Son numerosos documentos de la Unión Europea (UE) que mencionan la Producción Integrada (PI) como uno de los sistemas de producción agraria que son sostenibles y que ayudan a la protección de la salud humana y del medio ambiente, especialmente a partir del lanzamiento, en 2002, de la estrategia temática para el uso sostenible de los plaguicidas (productos fitosanitarios, en realidad). Por ejemplo, en la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo (COM (2006) 372 final) sobre esta estrategia temática, se establece que "debe aumentar el porcentaje de tierra explotada según sistemas de cultivo con uso reducido o bajo de plaguicidas, como la Producción Integrada". La posterior y reciente Resolución del Parlamento Europeo, de 24 de octubre de 2007 (2007/2006(INI)) señala la necesidad de difundir las prácticas agrícolas que promueven el uso de dosis más bajas de productos fitosanitarios (entre otras, la Producción Integrada y la agricultura ecológica), para reducir su consumo general. No deja de ser un poco descorazonador que la Producción Integrada aparezca ligada sólo a la reducción del uso de productos fitosanitarios.
INTRODUCCIÓN
A pesar de lo mencionado en el párrafo anterior (que son sólo dos ejemplos), la Unión Europea no ha establecido una Directiva sobre Producción Integrada (al contrario de lo que sucede con la Agricultura Ecológica), ni parece que esté en sus planes hacerlo. Y ello a pesar de que se puede afirmar que existe un consenso generalizado entre los diversos actores de la PI en la necesidad de armonizar las directivas existentes en los países y regiones europeos, para facilitar el trabajo de los agricultores y técnicos y la identificación del producto por parte de los consumidores (véanse otras ponencias de este mismo simposio). Se han propuesto a la UE varias iniciativas, tanto desde el ámbito científico (Directivas de la Organización Internacional de Lucha Biológica e Integrada (OILB)) como del profesional (propuesta de la asociación AREFLH, que es objeto de otra comunicación en este simposio). Sí parece que la UE esté dispuesta a dar un primer paso en esta dirección, ya que entre las medidas contempladas en la estrategia temática se encuentran el fomento de la agricultura con un uso reducido de plaguicidas, la elaboración de normas comunitarias generales de Protección Integrada de Cultivos (PIC) que serán obligatorias a partir de 2014 y la elaboración de normas específicas de (PIC) para determinados cultivos, cuya aplicación por los países miembros, sin embargo, será voluntaria.
La Producción Integrada (o sólo la Protección Integrada de Cultivos) y la Agricultura Ecológica han sido dos de las medidas más importantes tenidas en cuenta por diversos países la UE en la implementación de las ayudas a las medidas agroambientales. Estas medidas agroambientales se han activado mediante contratos de 5 o 20 años al amparo de la regulación establecida en las normas (EEC) 2078/92 y EC 1257/99 para proteger el medio ambiente y mejorar el sector agrario mediante pagos directos a los agricultores. Su aplicación se ha concentrado en las áreas y ambientes más sensibles (aguas superficiales y subterráneas, parques naturales y zonas circundantes,...). La subvención varía entre menos de 100 a más de 900 ? · ha-1 · año-1, dependiendo de los países, de las técnicas, de los cultivos y de si existe o no un período de conversión.
Después de dos períodos de aplicación de las medidas agroambientales, la Producción Integrada ha recibido críticas por la dificultad de comprobar su aplicación efectiva y porque las diferencias entre la condicionalidad y la Producción Integrada son demasiado pequeñas. A pesar de estas críticas, la Producción Integrada aún es financiada dentro de varios planes de Desarrollo Rural nuevos. De nuevo, estos problemas están estrechamente relacionados con la ausencia de una regulación común en la UE y podrían ser evitados.
En cualquier caso, el apoyo agroambiental podría ser útil no como una compensación general por los esfuerzos de los agricultores, sino principalmente para promover la aplicación de la PI por primera vez o para implementar las normas de PI de más alto nivel (aplicación de las técnicas más caras o arriesgadas).
La regulación de la PI en la Unión Europea y en el resto de Europa es realizada, por lo tanto, por cada país. A continuación, se presenta un breve resumen de la actividad de la OILB y de la situación en varios países europeos.
Una normativa de PI fundamental, pero sin valor legal: la de la OILB
El esquema conceptual de la PI ha sido establecido por la OILB en 1977, en un primer impulso, y a partir de 1993, en el segundo y definitivo. No este el lugar de explicarlo, pero toda la información se encuentra en http://www.iobc.ch/. La gran mayoría de las normativas de PI existentes están inspiradas en los principios de la OILB e incluso, en algunos casos, la definición es aceptada literalmente en la normativa del país o de la región en cuestión. Pero la directiva de la OILB no establece sólo el marco teórico, sino que presenta las pautas para que una organización de agricultores las pueda aplicar en la práctica. Además, ha desarrollado herramientas para facilitar su aplicación y para evaluar el grado de cumplimiento de los agricultores individuales y de toda la organización. Dos organizaciones europeas (Trecoop en España y Tyflo en Francia) y una organización americana (Live en los EE UU) aplican las directrices de la OILB y tienen su reconocimiento oficial.
