INTRODUCCIÓN

En el año 2006 las plagas y enfermedades más relevantes y con mayor impacto social fueron la nefasia, que afectó a amplias zonas cerealistas; el gusano cabezudo en cerezos; el fuego bacteriano de las rosáceas, con un foco extenso en la provincia de León; y los roedores, cuyas poblaciones aumentaron espectacularmente durante el otoño en algunas zonas, persistiendo la plaga en la actualidad. La administración autonómica también ha dedicado numerosos esfuerzos y medios en el seguimiento y control de la sanidad en patata, así como en las plagas declaradas de utilidad pública (langosta y mosca del olivo). Estas y otras incidencias fitosanitarias se exponen a continuación por grupos de cultivos.

 

Cereales

Se observaron daños moderados producidos por zabro (Zabrus tenebrioides) en las provincias de Burgos (comarca de la Bureba-Ebro) y Palencia (comarca del Cerrato). Focos de garrapatillo (Aelia sp.) en las provincias de Burgos (zonas de Arlanza, Arlanzón y Pisuerga), Sur de León, en la comarca de Tierra de Campos (Valladolid y Palencia) y en las comarcas de Boedo y Cerrato de Palencia. Los ataques de tronchaespigas (Calamobius, Cephus y Trachelus) fueron bajos en la provincia de Zamora y moderados en Salamanca y Palencia. En la primavera, muchas parcelas sufrieron ataques de pulgones. Durante el otoño, en la provincia de Soria, en la comarca Campo de Gómara, se detectó el pulgón Rhopalosiphum padi que atacó fundamentalmente a las siembras tempranas; las temperaturas anormalmente suaves y las precipitaciones de lluvia posiblemente han determinado el desarrollo de esta plaga, desconocida en la provincia hasta la fecha.

Pero la plaga más importante fue la nefasia (Cnephasia pumicana) que cada año adquiere más protagonismo, aunque los tratamientos se van generalizando.

La plaga se ha extendido a nuevas zonas y lugares alejados considerablemente de masas arboladas, en las que siempre se ha considerado que inverna, lo cual hace presuponer que el insecto es desplazado a largas distancias por las corrientes de aire o por el viento. El ataque de este lepidóptero fue muy importante en La Moraña (Ávila); moderado en las comarcas de Arlanza y Arlanzón (Burgos) y en Zamora; y se registraron también altas poblaciones en las provincias de Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Palencia.

La escasez de precipitaciones en primavera y las altas temperaturas de junio, en la provincia de León, provocaron el asurado de muchos trigos, con disminución considerable de la cosecha.

Muchas siembras de otoño, especialmente en Tierra de Campos, se encuentran afectadas por la plaga de roedores, que está provocando cuantiosos daños y obligando a resembrar o cambiar de cultivo.

El cultivo de maíz se ha desarrollado sin ninguna incidencia que reseñar.

Tal como obliga la legislación comunitaria, se realizó la prospección para la detección del gusano de las raíces (Diabrotica virgifera), colocando 19 trampas para captura de machos, distribuidas en las zonas más sensibles. No se capturó ningún insecto sospechoso, por lo que de momento no se tiene constancia de la presencia de este crisomélido en Castilla y León.

 

Leguminosas y oleaginosas

Los diferentes cultivos de leguminosas se desarrollaron con normalidad. Las plagas habituales son bien conocidas y controladas con eficacia por los agricultores.

Entre éstas señalamos el gusano verde en alfalfa y veza, apión en alfalfa y ataques importantes de pulgones, sobre todo, en guisante proteaginoso. Las enfermedades más relevantes fueron rizoctonia y fusarium.

Este otoño, en Tierra de Campos de las provincias de Valladolid y Palencia principalmente, los alfalfares y las siembras de vezas y guisantes han sufrido la plaga de roedores, quedando arrasadas literalmente muchas parcelas.

El cultivo de girasol fue normal sin destacar ninguna incidencia fitosanitaria.

 

Remolacha y patata

Ambos cultivos, en general, se han desarrollado satisfactoriamente pues los cultivadores controlan los patógenos, que por otra parte este año no han presentado mayores problemas, aunque sí han aumentado las consultas al Centro de Diagnóstico de Aldearrubia (Salamanca) por Rhizoctonia y por nematodos formadores de nódulos (Meloidogyne sp.).

En el cultivo de remolacha hay que señalar el incremento del número de parcelas afectadas por cercospora en la provincia de León. En la provincia de Zamora se observa un incremento de la mala hierba Abutilon avicennae, cuyo control por los herbicidas es problemático. En Segovia, las plagas destacadas fueron la gardama y los nematodos.

Para el cultivo de patata ha sido un año favorable, tanto por las producciones obtenidas como por los precios alcanzados. En cuanto a las bacteriosis ocasionadas por Clavibacter michiganensis ssp. sepedonicus y Ralstonia solanacearum se detectó algún caso positivo de esta última y ninguno de Clavibacter. Se mantiene una vigilancia rigurosa en toda la Comunidad con un muestro intenso que supuso el análisis de 1.321 muestras en esta campaña.

En todas las parcelas destinadas a patata de siembra en 2007, se tomaron muestras de tierra y se analizaron para comprobar la ausencia del nematodo del quiste (Globodera sp). Si en alguna parcela se detecta Globodera, se somete a cuarentena prohibiendo el cultivo de patata durante cuatro años y se obliga a dar un tratamiento nematicida con dicloropropeno. El número de muestras analizadas el año 2006 ascendió a 8.557.

 

Lúpulo y hortícolas

El cultivo de lúpulo se limita a la provincia de León y en las zonas implantadas tiene una importancia socio-económica alta. En este cultivo son frecuentes los ataques de araña roja y oidio, que este año han sido superiores a lo normal y fue necesario incrementar el número de tratamientos. Sin embargo, los ataques de pulgón y mildiu han sido escasos.

