Hace ahora 150 años los ingenieros agrónomos iniciaron su andadura como carrera profesional, en lo que entonces se denominó Escuela Central de Agricultura, situada en la casa de campo "La Flamenca", en Aranjuez, germen de lo que hoy es la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid. Una escuela que ha sido durante 104 años la depositaria de las enseñanzas de Ingeniería Agronómica en España.
Durante el reinado de Isabel II, siendo Ministro de Fomento Manuel Alonso Martínez, se publicó el 1 de septiembre de 1855 el Real Decreto por el cual se creaba la Escuela Central de Agricultura en la casa de campo denominada "La Flamenca", la cual pertenecía al Real Heredamiento de Aranjuez.
A partir de esa fecha quedó ordenada la enseñanza de Ingenieros Agrónomos, la cual, con los mismos criterios y modos fue implantada en Francia años más tarde en el Instituto Agronómico de Versalles, ya que esta enseñanza se sustentaba en dos pilares básicos: uno científico destinado a los Ingenieros Agrónomos, y el otro tecnológico para los Peritos Agrícolas.
Aún se perfeccionó más el ordenamiento de la enseñanza profesional cuando, por la Ley de 11 de julio de 1866, fue añadida a las dos precedentes secciones una tercera para la formación de Capataces Agrícolas, inspirada por la urgencia de poner al alcance de los agricultores las técnicas operativas más avanzadas.
Como quiera que la misma insuficiencia de medios docentes alcanzaba a otras ramas de la ingeniería, fue aplicada la Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857, por la cual las enseñanzas de los Ingenieros Agrónomos, como las de Caminos, Minas, Montes e Industriales se integra en un grupo llamado de enseñanzas superiores, aprovechando las asignaturas que se cursaban la Facultad de Ciencias de Madrid, con todos los alumnos reunidos, que hubieron de completar los de Agrónomos en el Jardín Botánico y las Escuelas de Farmacia y Veterinaria.
Catorce años después: de Aranjuez a Madrid
Por Decreto de 28 de enero de 1869 la Escuela Central de Agricultura es trasladada a Madrid, asignándole la finca denominada La Florida o La Moncloa, la cual perteneció anteriormente al Patrimonio de la Corona.
Además de cambiar de emplazamiento el centro cambió su nombre por el de Escuela General de Agricultura sin alterar los objetivos de formar Ingenieros Agrónomos, Peritos y Capataces Agrícolas, ni modificar más que ligeramente los planes de estudio; hasta que, el 23 de noviembre de 1875 se materializó la misión investigadora, que siempre acompaña a la docencia en los niveles superiores, creando la Estación Agronómica la Escuela y servida por los Profesores de la misma.
La Real Orden del 16 de agosto de 1876 implantó un sistema de ingreso, llamándose desde entonces Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos, que exigía, después de cursar numerosas asignaturas de las distintas secciones de la Facultad de Ciencias, superar un examen complementario de las que, por su carácter específico, debían dominarse con mayor extensión y profundidad. En la citada Real Orden de 16 de agosto de 1876 también se establecen las condiciones para el ingreso en la Escuela de Peritos Agrícolas.
Fue en la inauguración del curso 1880-1881 cuando quedaron acabadas las instalaciones de La Florida y La Moncloa y pudo desarrollarse plenamente la enseñanza en las 500 hectáreas disponibles.
Con la monarquía restaurada pasa a llamarse Instituto Agrícola de Alfonso XII
Con el regreso de la monarquía al sistema político español, pasó a denominarse, primero, Instituto de Alfonso XII, Escuela General de Agricultura, y luego, por Real Orden de 12 de julio de 1881, Instituto Agrícola de Alfonso XII, cuya denominación conservó hasta 1931.
La situación política de la época estimula que el 4 de noviembre de 1881 un nuevo reglamento modifique el régimen de Instituto Agrícola de Alfonso XII, ampliando su cometido para servir de Centro de Propaganda de la Agricultura, la Ganadería y las Industrias Agrícolas.
Más profunda fue la reforma derivada de la creación, por Real Decreto de 29 de enero de 1886, de la Escuela Preparatoria de Ingenieros y Arquitectos, destinada a unificar el ingreso en las Escuelas Especiales de Ingenieros de Caminos, Minas, Montes, Industriales y Agrónomos, y en la Escuela Superior de Arquitectura, pues supuso montar, sobre las enseñanzas básicas generales, impartidas en tres años de preparación común, las materias específicas de cada rama de Ingeniería.
El Instituto Agrícola de Alfonso XII siguió integrando, como anteriormente, junto con la Escuela General de Agricultura, la Granja Central de Experimentación y Propaganda y la Estación Agronómica.
Más tarde, tras la publicación del Real decreto de 10 de julio de 1903, se suprimió la separación que existía entre la Escuela General de Agricultura y la Granja Central de Experimentación fusionándose. Se fundieron por consiguiente y redistribuyeron todas las dependencias del Instituto Agrícola de Alfonso XII, consolidándose con reforzados recursos en el seno de la Escuela, además de la Granja, cinco Estaciones de Investigación y Experimentación, a saber, la antigua Estación Agronómica y las de Patología Vegetal, Ampelografia y Enología, Pecuaria y la de Horticultura y Jardinería.
