Los cambios a que está supeditada la producción, le toca esta vez a esta zona de nuestro país, llevada hasta hoy tras un sistema y modo que mejore la vida de sus ciudadanos. Porque no todo es el rico y exuberante rincón donde la flor del cerezo es no ya una alegría a la vista y al espíritu, sino también, y muy principalmente, una riqueza de valor esencial. Pero no toda la comunidad autónoma tiene igual suerte.
Ahora, la dirección que ha tomado la vida española por senderos que la llevan hacia una vida más sana, tropieza con una de las desarrolladas riquezas de la agricultura del lugar. El uso desmedido del tabaco en la vida tiene hoy un interrogante que posiblemente hará difícil la producción del mismo, importante producción de la comunidad autónoma. Es normal que ello pueda avanzar más y más, lo que irá en demérito de su producción y modo de vivir la agricultura.
Esto lleva trazas de ser irreversible a poco que las gentes le den calor a las razones básicas que lo han motivado.
Pero hay otros productos agrícolas que ya tienen eco en el conjunto de la producción, tales como el tomate que pugna por sobresalir a flote en su implantación y venta tanto en nuestro país como en esa zona de la que formamos parte. Pero esta producción tiene no ya fuera de España zonas productivas, sino que aquí mismo, en la península las hay también de importancia. De ahí, que la búsqueda y obtención de una producción del mismo que destaque en su calidad es algo a perseguir. Hablemos del ejemplo del que es producido en la actualidad en Almería, el denominado Raf, que es vendido a precios superiores al corriente. Piénsese que cuando se inician las cerezas de ese Valle del Jerte de tantísima importancia, también se producían los mismos frutos en otras zonas españolas, aunque no con la importancia cualitativa y cuantitativa que los citados de ahí.
Esto mismo aconteció hace años en la provincia de Alicante con otro fruto puntual como el níspero. Y ahí lo tienen los consumidores en su mayoría en Italia, donde puede decirse que se envía la mayor parte de la producción.
Porque en esto entran factores que a priori no se ven fácilmente. Las otras características de los terrenos en sus condicionamientos de aire, tierra y calidad de las aguas juegan un papel de primer orden. Cabe pensar, pues, que el inicio de una producción ha de ser mantenido un cierto tiempo hasta ver los límites que alcanzan.
En este caso se halla hoy la Extremadura de los que saliendo de sus tierras alumbraron el conocimiento de tierras extrañas y lejanas, ¿por qué, pues, ahora no puede darse algo semejante, pero en el propio terruño con producciones de este u otro tipo que ocupen a los que ahí viven? La constancia es algo que mueve mundos.