INTRODUCCIÓN

Otra nueva campaña la climatología ha sido el factor más influyente en el comportamiento biológico de los diversos patógenos y/o fisiopatías que suelen afectar a los cultivos que evolucionan anualmente en Navarra.

Como dato informativo comentar que actualmente en Navarra existen las siguientes Normativas en vigor de Producción Integrada:

Cultivos Extensivos: Cereal de invierno y Arroz.

Frutales: Manzano y peral, Melocotonero y nectarino.

Hortícolas: Alcachofa, crucíferas, espárrago, lechuga, tomate en invernadero y tomate de industria.

A continuación se exponen los comentarios agronómicos e incidencias fitosanitarias mas destacadas de los cultivos más importantes en Navarra, así como temas de interés relacionados con el mundo de la Sanidad Vegetal ocurridos en la campaña 2006.

 

Cereales

La superficie de cultivos herbáceos alcanzó 237.500 ha, de las cuales 195.000 ha se dedican a cereales de invierno que se reparten, el 55% se dedica a la cebada, el 28% al trigo blando, un 6% a la avena que ha experimentado un notable aumento de superficie y un 5% ha trigo duro que por el contrario ha bajado.

En trigo blando la variedad más sembrada es Berdún y en cebada es Hispanic.

Desde el punto de vista técnico y medioambiental lo ideal sería que se cultivaran dos tercios de cereal y un tercio de cultivos alternativos ó barbecho, pero todavía se está lejos de esa distribución.

Un otoño lluvioso que no fue problema para sembrar, favoreció las nascencias en todas las zonas. Desde final de otoño hasta el inicio de la primavera las lluvias fueron escasas pero oportunas y las temperaturas fueron bajas con repetidos periodos de heladas por lo que al final del invierno encontramos un importante retraso vegetativo.

Se continuó con una primavera muy cálida (entre las 5 más cálidas de los últimos 25 años) que provocó un crecimiento acelerado de los cultivos y un adelanto considerable de la recolección. Las lluvias de la primavera se repartieron irregularmente con un periodo seco en la fase de llenado de grano, que se hizo notar mas en los trigos que en las cebadas que estaban más adelantadas.

Los resultados de la cosecha han sido normales en la zona norte, buenos en la zona media y una vez más, afectados por la sequía en la zona sur.

Desde el punto de vista sanitario no ha sido un año especialmente problemático, pero se podrían matizar algunos puntos interesantes en los apartados de plagas, enfermedades y malas hierbas.

En plagas volvió a observarse la presencia del pulgón Rhopalosiphum padi, transmisor del virus del enanismo amarillo de la cebada (BYDV), que afecta principalmente a la cebada de ciclo largo en las zonas consideradas endémicas.

Los muestreos que se realizan anualmente sobre "ricios" al final del verano, mediante test Elisa, suelen ser indicativos de la posible problemática de la nueva campaña, sin embargo cuando los resultados son negativos, no son un seguro de que en esa campaña no aparecerá virosis, como ocurrió la pasada campaña.

Al mismo tiempo el ITG Agrícola continúa sus ensayos, evaluando y comparando variedades de cebada para comprobar su tolerancia al virus cuando se siembran en fechas precoces, y fechas de pulverización con piretroides para determinar el momento de tratamiento. En esas zonas se aconseja utilizar variedades tolerantes tipo Naturel en las siembras más tempranas, y retrasar la fecha de siembra a final de octubre de las variedades sensibles. Cuando se observa la presencia de pulgones, vectores del virus, se recomiendan pulverizaciones con piretroides autorizados en el estado entre 3 hojas e inicio de ahijado, bien solos o en mezcla con herbicidas. Puntualmente aparecen daños de lema Oulema melanopa, sobre todo sobre avenas o cebada en siembra tardía en las zonas más húmedas del norte. Aprovechando esta situación se realizó un ensayo donde se vio que el rendimiento en grano era superior en las parcelas tratadas y que este era de mejor calidad (peso de mil granos y peso específico), pero sin diferencias significativas con el testigo.

