¿De qué organismos y prácticas culturales hablamos?
Son organismos vivos utilizados para mantener los niveles poblacionales de una o varias especies perjudiciales por debajo de los umbrales de daño definidos.
En otras palabras, el empleo dirigido de organismos auxiliares contra organismos plaga.
El control biológico, desde el punto de vista de la sanidad vegetal y referido a un determinado cultivo o formación vegetal, comprende un conjunto de técnicas donde se incluyen no solo la aplicación de organismos vivos, sino también algunas otras técnicas en ocasiones denominadas parabiológicas: feromonas, trampas, liberación de machos estériles?. Frecuentemente se combina el control biológico con la aplicación de determinados productos fitosanitarios autorizados para el cultivo, sea incluidos secuencialmente en un protocolo de trabajo o solo si se hace preciso por una insuficiencia de los medios biológicos para mantener o restablecer al cultivo por debajo de los umbrales de daño. En este caso hablamos de "control integrado" y los agroquímicos utilizados presentan un perfil selectivo y conocido, no solo en cuanto a las especies diana o plaga, sino también en cuanto a su compatibilidad con la fauna auxiliar (efectos secundarios).
Los organismos de control biológico son una de las herramientas con mayor potencial de desarrollo futuro en la sanidad vegetal. Su aparente inocuidad frente a productos químicos de síntesis, su potencial respeto al medio ambiente y al mantenimiento de la biodiversidad, y la presumible ausencia de efectos colaterales destacables (residuos, fototoxicidad?), ha hecho que exista un creciente interés en esta herramienta que puede contribuir decisivamente al desarrollo de procedimientos de manejo agrícola y forestal sostenibles. En este artículo se pretenden presentar brevemente las conexiones entre estos medios auxiliares de la producción agrícola, disponibles comercialmente, y la normativa española vigente en relación a estos organismos.
Nos vamos a referir en realidad tan solo a una parte de estos organismos, los denominados macrobiológicos, más que nada por oposición a los microbiológicos.
Estos últimos, consistentes en organismos unicelulares o sus metabolitos y con categoría taxonómica de bacterias, hongos y virus, siguen habitualmente los mismos procesos de registro para su comercialización que los agroquímicos de síntesis, correspondiendo muchas veces a cepas específicas sujetas a patentes industriales. Su especificidad de acción y ausencias de riesgo les permiten ser incluidos en el Anexo I.
La inmensa mayoría de los macrobios comercializados en la actualidad se clasifican como artrópodos, siendo los ácaros e insectos los mejor representados.
Por su modo de acción se dividen en parasitoides (se multiplican a expensas del huésped plaga) o predadores (se lo comen sin más miramientos). Sin embargo, en los últimos años están creciendo las cantidades y el número de especies utilizadas de nematodos beneficiosos. Están al límite de la consideración macro, pero son fácilmente visualizables con la ayuda de lupas de más de 15 aumentos como pequeños gusanos. Se aplican en agua al modo de la pulverización de un producto inerte, y son capaces de penetrar en los organismos huéspedes por sus orificios corporales y destruirlos mediante la liberación de bacterias simbiontes. Al estar ligados al medio acuosos resultan más efectivos en aplicaciones a suelo o a determinados cultivos con hojas envainadoras, intersticios o de gran superficie foliar. En la actualidad se realizan numerosos ensayos para evaluar su eficacia frente a problemas fitosanitarios para los que aún no se aplican comercialmente.
Otro de los conceptos a presentar escuetamente, con implicaciones normativas, son las modalidades de las técnicas del Control Biológico:
- Clásico: Ante una plaga exótica se introducen de forma planificada enemigos naturales procedentes del lugar de origen de la plaga, igualmente exóticos. Suelen ser iniciados por centros públicos de investigación. De esta forma se han introducido 65 organismos en España desde 1908 (JACAS, 2006). La mayor parte de ellos han sido parasitoides (53) y muchos de ellos se han dirigido a plagas de cítricos, cultivo con larga tradición de control biológico. Como conclusión, los autores de este estudio mencionan la urgente necesidad de generar protocolos consensuados para evaluar a los organismos exóticos previamente a su introducción, extremando las precauciones para evitar una serie de riesgos inherentes derivados de un posible impacto negativo en el agrosistema, efectuando asimismo seguimientos posteriores a las sueltas.
