Sección: Reuniones y congresos
Este premio, dotado con 6.000 ?, fue creado en 1999 por la Diputación de Badajoz, Caja Duero, Universidad de Extremadura y el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Badajoz para resaltar la figura del investigador extremeño Víctor Moreno Márquez, cuya dedicación a la agronomía (primera mitad del siglo XX) contribuyó de manera decisiva a resolver problemas reales del campo español. Sus investigaciones, basadas en la ecología y el diseño experimental, son un modelo para los actuales investigadores españoles del sector agrario. Con este premio se pretende, además de resaltar la figura de Víctor Moreno Márquez, motivar a los miles de alumnos de ingenierías agrarias (Ingenieros Agrónomos e Ingenieros Técnicos Agrícolas) que cada año presentan sus trabajos fin de carrera en España, con objeto de que realicen trabajos que aporten soluciones creativas a los problemas de la agricultura en nuestro país.
El trabajo premiado se proclamó en una cena de gala en los salones del hotel Husa-Zurbarán a la que asisten, además de los autores y directores de los trabajos premiados, una amplia representación de científicos, tecnólogos, políticos, empresarios, banqueros y revistas profesionales relacionados con la agricultura y el mundo rural.
Los trabajos que han concursado hasta ahora pertenecen a la práctica totalidad de las Universidades españolas, y los temas han versado sobre la generalidad de problemas que afectan a la agricultura española: Fermentación de mostos para mejorar la calidad de vinos monovarietales; evolución de la calidad del aceite de oliva en función de la madurez del fruto; mejora de la maduración de los pimientos para pimentón de la comarca de La Vera; nuevas técnicas de riego para ahorro de agua; utilización de residuos urbanos como fertilizantes; empleo de satélites artificiales para la programación de riegos; estudios sobre nuevas enfermedades de la vid; adaptación de especies silvestres para su uso en jardinería; control de malas hierbas mediante diversos procedimientos de laboreo; incorporación de los últimos avances dietéticos a un proyecto de planta elaboradora de cacao en polvo soluble; uso de equipos ultrasónicos para determinar in vivo la composición corporal de cerdos de cebo; evaluación de la compatibilidad de injerto del albaricoquero Moniqui (Prunus armeniaca) sobre diversos patrones de Prunus en las primeras fases del desarrollo; y estudio de la Polilla del racimo (Lobesia botrana) en las denominaciones de origen Cigales y Rueda.
En esta última edición, el trabajo ganador ha sido un proyecto de instalación de una industria de pelletizado de cardo (Cynara cardunculus) para su posterior uso como biocombustible; ha sido realizado por José Javier Alonso Mateos en la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Madrid y dirigido por la profesora Ana Isabel García y García.
España es una comunidad extraordinariamente deficitaria en energía, y el trabajo premiado en esta VI Edición aporta soluciones a ese problema. El empleo de vegetales con la finalidad de obtener energía de ellas es una de las soluciones limpias para resolver el problema de la energía en España. Esta solución requiere el cultivo de esas plantas, lo que conlleva dedicar a su cultivo grandes superficies.
Una de las limitaciones de estas industrias es el transporte de las cosechas desde los lugares de producción a las fábricas energéticas (las especies recolectadas son voluminosas y tienen mucho agua). Para atenuar ese problema, el autor de este trabajo ha ideado un procedimiento de peletizado de las plantas recolectadas, con lo cual se disminuye su volumen y se aumenta la biomasa transportada.
Potenciar estas industrias en España significaría volver a cultivar grandes superficies de cultivo, ahora abandonadas, con lo cual se incrementaría extraordinariamente la renta agraria de zonas de secano, actualmente deprimidas, y se ayudaría a fijar la población rural.