En enfermedades, el habitual problema de "espigas blancas" en trigo, ocasionado por hongos que afectan al cuello y raíz de las plantas, sobre todo por Tapesia spp. y la roya parda como enfermedad foliar, no fueron problemáticos quizás por la escasez de lluvias de la primavera. Ya son varias campañas con muy escasa incidencia de enfermedades.

Con relación a las malas hierbas, en los últimos años, se están observando en ciertas zonas cerealistas de nuestra Comunidad, algunos problemas en el control químico de determinadas especies de malas hierbas como amapola (Papaver rhoeas), bromo, (Bromus diandrus), vallico (Lolium rigidum) y ballueca

(Avena sterilis). En el caso de la amapola es clara su resistencia al grupo herbicida de las sulfonilureas (Granstar, Posta,..) y la estrategia de lucha se basa en utilizar herbicidas de otras familias (metribucina, diflufenican, derivados de la urea, HBN y hormonales principalmente). Se ha comprobado la resistencia del vallico a los herbicidas del grupo de los fop (Topik, Iloxan, Puma) o de los dim (Splendor). Las estrategias se basan en medidas culturales, laboreos, retraso de la fecha de siembra y finalmente el empleo de herbicidas de otras familias (carbamatos, derivados de la urea y sulfonilureas). También se encuentran poblaciones de ballueca resistente a este mismo grupo de herbicidas. En este caso, a la única solución existente hasta la fecha (imazametabenz) se le añaden los antigramíneos del grupo de las sulfonilureas (mesosulfuron hasta la fecha).

Pero el problema no esta resuelto pues este último herbicida solo es aplicable en trigo e imazametabenz desaparecerá próximamente del Registro europeo con lo que no se puede controlar este biotipo de ballueca en el cultivo de cebada.

Además hay que tener en cuenta que en los cultivos alternativos es habitual el uso de herbicidas de estos grupos, de los fop (Agil, Fusilade, Galant) o de los dim (Focus, Aramo, Centurión), hecho que aumenta el riesgo de crear y/o aumentar esas resistencias. El bromo se presenta cada vez más frecuentemente en los bordes de las parcelas, e incluso por toda la parcela en algunos casos. La reducción de los laboreos y el adelanto de la fecha de siembra podrían ser las causas que lo han favorecido. En este caso ya existen dos soluciones interesantes (sulfosulfuron y mesosoulfuron) pero que únicamente son selectivos de trigo, cuando el mayor problema se encuentra en la zona media de Navarra donde el cultivo predominante es la cebada.

Otras adventicias cada vez más frecuentes son los alpistes (Phalaris paradoxa, P. brachistachis y P. minor) y la vulpia (Vulpia sp.) que se suman a la cola de zorra (Alopecurus myosuroides) en las zonas más lluviosas principalmente.

 

Cultivos alternativos de secano

Los cultivos alternativos guisante, habas, veza, colza y girasol, con 8.000 ha, han perdido superficie en detrimento de la avena que en muchas zonas se considera un cultivo alternativo más. Guisante y Girasol son los que más superficie pierden.

La superficie de colza sigue en mínimos con 400 ha y otro cultivo de la misma familia Brassica carinatadestinada a biomasa apenas ocupa 25 ha después de unos años en que el rigor del invierno sea determinante en el resultado final de la cosecha.

En sanidad vegetal además de los limacos gris (Deroceras reticulatum) y negro (Arion ater) en las fases iniciales de implantación del cultivo, cada vez son más comunes los gorgojos, tanto del tallo (Ceuthorrynchus napi) como el de las silicuas (Ceuthorrynchus assimilis), siendo más preocupante este último, pues sus orificios de puesta y alimentación en las silicuas de la colza son utilizados por otra plaga, el mosquito o cecidomia (Dasyneura sp) que en algunos casos ha llegado ha producir pérdidas de hasta el 50% de la cosecha.