- Aumentativo o inoculativo: Incrementamos de forma planificada las poblaciones de auxiliares presentes de forma natural en el cultivo o que podrían estarlo. Aunque fomentamos el mantenimiento de unas poblaciones estables de enemigos naturales, no necesariamente sobrevivirán para el próximo ciclo de cultivo. Se genera así una actividad comercial de suministro, que precisa una adaptación técnica al ámbito local mediante estudios de dosis de sueltas y fenologías. Es esta actividad comercial el principal objeto de la regulación normativa.
- Conservativo: Estimula la aparición, mantenimiento e incentivación de las poblaciones naturales de auxiliares mediante medidas indirectas (plantas reservorio, setos y otras medidas culturales para fomentar la biodiversidad?). En horticultura intensiva mediterránea existen varios proyectos públicos de investigación en marcha en este sentido, y se han realizado experiencias de gran interés en Cataluña (Macrolophus) y Almería (Coenosia). Desde la empresa privada también estamos implicados en la puesta a punto de estas prácticas, pues en nuestras condiciones, con fuertes oscilaciones de la presión de plagas, es preciso mantener siempre una población vigilante de auxiliares que pueda desarrollarse con rapidez. Es seguro que en los próximos años veremos diversificarse la técnica de las plantascría para multiplicar de forma preventiva a los enemigos naturales. En la actualidad está prácticamente restringida al uso de pulgones de cereales para la cría de avispas parásitas (Aphidius).
La producción y comercialización de organismos de control biológico es pues fundamentalmente una práctica "aumentativa". Se trata de una actividad compleja que precisa no solo de la multiplicación de los enemigos naturales, sino de un envasado en las condiciones adecuadas. Una logística correcta y el mantenimiento de la cadena de frío permitirá la viabilidad de los mismos durante el mayor tiempo posible, que raramente supera los diez días para algunos insectos (Diglyphus) y ácaros (Amblyseius swirskii). Los envases deben indicar el periodo recomendado de uso. Adicionalmente, controles de calidad aleatorios de los lotes a lo largo de la cadena comercial han de confirmar el número de individuos viables introducidos en cada una de las sueltas, para así poder guiar técnicamente con seguridad la implantación de los enemigos naturales en los cultivos. En resumen, y tomando como ejemplo a uno de los organismos más conocidos, el chinche antocórido Orius laevigatus, un "bote" de "bichos" se compone de 4 elementos:
a) Organismos auxiliares en distintos estadios: Adultos y ninfas de Orius laevigatus en este caso, en número de 1.000. Oscilaciones del 10% sobre la cifra indicada se consideran razonables (COEXPHAL, 2007), pero usualmente las cifras de individuos viables son superiores, pues se tiene en cuanta la mortalidad gradual que se produce a partir del mismo momento del envasado.
b) Soporte físico inerte: Cáscara de trigo sarraceno es el empleado para Orius. Vermiculita o serrín son otros soportes habituales.
c) Alimento: Huevos esterilizados no viables de lepidópteros (pequeñas polillas). Algunos ácaros, como A.swirskii o A.cucumeris, se suministran con alimento vivo constituido por ácaros saprófitos sin riesgo para el cultivo.
d) Envase: Bote de polietileno 200 c.c. con rejilla de ventilación y precinto de seguridad.
Actualidad y tendencias del control biológico en la horticultura intensiva española
Almería ha vivido en la campaña agrícola 2007- 2008 un cambio sin precedentes.
Más de 9.000 Has han venido a sumarse a las poco mas de mil existentes previamente, de un total de superficie invernada en la provincia en torno a las 27.000 Has. En toda esta superficie se adoptado el control biológico como medio prioritario para el control fitosanitario.
