Sección: Opinión
La citricultura valenciana ha tenido la magnífica suerte de disponer de un gran defensor y un magnífico estratega como es el actual Conseller de Agricultura, Juan Cotino. Un defensor y conocedor del campo valenciano, que ha sabido ganarse la confianza y apoyo de los citricultores valencianos, mediante un trabajo bien hecho. Cotino ha sabido hacer bien sus deberes y demostrar a los profesionales de la agricultura valenciana, que con dinamismo y competitividad, se pueden obtener unos magnífico resultados, a pesar de los altibajos comerciales y los nefastos números de la última campaña citrícola.
El Plan Estratégico de la Agricultura Valenciana
Uno de los grandes aciertos del Conseller Cotino ha sido, sin lugar a dudas, el diseño de un Plan Estratégico de la Agricultura Valenciana, una herramienta muy útil que debería ser imitado por otras comunidades autónomas vecinas, pues supone un análisis conciso y básico sobre la realidad del sector agroalimentario de esta región mediterránea, y es una apuesta seria por ordenar y definir las necesidades y prioridades que tiene el sector primario mediterráneo.
Por su parte, otro de los proyectos en los que viene trabajando intensamente el Conseller Cotino es en la organización interprofesional INTERCITRUS, que sin duda alguna es uno de los buques insignia del campo valenciano, y que se ha convertido en una interprofesional modélica a imitar por otras del sector hortofrutícola.
INTERCITRUS ha sido capaz de llevar a cabo con solidez y profesionalidad la realización de campañas publicitarias efectivas y sólidas, con el fin de que el consumo de naranja y mandarina sea una realidad, y no una teoría. Las inversiones económicas que se han destinado para este menester, no han caído nunca en saco roto, sino que han servido para incentivar el consumo de estos dos cítricos explotando sus cualidades organolépticas y aportes vitamínicos para la salud tanto de personas jóvenes como de avanzada edad.
La interprofesional por excelencia del sector citrícola español, ha sido capaz también de aprobar la creación de contrato de compra-venta para naranja y mandarina, así como vertebrar -pese a las dificultades- los intereses de los diferentes subsectores que integran INTERCITRUS. Y pese a sus detractores, esta entidad sigue siendo la locomotora de un sector como es el de los cítricos, y es en este foro, donde se deben tomar sendos acuerdos que beneficien al conjunto de la citricultura.
Por otra parte, es muy cierto que desde el sector citrícola valenciano se debe hacer un examen de conciencia para detectar las asignaturas pendientes que están todavía por resolver. De esta manera, una vez detectadas se les puede buscar una solución contundente.
Control de importaciones e inspecciones de calidad
Otro de los frentes en los que ha trabajando intensamente la Conselleria de Agricultura, que preside Juan Cotino, ha sido precisamente en el control de las importaciones de calidad y en el diseño del Plan de Vigilancia Fitosanitaria de la Comunidad Valenciana, una medida que se podría calificar como "brillante" y que ha contribuido a ser mucho más exigentes y examinar "con lupa" los envíos de fruta procedentes de terceros países que llegan a los puertos valencianos.
Además, Cotino ha respaldado al sector citrícola de la Comunidad Valenciana impulsando la investigación y el desarrollo en cítricos a través del IVIA (Instituto Valenciano de Investigación Agraria), así como ha apoyado de forma intensa a la Indicación Geográfica Protegida "Cítricos Valencianos" y continúa trabajando en una mejor ordenación de la oferta citrícola.
En definitiva, se podrían escribir muchas páginas sobre su gestión y sus acciones desde que accedió a la cartera de Agricultura en el Gobierno valenciano, pero el mejor botón de muestra es su entrega, dedicación y sacrificio por el sector de los agrios. Un hecho que no ha pasado inadvertido para ninguna organización ni profesional ni de la citricultura.