La superficie dedicada a guisante proteaginoso fue de 3.800 ha aproximadamente lo que demuestra su claro descenso (35%). Las habas para grano sin embargo recuperan lentamente superficie no obstante apenas llegan a las 800 ha.

Van ocupando las tierras arcillosas del norte de la Comunidad, no demasiado apropiadas para el guisante y donde anteriormente había sido un cultivo tradicional.

Los ataques de sitonas (Sitona lineatus) siguieron produciéndose como otros años y se recurrió a tratamientos para su control. En primavera aparecieron los ataques de pulgón verde Acyrtosiphon pisum en guisante y pulgón negro Aphis fabae en habas. Solamente en algunas fincas se realizaron tratamientos insecticidas. Cuando las poblaciones son elevadas es rentable el tratamiento insecticida, pero cuando la temperatura después de la floración es elevada y se acorta la fase de llenado de grano, los tratamientos no se rentabilizan. En la medida que se adelantan las fechas de siembra, las enfermedades tipo alternaría son más frecuentes, si bien no es frecuente realizar tratamientos. Las variedades que se van introduciendo en los últimos años Lucy, Cartouche son más resistentes al frío por lo que se ven menos afectadas por bacterias que prácticamente no han tenido incidencia en la última campaña.

La veza villosa para grano reduce su superficie a la mitad, tendencia que viene siendo norma en los últimos años y no alcanza las 300 ha cultivadas.

Por el contrario la veza sativa para forraje aumenta un 44% su superficie hasta casi 700 ha. Solamente en primavera y en vezas para semilla, se intervino químicamente contra pulgón Aphis craccivora.

En lo relacionado con malas hierbas, en casi todos estos cultivos se utilizan herbicidas de presiembra o preemergencia y si es necesario, con herbicidas específicos contra gramíneas en postemergencia, con el fin de reducir estas poblaciones para los cereales siguientes.

 

Maíz

La superficie dedicada a este cultivo justamente supera las 10.000 ha lo que supone una reducción de casi 20% respecto a la última campaña y un 35% sobre la superficie sembrada dos años antes, la menor superficie sembrada en los últimos 20 años. Los cambios en la Política Agrícola sumados a los malos rendimientos de las últimas campañas junto con los bajos precios percibidos y los elevados costes de producción explican esta caída en picado. La campaña ha sido cálida por lo que la recolección se adelantó respecto a las fechas habituales y pese a las lluvias del otoño se efectuó con normalidad. El rendimiento medio, aunque supera los 8.000 kg/ha, se mantiene en la línea de las últimas campañas pero se queda muy por debajo del potencial de las nuevas variedades.

El maíz forrajero con casi 2.500 ha reducido 6% la superficie, la mitad de ellas en los secanos lluviosos del norte se mantienen estables mientras que se reduce un 10% la superficie en los regadíos del sur de la Comunidad.

En cuanto a las incidencias fitosanitarias, la novedad de esta campaña ha sido la presencia notable de Mythimna unipuncta en algunas parcelas del sur de Navarra aunque sin daños importantes. La incidencia de taladros (Sesamia nonagrioides y Ostrinia nubilalis) si ha sido importante esta campaña, principalmente la segunda generación. Destacar la relación existente entre los daños de taladro en el cultivo y la presencia de fumonisinas (micotoxinas producidas por los hongos Fusarium moniliforme) presentes en el grano cosechado. El próximo 1 de julio de 2007 entrará en vigor la nueva normativa europea que establece los límites máximos de Fumonisinas B1+B2 para el grano de maíz destinado a alimentación humana, por lo que la lucha contra los taladros pasa al primer plano cuando el destino previsto de la cosecha sea la alimentación humana. Los problemas causados por gusanos de suelo (gusanos grises, blancos y de alambre) se mantienen ocasionales y solo algún caso puntual ha requerido de tratamiento específico. La presencia de orugas en las mazorcas de maíz dulce, O. nubilalis, S. nonagrioides y Heliothis armigera principalmente ha sido muy elevada, con grandes dificultades para su control químico. Las cicadelas son cada vez más frecuentes en el cultivo pero sin repercusión aparente en la cosecha.