La mayor parte de esa superficie, unas 6.000 Has, corresponde a cultivos de pimiento, donde el control biológico ha permitido el control efectivo de la principal plaga, el trips, sin solución eficaz con los fitosanitarios autorizados.
Los niveles de éxito se han acercado al 95% según fuentes de los productores (Informe Coexphal. 2007). Aunque es indudable que la crisis comercial debida a la detección en la campaña anterior de una materia activa no autorizada, el isofenfosmetil, tiene relación con esta reacción, es importante resaltar que el cambio ha sido posible porque ha existido un trabajo previo por parte de los productores, las empresas de suministro de organismos auxiliares y la administración autonómica. Prácticamente todos los productores de pimiento incorporados en esta última campaña tenían conocimiento directo de alguna explotación con control biológico. De cara al futuro, el uso de auxiliares en este cultivo en Almería se plantea del mismo modo que el empleo de abejorros polinizadores en el tomate. El productor ha de decidir con quien contratarlo, se da por sentado que es la única alternativa válida.
Se han seguido así los pasos de Campo de Cartagena, otra zona de producción de pimiento donde desde hace más de seis años esta es también la técnica predominante. Pero en este caso el ciclo de cultivo se inicia en invierno y la imitación de los protocolos y dosis de suelta centroeuropeas resulta más evidente.
No en todos los cultivos se impone el control biológico a esta velocidad. La principal superficie hortícola en la provincia, el tomate, vive de cara a la próxima campaña una disyuntiva entre los deseos de directivos y comerciales en cooperativas y empresas, interesados en el crecimiento de superficies, y los productores individuales. Estos no acaban de ver una rentabilidad diferencial en el empleo de control biológico cuando hace aún muy pocos años muchos de ellos descubrieron que la presión de fitosanitarios a que se sometía este cultivo resultaba excesiva, y la combinación de buenas prácticas de aislamiento mediante mallas junto a la aplicación oportuna de productos blandos como jabones y aceites permitía un control aceptable de la mosca blanca. De hecho, las superficies en control biológico en zonas como la costa granadina han descendido en los últimos años. Dos son los retos técnicos planteados por el tomate: el control del trips, para el que no existen auxiliares definidos, y la implantación en un periodo breve de los parasitoides y predadores de la mosca blanca, particularmente el chinche Nesidiocoris tenuis. Esta última especie supone un caso particular, pues en algunos países está catalogada como plaga y se ha comprobado el pasado año que una población elevada supone un riesgo para los cultivos de calabacín y otras cucurbitáceas. Sin embargo es el auxiliar que más confianza despierta entre los productores. Las empresas de suministros comenzamos su producción a petición de los horticultores de Andalucía y Canarias, tras comprobar que sus poblaciones sustituían de forma natural a otro mírido emparentado, Macrolophus caliginosus, que es la especie que sigue utilizándose en los invernaderos de Cataluña y el cantábrico.
Del lado positivo, y a pesar de que otro de los tópicos que hemos venido manejando habitualmente es el de la asociación del control biológico a cultivos de ciclo largo, que permiten rentabilizar el periodo de implantación de los auxiliares, que suele alcanzar el mes, en 2008 nos hemos visto sorprendidos por la buen aceptación que han tenido los auxiliares para el cultivo de melón tras el arranque de pimiento. Su ciclo de cultivo no supera los tres meses, pero la introducción decidida de A. swirski y Aphidius ha permitido llevar a buen término la mayor parte de la superficie involucrada.
En todas estas producciones (tomate, melón, pepino, calabacín?) los porcentajes de penetración del control biológico han oscilado entre el 15 y el 25%, con tendencia a seguir incrementándose paulatinamente los próximos años, con algunos casos particulares como la berenjena, donde se espera para la próxima campaña un fuerte incremento de las superficies próximo al presenciado en el pimiento.
