Los dos meses y medio últimos han sido muy movidos, más de lo habitual para la citricultura española. Hace años que vienen llegando del Hemisferio Sur mandarinas/clementinas y naranjas de las variedades distintas de navels, que sirven tanto para el propio mercado, como para ser re-exportadas a los normales consumidores de Europa. Pocos problemas habían planteado hasta el presente en los lógicos controles fitosanitarios realizados por el servicio correspondiente.
Pero, hete aquí que este tiempo señalado se choca de repente con la aparición de frutos con Cancrosis, Elsinoe y Guignardia citricarpa, procedentes, muy especialmente, de Argentina, así como de Sudáfrica y Brasil. Estas plagas son desconocidas en el campo español. Se crea así, con toda lógica, una alarma concreta ante el temor de una eventual propagación, extremo que no se ha dado hasta el momento. Pero lejos de entenderlo así, los responsables de las provincias afectadas por haber salido en ella los frutos afectados, al cabo de los años que se viene realizando este comercio, salen citando la calidad de los envíos, así como achacando el hecho a nuestra renuncia a la competencia.
Las personas que así se manifiestan son un tal Sr. Amebet de Entre Ríos y el Sr. Gobernador de la provincia de Tucumán, quienes yerran en lo dicho. Y esto es así, por la simple razón de que en el caso concreto de Argentina, existe aquí una oficina de valencianos que promociona los envíos de Argentina hace ya años y que hasta lo sucedido esta campaña no había habido nada de tal importancia, por la gravedad de las plagas.
A ambos, en nuestros trabajos semanales les contestamos con toda corrección, señalándoles lo mismo que decimos aquí. Que fue iniciativa propia el promocionar sus productos, pero que han de vigilar muy estrechamente el estado fitosanitario de sus frutos que llegan a estas costas porque no son competencia nuestra ya que en esta época no contamos con mandarinas/clementinas y tampoco navels, ya que si así fuera no las importaríamos. Y punto.
En todo caso, cabe señalar que la competencia se la harán si quienes las exportan a nuestro país lo hacen a la vez a los mercados europeos, pero algún motivo existirá para que así lo hagan. La campaña ya en marcha, 2004/2005, tiene perspectivas de ampliar nuestros envíos. Japón y Corea, en primer plano, siempre que las condiciones que pongan aquellas Administraciones no se salgan de lo normal. No cabe pensar que, de entrada, sean cantidades elevadas, pero partamos del adagio de que "toda piedra hace pared". Como también puede suceder con la idea que ha puesto en circulación ASAJA de Alicante, de tentar la entrada de limones en China.
Por cierto, que al comentarlo en nuestra columna de opinión en el periódico INFORMACIÓN de Alicante, dimos cuenta que en las estadísticas de la FAO, sobre la producción mundial de cítricos, China no aparece como productores de limón. A estas fechas, se especula ya con la eventual producción con la que podemos contar para la campaña. Llegados, como ya lo hemos hecho, a los 6.000.000 toneladas sumando lo realizado a lo que creemos que destruyó la climatología, las cifras aparecen por sí mismo. Olvidamos, en algunos casos, que tenemos en el campo muchos plantones no entrados todavía en total producción, pues los hay de cuatro y cinco años, que inician su escalada.
Recordemos que la previsión de producción de la campaña 2003/2004, del grupo de mandarinas/clementinas/híbridos se acercaba a la de naranjas, pues la exportación estimada de un grupo y otro tenía una diferencia tan sólo de 67 toneladas, extremo que podremos verificar cuando se conozcan las cifras totales realizadas. Es, pues, normal que las especulaciones conocidas hasta hoy, dejen las cifras de producción para la campaña actual en mínimas diferencias.