Se mantiene la vigilancia del criocero Diabrotica virgifera, plaga de cuarentena en la Comunidad Europea, sin obtenerse ninguna captura en las trampas de feromonas de la red de Estación de Avisos. Nos mantenemos todavía exentos de esta plaga que se manifiesta muy agresiva para el cultivo destruyendo las partes subterráneas.

Esta ha sido la penúltima campaña en la que se puede utilizar la atrazina como herbicida en el maíz. Se mantienen los ensayos con diferentes materias activas, tanto de preemergencia como de postemergencia con resultados positivos.

Existen múltiples soluciones eficaces para parcelas de riego por inundación y de aspersión, aunque resultan más caras que la atrazina comentada. Continúa la proliferación de especies como Abutilon theophrasti, Datura stramonium y Xantium strumarium principalmente, especies mal controladas por la atrazina, pero perfectamente controladas por herbicidas como Banvel D, bromoxinil, Callisto, Lagón, Lontrel, Samson, Spade o Starane.

Se continúa con los ensayos de variedades de maíz transgénico comparándolos con sus respectivos isogénicos. Como ocurrió en ensayos de años anteriores, apenas se encuentran daños de taladro (S. nonagrioides y Ostrinia nubilalis) en los OGM y el daño es claramente superior en sus isogénicas, no obstante sin provocar pérdidas de rendimiento. Se comprueba sobre las muestras de estos ensayos el mayor contenido de Fumonisinas B1+B2 en las variedades no modificadas.

 

Arroz

La superficie de siembra de este cultivo sigue prácticamente invariable con casi 2.000 ha.

La incidencia de enfermedades como la piriculariosis (Pyricularia oryzae) no supone de momento ningún problema, ni justifica tratamientos fungicidas, debido principalmente a que Guadiamar, la variedad más utilizada (80% de la superficie) no es muy sensible a esta enfermedad.

La presencia de Chilo suppressalis no provoca daños que superen los umbrales de tratamiento. Lo mismo ocurre con otras plagas como gusano rojo, aunque en algún caso muy puntual ha requerido de tratamiento.

El mayor problema que se encuentra en el cultivo son las malas hierbas debido principalmente a su situación de monocultivo y su control supone casi el 50% de los gastos del cultivo. La presencia del arroz salvaje sigue aumentando, lo que se suma a las grandes infestaciones de ciperáceas (Scirpus maritimus y Cyperus difformis) y Echinocloa spp. En general, se consiguen buenos resultados de eficacia con un tratamiento en pre-siembra y otros dos bien posicionados en la post-emergencia. Este tratamiento de pre-siembra está casi obligado por la proliferación de Heterantera reniformis.

 

Frutales de hueso

La superficie de estos cultivos se mantiene estable desde hace unos años, con 5.206 ha, de las que el 73% son almendros, el 15% melocotonero y el 7% cerezo.

El 5% restante lo comparten endrino y ciruelo.

En sanidad vegetal, no ha sido un año especialmente importante para el desarrollo de las enfermedades. Después de un año de especial incidencia de abolladura (Taphrina deformans), el control ha sido muy bueno, aunque se presenta puntualmente en aquellas variedades que abren las hojas un poco antes de iniciar la floración, hecho que despista algunos fruticultores. A pesar de las lluvias del verano, tampoco ha sido especialmente importante la aparición de enfermedades de post-recolección.

En plagas, la primera generación de Anarsia lineatella y Cydia molesta ha volado en mayor cantidad que en campañas anteriores, no obstante ninguna de las dos ha presentado problemas en la cosecha. A final de julio se producen las primeras capturas de Ceratitis capitata con una presencia notable en esta campaña si bien se controla sin problemas excepto en alguna variedad de melocotonero tardío.