El suministro de organismos auxiliares a toda esta superficie ha supuesto un reto técnico y logístico para las empresas productoras, del que afortunadamente para todos se ha salido bastante bien parado. Aunque si lo expresamos en cantidades totales se han producido suficientes auxiliares para el suministro holgado de todos los invernaderos, las dificultades de planificación temporal, con retrasos excepcionales de plantación de hasta cuatro semanas, hicieron que durante un par de ellas las cantidades disponibles en el mercado fueran limitadas, aunque sin ocasionar graves repercusiones. En grandes cifras, la empresa Koppert Sistemas Biológicos ha suministrado en Almería auxiliares para unas 3.500 ? 3.800 Has, Biobest y Syngenta para unas 2000 cada una, y el resto de compañías (Certis, Agrobío, Bioplanet?) han asumido el resto. Como cifras económicas de referencia, el valor total en el mercado almeriense en la campaña recién terminada de Orius laevigatus habrá rondado los 14 ? 15 millones de euros y el de A. swirskii los 7 ? 8 millones.
Pero sin duda los principales beneficios económicos del control biológico en la horticultura almeriense no han sido estos. Como reflejó el conjunto del sector en Fruitlogística 2008, en Berlín, bajo el slogan "Almería por el control biológico", estos organismos están destinados a ser en los próximos años uno de los principales elementos diferenciadores en un mercado difícil y cada vez más competitivo y globalizado. Y aun más. Muy probablemente el fenómeno almeriense contribuya a "abrir las puertas del campo" y estimule la aplicación comercial de estas técnicas en cultivos al aire libre, cítricos, olivar, frutales, ornamentales?. En todas estas áreas ya existen proyectos de I + D en curso, públicos y privados, y es de esperar que se incentive su aplicación desde instancias administrativas. Si hace unos años el uso de auxiliares había de adaptarse a los agroquímicos empleados, es muy posible que en los próximos años veamos invertirse esta tendencia, como ya sucede en algunos cultivos intensivos.
En cuanto a las tendencias de uso en función del tipo de organismos, lo cierto es que se percibe una creciente preferencia por los predadores frente a los parasitoides. Su acción se visualiza con mayor rapidez, al actuar externamente y ser generalmente de mayor tamaño. Sin embargo, un control biológico efectivo implica siempre la participación de varios organismos con mecanismos de acción complementarios. Un buen ejemplo es el uso de N. tenuis (predador) y Eretmocerus mundus (parasitoide) contra mosca blanca (Bemisia) en tomate. Se tiende a incrementar las dosis del primero y reducir las del segundo, hasta niveles que suponen la cuarta o quinta parte de las dosis empleadas en Marruecos o el sur de Francia de E.mundus. Probablemente en un futuro esta tendencia se compensará por la mayor especificidad de los parasitoides, necesaria cuando los organismos potencialmente dañinos se diversifiquen en los cultivos y convivan con auxiliares emparentados sistemáticamente con ellos.
Por otro lado, los controles más estrictos de los candidatos de origen exótico también puede primar a los parasitoides frente a los depredadores, más polífagos y por tanto de mayor riesgo. En estos procesos de búsqueda y adaptación de organismos foráneos han de jugar un papel relevante los centros de investigación públicos, que poseen mayores facilidades para su importación.
El caso del nuevo ácaro plaga Tetranychus evansi y su predador Phytoseiulus longipes, originarios de Sudamérica, son un buen ejemplo de ello (FERRAGUT, 2007).
En todo caso, y puesto que la principal diferencia del recién estrenado control biológico en invernaderos del ámbito mediterráneo frente a los centroeuropeos es su interacción con el medio ambiente circundante, resulta claro que la gran tarea pendiente es el control biológico por conservación y la potenciación de las poblaciones de auxiliares locales, en combinación con las sueltas comerciales, para incrementar los niveles de seguridad fitosanitaria. Y la identificación de nuevos roles de control de plagas en los organismos auxiliares autóctonos existentes, en función de su manejo. Un buen ejemplo muy actual es el control que puede ejercer el mírido N. tenuis frente a la plaga exótica de reciente introducción Tuta absoluta, un nuevo peligro para el tomate (URBANEJA, 2007).