En hortícolas lo más notorio han sido ataques de trips en puerro, alternaria en zanahoria y nematodos en remolacha de mesa, en la provincia de Segovia.

 

Olivo

La presión de Prays fue elevada en la provincia de Salamanca, donde se trataron 600 ha. Por el contrario las poblaciones de la mosca del olivo (Bactrocera oleae) han sido inferiores en esta provincia al igual que en Ávila. El seguimiento de la plaga lo realizó la Red Dacus que gestiona el MAPA. Se trataron por vía terrestre 4.200 ha (3.600 ha en Ávila y 600 ha en Salamanca), complementando los tratamientos con trampas cebo a base de fosfato biamónico.

 

Viñedo

En general ha sido un año sin problemas que señalar. Las plagas y enfermedades habituales en Castilla y León se han mantenido en niveles bajos, no precisando realizar tratamientos en muchos casos. En la comarca de El Bierzo (León) se destaca el aumento de plantaciones con black rot (Guignardia bidwellii) y una baja incidencia de botritis por las escasas lluvias en septiembre. El oidio fue controlado mediante tratamientos en los primeros estadios fenológicos y su incidencia ha sido mínima.

El verano fue caluroso y seco por lo que se adelantó la maduración y se realizó la vendimia en buenas condiciones y sin problemas de Botrytis.

 

Frutales

En frutales de pepita, las plagas y enfermedades fueron las de un año normal, excepto en la comarca de El Bierzo donde aumentó la psila del peral, debido probablemente a la prohibición del uso del producto fitosanitario amitraz.

Un problema importante en los frutales de hueso fue el gusano cabezudo (Capnodis tenebrionis) que afectó sobre todo a los cerezos de las comarcas Sierra de Francia (Salamanca) y Valle del Tiétar (Ávila) y que preocupa a los fruticultores.

Actualmente, el grado de infestación se aproxima al 40 %, por lo que desde la Administración se está estudiando la declaración oficial de la plaga y de interés público su control, para posibilitar la lucha obligatoria por los particulares, mediante la utilización de nematodos entomopatógenos.

En el mes de agosto se detectó la bacteria Erwinia amylovora, causante del fuego bacteriano de las rosáceas en la localidad de Quintana del Castillo de la comarca de La Cepeda (León). Inmediatamente la Administración dispuso los medios para el arranque y destrucción de los árboles afectados y evitar la propagación, así como la inspección exhaustiva en la zona. A raíz de las inspecciones, el foco inicial se fue ampliando a las localidades vecinas localizando 5.430 ejemplares afectados por la bacteria, bien directamente o por proximidad. Los frutales se encontraban en huertos familiares próximos o dentro del casco urbano y en jardines de viviendas, muchos de ellos cercados con mampostería de piedra y con ejemplares de gran tamaño (principalmente perales), lo que ha dificultado enormemente las tareas de destrucción.

El impacto en la zona ha sido considerable, por el alto valor sentimental y paisajístico de los árboles destruidos, pero se ha actuado con rigor, tal como obliga la legislación, para evitar la propagación de esta grave enfermedad a otras zonas.

También en la provincia de Palencia se detectó un foco de fuego bacteriano próximo a la ciudad, y en la provincia de Segovia se encontró Erwinia amylovora en un ejemplar aislado de Crataegus. En ambos casos, las plantas también se arrancaron y destruyeron.

 

Plagas polífagas

Langosta

Después del crecimiento experimentado los últimos años que dio lugar a la invasión con carácter de plaga de espacios anteriormente libres, las poblaciones de estos ortópteros han disminuido sin llegar a alcanzar este año la fase gregaria ni invadir los cultivos. No obstante, la plaga ha experimentado un desplazamiento hacia el oeste, llegando hasta la frontera portuguesa.

En el otoño de 2005 se realizaron prospecciones en las provincias de Salamanca y Zamora con el resultado de la localización de numerosos puntos de puesta con canutos viables, por lo que en el 2006 se declaró oficialmente la existencia de la plaga y se calificó la lucha de utilidad pública.

El control fitosanitario de la plaga se realizó en dos etapas. La primera mediante tratamientos preventivos hasta la detección de las primeras emergencias y la segunda etapa a partir de la eclosión de las puestas conforme se detectaban los focos. En la primera fase se trataron 13.330 ha con diflubenzuron y en la segunda 26.001 ha con malation. Las provincias en que se actuó fueron Salamanca (33.210 ha tratadas), Zamora (5.510 ha) y Ávila (611 ha).

 

Roedores

Como ya se ha indicado, las poblaciones de roedores, principalmente topillo campesino (Microtus arvalis), aumentaron durante del otoño en amplias áreas del centro de la Comunidad causando graves daños en las siembras de leguminosas (alfalfa, veza y guisantes) y cereales. Las condiciones meteorológicas favorables, con temperaturas en otoño suaves y precipitaciones moderadas, así como el aumento de parcelas con siembra directa, han contribuido al desarrollo de la plaga. Las provincias más afectadas son Valladolid y Palencia y zonas de Burgos, León y Zamora.

En la provincia de Palencia, la superficie afectada es de 100.000 ha, de las cuales 15.000 ha están atacadas en más de un 50% y unas 6.000 ha con 80 a 90% de daños. En las otras provincias, aún se están cuantificando los daños.

Información facilitada por las Secciones de Sanidad y Producción Vegetal Provinciales, el Centro de Control de Patata en Albillos (Burgos) y el Centro Regional de Diagnóstico en Aldearrubia (Salamanca).