Comienza a ser un problema en muchas parcelas la presencia de eriófidos Auculus fockeui en melocotoneros. Probablemente la plaga se vea favorecida por el cambio del riego tradicional por inundación al riego por goteo o microaspersión que reduce la humedad relativa del aire en la parcela y hace necesaria la realización de tratamientos específicos con abamectina (Apache) principalmente.

En melocotoneros y cerezos se continúan detectado ataques de taladro rojo de madera Cossus cossus. En algunas zonas y plantaciones está provocando daños, incluso la muerte del árbol por su difícil control. Los ensayos de capturas masivas con feromonas realizados en campañas anteriores no han tenido el resultado esperado.

La mosca de la cereza (Rhagolethis cerasi), que hasta hace dos años realizaba su ciclo únicamente en la zona norte de cultivo próxima a Pamplona, va llegando cada vez más al sur, donde se encuentra la mayor superficie de cultivo.

Los bajos precios de final de campaña son la causa de que se descuide la protección contra las plagas y que se quede en el árbol parte de la cosecha, permitiendo que la mosca pueda completar su ciclo.

Como en los últimos años, en endrino y ciruelo hay que destacar las bajas capturas de Cydia funebrana. Xylotrechus arvicola (tornillo de las cepas) es un taladro de madera que nos viene acompañando en los endrinos desde hace unos años, ocupando incluso troncos de los clones de madera más dura. Su periodo de vuelo, determinado en la Estación de Avisos, va desde mayo a agosto por lo que resulta complicado de controlar. Esta oruga también se ha encontrado en otros frutales de hueso como melocotón, nectarino y cerezo y se puede encontrar en prácticamente todas las parcelas que cultivan endrinas para pacharán.

 

Frutales de pepita

Como ocurre con los frutales de hueso, su superficie se mantiene estable desde hace unos años, con 1.550 ha, repartidas 45% manzano y el resto peral.

En enfermedades, se ha detectado este verano un foco de Erwinia amylovora en una plantación de perales que fue erradicado inmediatamente. Hasta la fecha sólo se habían detectados focos en el norte cerca de la frontera con Francia o en plantas ornamentales de la zona media, pero su presencia en la zona frutera del sur de la Comunidad nos hace temer por el cultivo de frutales en la Ribera del Ebro.

Los ataques de moteado en fruto Venturia inaequalis, aunque siguen siendo importantes, sobre todo en variedades rojas de manzanos del grupo Fuji o Gala, el año pasado se apreció una disminución importante de su incidencia.

Igualmente en peral Conferencia, apareció la septoriosis Septoria piricola en menor intensidad que otros años.

En cuanto a plagas Cacopsylla pyri, pese al temor existente por la desaparición del amitraz, se mantuvo en niveles bajos con aplicaciones de piretroides y aceite en prefloración y abamectina y reguladores de crecimiento en vegetación.

La filoxera del peral Apanostigma pyri no esta siendo problemática desde hace unos años gracias a los tratamientos realizados en momentos clave del ciclo vegetativo, indicados por la Estación de Avisos.

Los taladros de madera sobre todo el amarillo Zeuzera pyrina y el rojo C. cossus, tienen bastantes problemas para un buen control. En la actualidad se están efectuando tratamientos de confusión sexual en la zona de Tudela y los resultados son muy positivos.

En los últimos años se vienen observando problemas para obtener un buen control del agusanado del fruto o carpocapsa (Cydia pomonella). Este problema ha sido bastante más serio en las variedades de manzana de recolección muy tardía, donde debido a las temperaturas elevadas del verano y del inicio de otoño incluso se ha detectado daños de la tercera generación, no habituales en nuestras condiciones.

 

Nota: En ambos tipos de frutales continúan produciéndose daños importantes producidos por topillos en cualquier época del año, sobre todo en otoño e invierno, que llegan a secar los árboles. Los cambios antes comentados de sustituir el tradicional riego por inundación junto con la proximidad de abundantes parcelas con alfalfa que procuran buena protección, han permitido recuperar las poblaciones.