La Producción Integrada en Europa
En Europa coexisten sistemas de PI impulsados por las administraciones públicas junto con los sistemas más o menos cercanos a ella impulsados por organizaciones privadas. Se han publicado recientemente dos estudios sobre la situación de la PI de productos vegetales en Europa. El primero de ellos fue realizado por Agra CEAS Consulting para la Dirección General del Medio Ambiente de la Comisión Europea, en 2002. El segundo se refiere específicamente al caso de las frutas y hortalizas y fue realizado por la Universidad de Hohenheim para el gobierno alemán, en 2004. Un tercer estudio, realizado por el Dr. Andrigueto en 2008 está pendiente de publicación y se refiere a la PI tanto de productos vegetales como animales. La mayor parte de la información recogida en el presente artículo proviene de estas tres fuentes.
Aunque la gran variabilidad de las definiciones exigió de una primera parte de análisis de hasta qué punto un sistema determinado podía ser incluido en la categoría o no, el estudio de Agra CEAS identificó 10 sistemas de PI de productos vegetales (Integrated Crop Management o Manejo Integrado de Cultivos, en su terminología) en el ámbito de la investigación y 32 sistemas comerciales (aunque es muy posible que este número sea en realidad mayor). Entre todos los sistemas, 19 se referían a cultivos extensivos, 17 a cultivos frutales, 20 a cultivos hortícolas, 4 a viña y 3 a otros cultivos. Sin embargo, la mayoría de los sistemas referentes a los cultivos extensivos eran de investigación, mientras que la mayoría de los sistemas comerciales se referían a viña, cultivos frutales y cultivos hortícolas.
En cuanto a la situación en diferentes países de la Unión Europea de los sistemas impulsados por la administración, he aquí un breve resumen:
- Austria: La PI se basa en las directrices de la OILB y está incorporada dentro de las medidas agroambientales.
- Bélgica: La PI está legislada a nivel nacional, aunque está limitada a los cultivos frutales y a los cultivos protegidos.
- Dinamarca, Finlandia, Irlanda: No existe una legislación nacional, aunque existen guías de Buenas Prácticas Agrícolas que se aproxima bastante al concepto de PI.
- Francia: La PI se estableció en 1970 y, a pesar de un desarrollo más bien lento, ha evolucionado rápidamente en los últimos años. Los esfuerzos más recientes, tanto de la administración como de las organizaciones privadas, se han concentrado en desarrollar una definición común de la llamada "Agriculture Raissonnée", más cercana en realidad a las Buenas Prácticas Agrícolas que a la PI.
- Alemania: La legislación de la PI es regional. Hay al menos 10 directrices regionales para la PI de frutas y uva, basadas en la normativa de la OILB.
Debido al éxito en algunas regiones, los comercializadores comenzaron a presentar la fruta de PI como la "normal", lo que eliminó la posibilidad de asociar una valor añadido a la misma.
- Grecia: Sólo hay programas de PI a nivel experimental.
- Italia: Existen reglamentos en las regiones productoras de Emilia Romagna, Piemonte, Trento y Veneto, siendo la región Emilia Romagna la principal y más organizada.
- Portugal: Existe una legislación estatal desde 2007.
- Holanda: El uso del término PI en algunos sistemas gubernamentales se basa en los conceptos de agricultura sostenible. Sin embargo, el término más utilizado es el de Producción Ambientalmente Amigable y está extendido fundamentalmente en los cultivos hortícolas destinados a la exportación.
- España: Existe una legislación estatal desde 2002, que coexiste con las legislaciones de las Comunidades Autónomas.
- Suecia: No existe una legislación ni un aclara definición de PI, a pesar de lo cual, mucho elementos de PI se han incorporado a la agricultura convencional, como consecuencia de la preopcupación por el medio ambiente. Incuso, varias compañías especifican en sus contratos la necesidad de utilizar las técnicas de PI.
- Reino Unido: La mayor parte de las iniciativas de PI en el Reinuo Unido han sido realizadas por organizaciones privadas.
Es muy difícil encontrar estadísticas sobre la cantidad de PI que se certifica en los diferentes países de la Unión Europea. De todos modos, existe un consenso generalizado en que la influencia de la PI va mucho más allá de la superficie en la que se certifique, ya que se aplica en muchas más hectáreas. La aplicación de técnicas de PI tiene muchas ventajas medioambientales y algunas económicas, entre las que se han demostrado:
- Reducción de la lixiviación de productos fitosanitarios y de nitrógeno.
- Reducción de la contaminación del suelo por productos fitosanitarios y fertilizantes.
- Aumento de la biodiversidad.
- En general, menores costes variables de producción, como consecuencia del ahorro de productos fitosanitarios y fertilizantes.
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