a todos los productos ensayados y emergieron menos adultos de esta especie de las pupas tratadas con cualquiera de los productos ensayados respecto al control (F=8,46, g.l.= 4; 47; P<0.001).

 

 

Discusión

Los resultados de nuestros ensayos indican que los productos más eficaces para B. tabaci en el cultivo de ponsetia son distintos según si el estado a controlar son adultos o larvas de mosca blanca.

En el caso de los adultos, los productos más efectivos, entre los ensayados, son los dos insecticidas convencionales (Actara® y Calypso®). En cambio para el control de larvas de mosca blanca, la eficacia de los llamados productos biorracionales (como jabones potásicos o aceites minerales) son similares, o incluso mayores, a los de algunos de los insecticidas convencionales, siendo por lo tanto una buena opción para reducir la población de estadios inmaduros y limitar la emergencia de nuevos adultos. Por lo tanto, estos productos biorracionales pueden ser de gran interés para controlar B. tabaci en el cultivo la ponsetia, máxime cuando su modo de acción es físico o mecánico y por lo tanto es más difícil que su uso genere resistencias en la plaga.

Debido a la gran dificultad de controlar B. tabaci, en muchos casos puede ser de gran ayuda integrar el control biológico y la utilización de insecticidas.

En este caso es vital escoger productos que siendo eficaces contra la plaga tengan un efecto mínimo sobre los enemigos naturales. Los insecticidas convencionales, son generalmente difíciles de integrar con el uso de enemigos naturales. Tanto tiametoxam como tiacloprid están clasificados como moderadamente tóxicos o tóxicos para los adultos de En. formosa y Eretmocerus sp. en las bases de datos de los efectos secundarios de los plaguicidas (Biobest 2008; Koppert, 2008). Sin embargo, los productos biorracionales podrían presentar un mayor potencial para compatibilizarlos con el uso de control biológico. Los resultados presentados en este artículo indican, que el efecto de estos productos sobre la fauna útil es muy variable y no debe ser menospreciado. Sobre algunas especies, como Er. mundus, el efecto es prácticamente nulo, mientras que para las dos especies de Encarsia evaluadas algunos de los productos ensayados producen mortalidades notables. Esta mortalidad diferencial entre las especies de parasitoides hace necesario saber cual es la especie que se está conservando o inoculando. De esta forma puede escogerse el producto más apropiado para controlar B. tabaci y afectar el mínimo la actividad de la fauna útil presente en el cultivo de ponsetia.

 

BIBLIOGRAFÍA

BELLOWS, T.S. JR, PERRING, T. M., GILL, R.J. y HEADRICK, D.H. 1994. Description of a species of Bemisia (Homoptera: Aleyrodidae). Annals of the Entomological Society of America 87: 195-206

Biobest N.V. 2008. http://www.biobest.be <http://www.biobest.be> (acceso: 15 de diciembre de 2008).

FENIGSTEIN, A., ELIYAHU, M., GAN-MOR, S. y VEIEROV, D. 2001. Effects of five vegetable oils on the sweetpotato whitefly Bemisia tabaci. Phytoparasitica 29(3):197-206

HOROWITZ, R., KONTSEDALOV, S., KHASDAN,V y ISHAAYA, I. 2005. Biotypes B and Q of Bemisia tabaci and their relevance to neonicotinoid and pyriproxyfen resistance. Archives of Insect Biochemistry and Physiology 58: 216?225.

Koppert B.V. 2008. http://www.koppert.nl/Efectos_Secundarios.html# (acceso: 15 de diciembre de 2008).

LIU, T.X. y STANSLY, P.A. 2000. Insecticidal activity of surfactants and oils against silverleaf whitefly (Bemisia argentifolii) nymphs (Homoptera: Aleyrodidae) on collards and tomato. Pest Management Science 56:861-866.

Manugistics, Inc. 2000. StatGraphics Plus version 5. Manugistics, Inc., Rockville, MD.

RÚA, P. DE LA, SIMÓN, B., CIFUENTES, D., MARTÍNEZ-MORA, C. y CENIS, J.L. 2006. New insights into the mitochondrial phylogeny of the whitefly Bemisia tabaci (Hemiptera: Aleyrodidae) in the Mediterranean Basin. Journal of Zoological Systematics and Evolutionary Research 44 (1): 25?33.

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