 

Olivo

La superficie de este cultivo ha vuelto a experimentar un crecimiento (15% respecto al último año), situándose en este momento en unas 5.200 ha. Las nuevas técnicas introducidas, sobre todo la recolección mecánica, son las responsables sin lugar a dudas el aumento importante de este cultivo en Navarra.

El invierno terminó con heladas que provocaron daños principalmente en el sur donde predomina la variedad Empeltre. La variedad local Arroniz predominante en la zona media toleró perfectamente estas condiciones y comenzó la campaña con una floración muy abundante.

Respecto a la sanidad vegetal, en enfermedades el repilo Cycloconium oleaginum, no se ha mostrado especialmente agresiva y se mantuvo en condiciones normales a pesar de las lluvias de final de verano y otoño.

En plagas, la cochinilla Saissetia oleae se ha mantenido en condiciones normales, sin apenas incidencia significativa probablemente controlada por los tratamientos específicos en prefloración. También fueron poco significativos los daños de polilla Prays oleae. Por el contrario la mosca Bactrocera oleae, tuvo un largísimo periodo de vuelo que le permitió alcanzar las zonas de cultivo más al norte donde los olivicultores no están acostumbrados a intervenir contra ella.

Precisamente en esta zona, y debido a la notable carga de frutos que no terminaban de madurar, su incidencia fue superior a otras campañas.

 

Invernaderos

La superficie dedicada a esta técnica de cultivo es relativamente baja unas 200 ha, pero poco a poco se va afianzando, con un claro perfil ascendente.

Aunque todavía en un plano relativamente pequeño, aparecen diversas explotaciones en las diferentes zonas dedicadas a la Agricultura ecológica.

Como contra partida, aparecen nuevas explotaciones con carácter empresarial de gran superficie y cultivos con la técnica de hidroponía (12 explotaciones).

En cultivo normal destacan: tomate, pepino, pimiento, alubia verde y lechugas y en cultivos en hidroponía, el tomate y la flor cortada.

En cuanto a sanidad vegetal, se mantienen las habituales plagas y enfermedades, ocupando su espacio ecológico natural, según la época del año en la que aparecen y los cultivos implantados.

La Producción Integrada se desarrolla normalmente en lechuga y tomate, al igual que el control biológico, fundamentalmente en las explotaciones que tienen cultivo en hidroponía o en ecológico.

El planteamiento sanitario se basa en el manejo integral de los invernaderos: control climático (temperatura, humedad ambiente, luz), control nutricional, manejo de los suelos y de los riegos y el control biológico.

Lo más destacable en el apartado de enfermedades fue la detección del virus del bronceado del tomate TSWV en dos viveros destinados a la producción de planta de tomate principalmente. Los controles de seguimiento de la enfermedad lo detectaron previo a la venta y todas las plantas existentes en el momento fueron destruidas en un caso. Sin embargo, en el otro, un pequeño lote de planta afectada escapó de los controles y se distribuyó por varios invernaderos de la Zona Media. Cuando el problema fue detectado en un invernadero se siguió la pista hasta el vivero y desde allí hasta otros posibles cultivos afectados destruyéndose en todos los casos las plantas sintomáticas previa confirmación del positivo en laboratorio.

 

Hortícolas

La climatología fue benévola al inicio de la campaña y las temperaturas elevadas del final de primavera y verano adelantaron y agruparon la cosecha echando por tierra la programación de la campaña para escalonar la recolección del tomate. Las lluvias de septiembre provocaron daños en las cosechas y redujeron los rendimientos. Estas condiciones no fueron tan negativas para el pimiento que se desarrolló con normalidad a excepción de algunas parcelas de pimiento California de color amarillo que se vieron afectadas por las lluvias de septiembre antes comentadas. Las temperaturas elevadas del final del verano que se continuaron en el otoño permitieron recoger hasta el último fruto por las temperaturas elevadas del otoño.