Tan importante como la integración de todas las actividades bajo la dirección de la Escuela, fue el reajuste de las enseñanzas de modo que ciertas materias de los Programas de Ciencias Físicas y Naturales, que antes figuraban en el ingreso, pasaron a formar parte, por sus exigencias de laboratorio, de los cursos posteriores al mismo.
Nace la Ciudad Universitaria de Madrid
Otro acontecimiento aún más trascendente de la época fue la iniciativa de convertir La Florida y La Moncloa en campos de una grandiosa Ciudad Universita ria, que conmemorase las Bodas de Plata de S. M. el Rey Don Alfonso XIII con la Corona el 17 de mayo de 1917. A partir de entonces, la superficie disponible para Campos de Prácticas fue reduciéndose progresivamente, para dar cabida a las distintas Facultades de la Universidad de Madrid, hasta límites que les hicieron pronto insuficientes para cumplir el cometido que tenían asignado.
En los anales de la Escuela Especial de Ingenieros Agrónomos queda muy destacada la reorganización que, por Real Decreto de 31 de diciembre de 1923, de la Presidencia del Directorio Militar, renovó los cuadros docentes, confiando al Director la propuesta de un nuevo plan de estudios. Contiénese éste en los Reales Decretos de la Presidencia, fechas 24 de septiembre y 10 de diciembre de 1924, aprobando respectivamente el reglamento del Instituto Agrícola de Alfonso XII, compuesto ahora de las secciones de Enseñanza, Estaciones Especiales y Explotación, y el reglamento de la Sección de Enseñanza, integrada por el Escuela Especial de Ingenieros Agrónomos y la Profesional de Peritos Agrícolas.
Una época borrascosa
Después de las elecciones municipales de 1931 se proclama la II República, siendo las Cortes constituyentes las encargadas de redactar el borrador de una nueva Constitución. Muy relevante fue el cambio que experimentó la carrera de Ingenieros Agrónomos al advenimiento de la República. Por de pronto, la de Ingenieros Agrónomos se encontró formando parte del Instituto Nacional Agronómico, que fue el nuevo titulo asignado al Instituto Agrícola de Alfonso XII, por Orden de 29 de abril de 1931. Después, todas las Escuelas Especiales de Ingenieros, pasaron a depender del Ministerio de Instrucción Pública, por Decreto-Ley de 16 de diciembre de 1931.
Cinco años después, tras el pronunciamiento militar en el norte de África contra el Gobierno democráticamente elegido comienza la Guerra Civil. En esta situación, la Ciudad Universitaria sufrió el asedio a Madrid. Finalizada esta en 1939, poco quedaba del Instituto Nacional Agronómico que fuera aprovechable.
Buscó refugio la Escuela para reanudar sin demora las enseñanzas en la casa señorial del Marqués de Molins, en la calle del Amor de Dios. Reconstituida La Florida con lo más indispensable abrió las clases y laboratorios en el curso 1942-43.
Mientras tanto, también surgía el Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas, por Ley de 10 de febrero de 1940, y quedaba territorialmente incorporado al sector agronómico de la Ciudad Universitaria.
Instituto Politécnico Superior, precursor de la Universidad Politécnica de Madrid
Sucesivamente, varias disposiciones generales cambiaron la estructura clásica de las Escuelas Especiales, al establecer el acceso directo a las Enseñanzas Técnicas de Grado Superior de los Bachilleres Superiores. Así, la Ley de 20 de julio de 1957, sobre ordenación de las Enseñanzas Técnicas, además del acceso directo, establecía dos cursos, uno selectivo y otro de iniciación, como previos para continuar los cinco cursos restantes de la carrera, pudiendo ser cursado el primero tanto en cualquiera de las Escuelas Técnicas Superiores como en ciertas Facultades de Ciencias. Abrió dicha Ley cauce a las especialidades, que para los Ingenieros Agrónomos fueron cuatro: Mejora Rural y Maquinaria Agrícola, Fitotecnia y Zootecnia, Industrias Agrícolas, y Economía y Sociología Agraria, y creó el Grado de Doctor, que implícitamente poseían todos los Ingenieros titulados en las Escuelas Especiales.
El proceso de liberalización para las carreras Técnicas Superiores avanzó de nuevo al ser promulgada la Ley de Reorganización de Enseñanzas Técnicas de 29 de abril de 1964, que limita a cinco años académicos la duración de las enseñanzas en las Escuelas Técnicas de Grado Superior. Por Decreto-Ley de 6 de mayo de 1965 se fijan para la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos cinco especialidades: Fitotecnia, Zootecnia, Ingeniería Rural, Industrias y Economía Agraria. grado de Doctor requiere cursar, además, estudios durante dos años y aprobar una tesis original. El Decreto de 2 de febrero de 1966, promueve la progresiva aproximación entre las Facultades Universitarias y las Escuelas Técnicas Superiores, agrupando éstas en Institutos Politécnicos Superiores.
En los 70 culmina el proceso de transformación
En la década de los 70 culmina el proceso de transformación de las Enseñanzas Técnicas en la Ley General de Educación, de 4 de agosto de 1970, que procura encuadrarlas en el sistema General Educativo. Nace con ella, como sucesora del Instituto Politécnico Superior, la Universidad Politécnica de Madrid, y se perfilan cada día los órganos que la vivifican, entre ellos su Patronato y las Comisiones de Patronato.
La Comisión de Patronato de la Escuela T. S. de Ingenieros Agrónomos de Madrid quedó constituida por O. M. de 18 de septiembre de 1973.