Durante estos últimos años la incidencia de los parásitos en del viñedo se ha caracterizado por la normalidad, es decir no han aparecido plagas y enfermedades nuevas, si exceptuamos focos aislados de la Flavescencia dorada, el tornillo de las cepas, el mosquito verde, las enfermedades de madera en plantas jóvenes, y algún que otro parásito puntual.
La estrategia de lucha contra los parásitos ha estado dirigida en reducir el número de tratamientos realizándolos en el momento oportuno de acuerdo con la evolución de cada uno de ellos y las condiciones climáticas existentes, aplicando los modelos de predicción siempre que ha sido posible.
A continuación se indica la evolución de los parásitos del viñedo durante estos 20 años, que han tendido una incidencia importante en el cultivo y/o en su forma de control.
Plagas
Su evolución a lo largo de estos últimos años ha sido normal, dependiendo de las condiciones climáticas de cada año. No obstante, alguna de ellas, presentes en el viñedo sin causar daños, se han convertido en plagas por la utilización indiscriminada de insecticidas agresivos a la fauna auxiliar.
Polilla del racimo (Lobesia botrana Den. y Shiff.)
La evolución ha sido a utilizar productos insecticidas poco agresivos: biológicos, reguladores de crecimiento, miméticos de la ecdisona, alteradores de la quitina, etc., y principalmente el método biotécnico de la confusión sexual. Durante estos últimos años se está trabajando en reducir el nº de difusores a colocar por Ha en confusión sexual una vez que el nivel de plaga ha disminuido por debajo de unos umbrales que se han de establecer.
Piral (Sparganothis pilleriana Schiff)
Suele ser una plaga cíclica en cuanto a su presencia a nivel de plaga. Durante esta última década ha aumentado su presencia en los viñedos del valle del Ebro, localizándose también en racimo, además de la hoja. Se está trabajando para poner a punto la técnica de la confusión sexual.
Trips (Frankiniela occidentales Per.)
Desde 1990 es necesario realizar tratamientos para controlar sus daños, principalmente en uva de mesa ya que la deprecia comercialmente. Se localiza sobre todo en los viñedos mediterráneos.
Melazo (Pseudococcus citri, Risso)
Plaga característica de las zonas de producción de uva de mesa que incide muy directamente en la calidad del racimo, que a veces se tiene que destinar a vino o alcohol. Últimamente también se está constatando en presencia en viñedos de uva para vinificación del interior del país.
Mosquito verde (Jacobiasca lybica Ber. y Empoasca vitis Göthe)
Ha aumentado considerablemente su nivel de población en la mayoría de los viñedos españoles, sobre todo en el Valle del Ebro y viñedos del Mediterráneo, donde es necesario realizar varios tratamientos para controlar sus daños y que no provoque defoliación prematura, que ocasiona una perdida de calidad de las uvas obtenidas.
Tornillo de las cepas (Xylotrechus arvicola Ol.)
Ha estado siempre en los viñedos sobre madera vieja sin causar daños, pero hacia el año 2000 se manifestó de forma alarmante en algunos viñedos de Castilla y León afectando a madera joven., obligando a realizar tratamientos específicos para su control. Actualmente su presencia ha disminuido.
Castañeta (Vesperus xatarti Duf.)
Afectando fundamentalmente desde 1996 a los viñedos de uva de mesa del Mediterráneo, aunque se encuentra presente en todas las zonas vitícolas de España.
Mosca del vinagre (Drosophila melanogaster Meigen) y Mosca de la fruta (Ceratitis capitata Wied.)
En años de climatología favorable causan daños importantes ya que la eficacia de los productos es limitada, por ello se está poniendo a punto durante los últimos años su control mediante capturas masivas en mosqueros.
Ácaros
Tetraniquidos
A partir de 1990 sus niveles de poblaciones han aumentado de forma considerable debido principalmente a la utilización de productos agresivos contra otras plagas que han reducido la población de la fauna auxiliar. Destacan la araña amarilla (Eotetranychus carpini Oud.) en las zonas más frescas del Norte de España y araña amarilla común (Tetranychus urticae Koch) y araña roja (Panonynchus ulmi Koch) en los viñedos del Sur.
Eriofidos
La acariosis (Calepitrimerus vitis Nal.) continúa causando daños en los viñedos del Norte, sobre todo en años que el desborre de la vid se realiza de forma lenta debido a las bajas temperaturas. Así mismo, en 1993 hubo un rebrote importante del ácaro de la roña (Brevipalpus lewisi McGregor) en los viñedos manchegos.
Enfermedades
Mildíu (Plasmopara vitícola Berl. y de Toni)
Enfermedad endémica de los viñedos del Norte, pero que en años de climatología favorable (lluvias continuas y abundantes) puede ocasionar daños en todas los zonas, como ocurrió en 1988 y este año 2007. No obstante, la existencia de productos eficaces favorece su control, si son aplicados adecuadamente de acuerdo con sus características. Últimamente, existen estaciones meteorológicas automáticas que llevan incorporadas un modelo de predicción de su evolución que facilita su lucha, pero que es necesario validarlos para cada zona vitícola.