El pimiento se mantiene como base de las pequeñas explotaciones familiares en parcelas pequeñas. Además es un cultivo peculiar por su escasa mecanización y en especial por su recolección, totalmente manual que se dedica principalmente a la industria. La superficie de cultivo no alcanzó las 1.000 ha aunque aumenta el dedicado a congelado de tipo California. En el lado contrario, el tomate industria ha desaparecido de la explotación familiar concentrándose en las manos de grupos de agricultores muy especializados y perfectamente equipados. La superficie de tomate duplicó a la del pimiento.

En el apartado de enfermedades, hay que reseñar la incidencia del virus del bronceado (TSWV). Esta campaña se han detectado varios positivos en tomate y pimiento principalmente. En otros cultivos como alcachofa, cardo, achicoria y escarola, los casos de positivos han sido aislados. Se comenzó la primavera con una campaña de sensibilización mediante charlas y avisos a los cultivadores en donde colaboraron de manera conjunta los técnicos de Sanidad Vegetal del Departamento de Agricultura y del ITGA. Se continuó con una campaña de inspección haciendo hincapié en el tomate de industria y en el pimiento en exterior por todas las zonas susceptibles, muestreando para su confirmación en el laboratorio y eliminado las plantas sospechosas. Sólo se destruyó una parcela donde el nivel de afección era más elevado. De forma paralela se hizo una campaña de información al agricultor por parte del Departamento de Agricultura junto con el ITGA. Las lluvias y temperaturas suaves de septiembre provocaron la aparición de oidio Leveillula taurica, mildiu y botritis de manera casi general y que en el caso de pimiento llegan incluso a defoliar algunas parcelas. Los ensayos realizados en estas dos últimas campañas con tratamientos después de detectado el primer foco de mildiu presentan muy buenos resultados.

En sanidad vegetal apartado plagas, es destacado la elevada incidencia del taladro Helicoverpa armigera que obligó a realizar diversos tratamientos.

En espárrago, sigue disminuyendo su superficie situándose en unas 1.500 ha. En plagas la mosca del turión Phorbia platura no es una plaga importante cuando se coloca el plástico inmediatamente después de realizar los caballones y se tienen estos descubiertos el menor tiempo posible cada día al realizar la recolección.

Tampoco su pulgón específico Brachycorinella asparagi esta siendo abundante en los últimos años, si bien se pueden encontrar algunas parcelas descuidadas donde cada primavera se observan los típicos bonsáis provocados por sus toxinas. Este hecho favorecerá los ataques de Fusarium spp y provocará reducción de calibre y calidad del turión al abrirse sus yemas.

En enfermedades y a pesar de las lluvias otoñales, la roya Puccinia asparagi no surgió con fuerza y los tratamientos con Baycor, hexaconazol, Impact, miclobutanil y Score, consiguieron cortar y frenar las infecciones.

En alcachofa no se presentó ningún problema fitosanitario a destacar. El inicio de la eclosión de huevos de taladro Gorthyna xanthenes se retrasó y después fue muy agrupado por lo que no fue necesario realizar aplicaciones hasta el 6 de marzo Su control presentó cierta dificultad por encontrarse las plantas con las hojas heladas que suponían una barrera a las aplicaciones insecticidas.

Se están ensayando diferentes feromonas para su control con el método de capturas masivas con resultados esperanzadores.

En crucíferas hortícolas, la sanidad vegetal no sufrió alteraciones con relación a lo que suele ser habitual todos los años. La mosca blanca de las crucíferas Aleyrodes proletella ha vuelto a un nivel tolerable y no ha supuesto un problema para los cultivos. La labor mecánica de destrucción de los restos de los cultivos para eliminar los resguardos de la plaga tiene mucho que ver en esta baja incidencia. Sin embargo otras plagas como polilla, orugas y pulgones se han presentado más abundantes a lo largo del ciclo si bien no han sido problemáticas de controlar. Respecto a las enfermedades, principalmente en bróculi, se observaron problemas de bacterias debido a los daños producidos por el hielo a finales de 2006. De la misma forma, también aparecieron podredumbres producidas por Botritis.