Procedimientos de autorización y registro
Los organismos de control biológico están reglamentados como medios auxiliares de la producción agrícola a partir de la Ley 43/2002 de Sanidad Vegetal (BOE, 2002). Dicha Ley dedica su Capítulo IV del Título III, en particular el artículo 44, a los Medios biológicos de defensa fitosanitaria:
Artículo 44. Medios biológicos.
1. La introducción en el territorio nacional, distribución y liberación de organismos de control biológico exóticos requerirán la autorización previa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, previo informe del Ministerio de Medio Ambiente sobre el posible impacto ambiental y afección a la biodiversidad, tanto cuando su fin sea la realización de ensayos de campo para investigación y desarrollo, como cuando sea la liberación para control biológico o su utilización como producto fitosanitario biológico, de conformidad con la normativa que reglamentariamente se establezca.
2. La cría o producción y la distribución, comercialización y liberación de organismos de control biológico no exóticos requerirá la comunicación previa al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, conforme a las normas que reglamentariamente se establezcan.
3. Las autorizaciones a que se refiere el apartado 1 y las comunicaciones previas a que se refiere el apartado 2 se inscribirán en el Registro Oficial de Productos y Material Fitosanitario.
A partir de este momento fue preceptiva la comunicación al Ministerio de Agricultura de los organismos de control biológico comercializados no exóticos (Art.44.2), prácticamente la totalidad del catálogo de las empresas del sector.
Unos años antes ya habíamos renunciado voluntariamente a la comercialización de algunas especies de uso menor como los coccinélidos Harmonia axyridis, de origen asiático o Hippodamia convergens, nativo de Norteamérica, sustituyéndolo por especies europeas de amplia distribución (Adalia). La única excepción por el momento la constituye el ácaro fitoseido A. swirskii, cuyas citas bibliográficas corresponden a la zona oriental del mediterráneo (Egipto, Yemen, Israel, Asia Central) y por tanto, es un organismo exótico en España, pero que ha jugado y juega un papel de gran importancia en los programas de control biológico de pimiento, pepino o melón. Volveremos sobre este organismo más adelante al tratar sobre los procedimientos relacionados con los organismos exóticos incluidos en el Art. 44.1.
El 24 de mayo de 2007 se promulga la Orden APA/1470/2007, por la que se regula la comunicación de comercialización de determinados medios de defensa fitosanitaria (BOE, 29/05/2007). Viene a desarrollar el punto 44.2 de la Ley de Sanidad Vegetal y concreta la información técnica y comercial que debe adjuntarse a la mera comunicación anterior. Los organismos de control biológico constituyen una de las dos categorías de productos incluidas en la mencionada Orden, y las comunicaciones deben dirigirse directamente al Ministerio de Agricultura, Subdirección General de Medios de Producción Agrícola. La otra categoría está constituida por trampas, atrayentes y "productos no fitosanitarios que puedan favorecer que los cultivos desarrollen vigor o resistencias frente a patógenos, o a condiciones ambientales adversas, o permitan mitigar de otra forma los estragos que puedan causar". En este caso se comunican al órgano competente de la Comunidad Autónoma donde se localiza el comercializador, y desde allí se dirigirán al Ministerio. Esta categoría, a modo de cajón de sastre, ha venido a recoger el gran número de productos de diversa índole (botánicos, adhesivos, mojantes?) empleados en relación con el manejo de plagas en el cultivo pero no registrados como productos fitosanitarios. Para ambos tipos de productos (organismos e inertes) se debe de informar exhaustivamente en cuanto a denominación, etiquetado, instalaciones de producción, contaminantes, control de calidad, ensayos de eficacia de existir y descripción detallada instalaciones de producción. Para los organismos de control biológico se ha de reportar de forma específica la identificación taxonómica, organismo que controla, morfología, biología, ecología, especificidad de hospedadores y/o presas, enemigos naturales del organismo y modo de acción. Tras la aprobación del dossier presentado y el abono de las correspondientes tasas el organismo en cuestión será inscrito en el Registros de Productos Fitosanitarios y Afines.