Oídio (Uncinula necator Burr.)
Enfermedad endémica en todas las zonas vitícolas que todos los años requiere realizar tratamientos específicos contra ella, pero que no suele causar daños debido a la eficacia de los productos existentes si son aplicados adecuadamente sobre todo en los momentos más sensibles (entre floración y grano tamaño guisante).
Podredumbre gris (Botrytis cinerea Pers.)
Enfermedad difícil de controlar cuando se producen lluvias durante el período de maduración de la uva, debido principalmente a que la eficacia de los productos no es tan alta como en el caso del mildíu y el oidio. Durante los últimos años, se han realizado ensayos con medidas culturales (desnietado, deshojado y conducción en espaldera) que facilitan la aireación de los racimos y la penetración de los productos cubriendo bien los racimos proporcionando un aumento de eficacia en su control. También han aparecido otro tipo de podredumbre secundarias, sobre todo en uva de mesa, ocasionados por los hongos Aspergillus, Alternaria, Rhizopus, Cladosporium y Penicillium, que son de más difícil control debido a la baja o nula eficacia de los fungicidas existentes actualmente.
Enfermedades de madera
Durante estos últimos años se han comprobado que las típicas enfermedades de madera yesca y eutipiosis que se les relacionaba con los hongos Stereum hirsutum Pers. y Phellinus igniarius Fr. y Eutypa lata Tul. son causadas por un complejo de hongos entre los que cabe destacar Fomitiporia punctata y el género Botryoshaeria, además de los citados anteriormente. La prohibición del arsenito sódico, producto que tenía cierta acción de contención sobre estas enfermedades, ha agudizado el problema al no existir otros productos eficaces cuando ya se han manifestado, es decir curativos.
Además, las prospecciones realizadas en campo y en vivero sobre plantas jóvenes de vid, así como los aislamientos realizados en laboratorio, confirman la presencia de otras enfermedades de madera: enfermedad de Petri, causada por Phaesacremonium aleophilum y Phaemoniella chlamidospora, y el pie negro, causado por Cylinfdrocarpon spp. Los productos autorizados contra estos hongos deben aplicarse desde los primeros años de plantación sobre los cortes de poda. La utilización de la termoterapia por inmersión en agua caliente durante un cierto tiempo de las plantas jóvenes de vid antes de comercializarse, técnica puesta a punto últimamente, controlan gran parte de los hongos indicados y puede ser una técnica a utilizar en vivero para proporcionar al agricultor plantas más sanas respecto a este complejo de hongos.
Fitoplasmas
En el año 1996 se detectó en Girona (Alt Ampurdá) la presencia de Flavescencia dorada (FD), enfermedad de cuarentena, así como su insecto vector Scaphoideus titanus Ball. Se arrancaron y quemaron los viñedos afectados, así como controlado el insecto vector mediante tratamientos insecticidas, considerando actualmente el foco controlado. En el resto de las zonas vitícolas españolas se hacen todos los años prospecciones con resultados negativos.
Otra de las fitoplasmosis de la vid es Madera negra (BN). A partir del año 2000 ha aumentado su presencia en los viñedos del Valle del Ebro, principalmente en la variedad Garnacha, aunque también pueden ser afectadas otras variedades.
No existen tratamientos específicos contra fitoplasmas, por lo que se deben controlar los insectos vectores, pero en este caso son varios, el principal Hyaloptes obsoletus Sign., que al ser polífago y encontrarse principalmente en las malas hierbas de los bordes de los viñedos dificulta su control.
Futuro de la sanidad en vid
Aunque es difícil predecir el futuro, me atrevería a decir que la problemática fitosanitaria en el viñedo irá encaminada a realizar una protección integrada adecuada, dentro de una producción integrada, con el fin de obtener unas uvas con menos residuos de productos fitosanitarios, respetando la fauna auxiliar autóctona y empleando los medios biotécnicos, técnicas culturas, capturas masivas de adultos mediante mosqueros, etc. siempre que sea posible. Los técnicos tienen bastante que decir y hacer en este campo.
En cuanto a los parásitos que afectan a la vid y debido a la mecanización del cultivo en uva de vinificación conducida en espaldera (prepodadoras, trituradoras de sarmientos, deshojadoras, vendimiadoras mecánicas,?) es de esperar un recrudecimiento de los hongos de madera. También los ácaros, sobre todo los tetraniquidos, pueden seguir causando problemas si se suceden los inviernos benignos y los veranos calurosos. La incidencia de las enfermedades típicas mildíu, oidio y podredumbre gris, dependerán de las lluvias que se produzcan durante el ciclo vegetativo de la vid y su coincidencia con los momentos más adecuados del desarrollo de cada hongo.
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