Los organismos exóticos presentan una reglamentación más compleja y exhaustiva.
El Ministerio de Agricultura continua manteniendo la potestad de autorización y registro, pero es preceptivo el informe del Ministerio de Medio Ambiente previo a las liberaciones de los organismos, sean experimentales o comerciales.
Actualmente no existe un protocolo y unas normas reglamentarias que fijen el camino técnico y legislativo de forma armonizada, y el proceso se basa en una rutina a veces no suficientemente clara para los participantes. Legislativamente, en principio el organismo importador debería solicitar el permiso pertinente al organismo competente de la Comunidad Autónoma donde se pretende hacer la experiencia o la suelta controlada, y este elevarla al Ministerio de Agricultura junto a un dossier técnico. El análisis de dicho dossier por el MAPYA (Dirección General de Agricultura) y su trámite paralelo al Ministerio de Medio Ambiente (Dirección General para la Biodiversidad) para el análisis de impacto medioambiental y en la biodiversidad, daría como resultado los elementos que permitieran al MAPYA establecer un dictamen razonado, y comunicárselo al organismo solicitante y a la Comunidad Autónoma concernida.
No está definido el dossier técnico que debe acompañar a las solicitudes. A falta de una normativa oficial sobre el tema, el principio de precaución aconseja que se use como modelo alguna de las guías de organismos internacionales que han trabajado sobre estos aspectos:
- 1996. FAO. La Secretaría de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) publica, en el marco de su serie Normas Internacionales para Medidas Fitosanitarias (reglamentación para la importación) el Código de Conducta para la Importación y Liberación de Agentes Exóticos de Control Biológico.
- 2000. NAPPO (Organización norteamericana de protección de las plantas, que agrupa a Canadá, Estados Unidos y México). Normas Regionales sobre Medidas Fitosanitarias.
- 2001. IBMA. Asociación Internacional de productores de organismos de biocontrol, de la que forman parte las principales empresas de producción de organismos de control biológico.
- 2002. EPPO (European and Mediterranean Plant Protection Organization): Producción de tres documentos de tipo no regulatorio, sino a nivel de recomendaciones: Primera importación de organismos exóticos de control biológico bajo condiciones confinadas / Importación y liberación de organismos exóticos de control biológico / Listado de organismos de control biológico empleados con regularidad en la región EPPO.
- 2003. Guía de requisitos de información para la regulación de agentes invertebrados de control biológico (OECD, 2003). Esquema técnico legal que complementa la normativa FAO antes comentada a escala europea, y podría servir de base a posteriores desarrollos reglamentarios nacionales o de la Unión Europea.
EPPO PM 6/1 (1): First import of exotic biological control agents for research under contained conditions (EPPO, 2002)
EPPO PM 6/2 (1): Import and release of exotic biological control agents (EPPO, 2002a)
EPPO PM 6/3 (2): List of biological control agents widely used in the EPPO región (EPPO, 2002b)
Ante la situación de un cierto vacío legal, tanto en nuestro país como a nivel internacional, la demanda de productores y distribuidores canalizada a través del IBMA (International Biocontrol Manufacters Association) se ha concretado en diversos documentos de trabajo, y en la constitución, bajo el ámbito de la Sección Paleártica Oeste de la IOBC (Organización Internacional de Lucha Biológica) de la Comisión para la armonización de los agentes invertebrados de control biológico (CHIBCA). Sus objetivos pueden resumirse en:
- recoger la información sobre el estado de los requisitos de reglamentación en los países.
- organizar un taller con los países, usuarios y productores.
- producir un documento compilador de las normativas, guías y recomendaciones existentes (FAO, EPPO, OECD).
- actualizar y mejorar la lista EPPO de organismos seguros de uso extensivo (EPPO PM 6/3(2)).
- proporcionar una plataforma de consulta e intercambio de información entre los países.
- proponer un grupo permanente de expertos consultor para la reglamentación de organismos de control biológico.
No nos extenderemos aquí en todas estas disposiciones reglamentarias y recomendaciones.
Solo mencionaremos que, lógicamente, la información a presentar para la comercialización de organismos de control biológico (OCB) exóticos ha de ser mucho más exhaustiva y comprende como especificidades procedimientos de operación normalizados durante las cuarentenas, información detallada sobre origen geográfico, ecología, capacidad de dispersión, control biológico del propio controlador, taxones relacionados o próximos en las zonas de introducción que pudieran hibridarse con el OCB?y, por supuesto, una justificación muy bien razonada de la necesidad del OCB donde se plantea introducir.
En el caso de A.swirskii, un organismo de la mayor importancia para la práctica actual del control biológico en el sur de la península ibérica, se han realizado ensayos sobre el Impacto Ambiental de sus liberaciones, tanto de forma directa como indirecta, por competencia con los OCB existentes previamente.
Para finalizar el artículo, hemos de mencionar que algunas comunidades autónomas (Canarias) se rigen por una normativa fitosanitaria específica, propia de su ubicación geográfica y la consideración externa a la CEE desde el punto de vista aduanero. A diferencia de lo que sucede a nivel europeo, los OCB precisan de certificados zoosanitarios para su entrada. Además, es preciso que la Delegación del Gobierno (Dependencia del MAPYA) en Canarias, autorice específicamente la importación de los organismos en cuestión, contando con los informes de la Consejería de Medio Ambiente de la comunidad autónoma. Se pretende con ello salvaguardar la biodiversidad de las islas, ecológicamente frágiles. Existe un listado (Biota) que describe los organismos presentes en las distintas islas, y la argumentación de las empresas productoras de OCB debe dirigirse a la justificación científica (bibliografía, muestreo) de la presencia de los organismos en cuestión.
Así se hizo con el díptero predador de ácaros Feltiella acarisuga, que era confundido por los productores de tomate con una plaga, y se efectúa en la actualidad con los nematodos del género Steinernema. Sin embargo, con Eretmocerus eremicus y A.swirskii se ha llevado acabo una política de hechos consumados.
Por último, por sus implicaciones con la comercialización de organismos de control biológico, mencionaremos el planteamiento de algunas empresas de patentar asociaciones de organismos y técnicas de producción, como es el caso de A. swirskii y los ácaros de los que se alimenta. Es muy posible que en este año se conozca si esta será una vía de futuro o no para el sector comercial de suministros de OCB. Existen precedentes, como es el caso de la patente vigente en el Reino Unido en relación al uso del género de nematodos Phasmarhabditis contra babosas y caracoles, aprobada hace unos diez años, pero es evidente que la sensibilidad social en relación a la propiedad intelectual del patrimonio biológico y la diversidad ha cambiado mucho en este periodo.
BIBLIOGRAFÍA
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EPPO, 2002a: EPPO Standards, Safe use of biological control. EPPO Bulletin 32 443-445. Paris.
EPPO, 2002b: EPPO Standards, Safe use of biological control: List of biological control agents widely used in the EPPO region. EPPO Bulletin 32 447-461. Paris.
FERRAGUT. F. Relaciones entre ácaros, plagas y depredadores en cultivos hortícolas. Situación actual y perspectivas. Jornadas sobre Control Biológico, Junta de Andalucía, Biobest, Cajamar, Coexphal & F&H. Almería 12 Y 13 de diciembre 2007
IBMA, 2001: Guidance for Registration Requeriments for IBCAs. In: http://www.ibma.ch
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Secretaría de la Organización Norteamericana de Protección a las Plantas, 2000: Directrices sobre la Petición para la Liberación de Agentes Entomófagos Exóticos para el Control Biológico de Plagas. Normas Regionales de la NAPPO sobre Medidas Fitosanitarias (NRMF) 12. Otawa.
URBANEJA. A. Tuta absoluta, una nueva amenaza para los cultivos hortícolas. Jornadas sobre Control Biológico, Junta de Andalucía, Biobest, Cajamar, Coexphal & F&H. Almería 12 y 13 de diciembre 2007.
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