La utilización de herbicidas que controlan la flora invasora vivaz y perteneciente a la familia de las Compositae en el cultivo del cardo (Cynara cardunculus L.) se ve dificultado por la sensibilidad que presenta a los mismos. Es sumamente interesante conocer el efecto sobre la germinación y el estado de las plántulas que tienen diferentes herbicidas de acción residual en tratamientos en preemergencia, y la tolerancia sobre las plantas en aplicaciones de postemergencia. Las semillas no se ven afectadas con las aplicaciones de aclonifene, butralina, cloridazona, etofumesato, metamitrona, oxifluorfen y trifluralina, pero la acción residual de los mismos sobre las plántulas hace que sólo sea viable la utilización de butralina, trifluralina, y etofumesato a dosis reducidas. En tratamientos de postemergencia, las plantas de cardo son tolerantes a butralina, pendimetalina, trifluralina e isoxaben, incluso a dosis elevadas, mientras que aclonifene, alacloro, cloridazona, etofumesato, metolacloro y triflusulfuron-metil soólo deberían ser aplicadas a dosis reducidas.

INTRODUCCIÓN

La utilización de herbicidas que controlan la flora invasora vivaz y perteneciente a la familia de las Compositae en el cultivo del cardo (Cynara cardunculus L.) se ve dificultado por la sensibilidad que presenta a los mismos. Es sumamente interesante conocer el efecto sobre la germinación y el estado de las plántulas que tienen diferentes herbicidas de acción residual en tratamientos en preemergencia, y la tolerancia sobre las plantas en aplicaciones de postemergencia. Las semillas no se ven afectadas con las aplicaciones de aclonifene, butralina, cloridazona, etofumesato, metamitrona, oxifluorfen y trifluralina, pero la acción residual de los mismos sobre las plántulas hace que sólo sea viable la utilización de butralina, trifluralina, y etofumesato a dosis reducidas. En tratamientos de postemergencia, las plantas de cardo son tolerantes a butralina, pendimetalina, trifluralina e isoxaben, incluso a dosis elevadas, mientras que aclonifene, alacloro, cloridazona, etofumesato, metolacloro y triflusulfuron-metil soólo deberían ser aplicadas a dosis reducidas.  

Material y métodos

Los ensayos se llevaron a cabo desde el Instituto de Investigación de Recursos Naturales de la Universidad de León. El cultivo del cardo se realizó sobre bandejas alveolares, en condiciones de atmósfera controlada de temperatura (19-21°C) y fotoperiodo (12 horas de luz y 12 horas de oscuridad), utilizando semillas procedente de los campos de experimentación de la ETS de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid. Se establecieron 7 tratamientos: correspondientes a un testigo y seis dosis de cada materia activa, incrementadas de forma geométrica, tal como se muestra en el Cuadro 1. Las bandejas alveolares están formadas por 35 (7x5) macetas, en las que se sembraron 3 semillas por maceta. En los tratamientos de preemergencia los herbicidas se aplicaron inmediatamente después de la siembra y en los de postemergencia 60 días después de la misma, realizándose 3 repeticiones por cada ensayo.

Resultados y discusión En los tratamientos aplicados en preemergencia, la duración de los ensayos fue de 65 días desde la siembra, momento a partir del cual se estabilizaba porcentaje de semillas germinadas y el número de plantas supervivientes a los tratamientos (GARCÍA, 2002).

Con los resultados finalmente obtenidos para cada dosis de una misma materia activa, se obtuvo la ecuación de la curva de regresión, que se presenta en las columnas de la izquierda del Cuadro 2, y en la que se relaciona el porcentaje de semillas germinadas "y" en función de la dosis aplicada "x"; se acompaña de la dosis teórica (LD10) a la cual se produciría una disminución de la germinación de un 10% con respecto a la obtenida con semillas sin tratar. De igual modo, en las columnas de la derecha del mismo cuadro (Cuadro 2) se muestra la ecuación de la curva de regresión que nos relaciona el porcentaje de plántulas vivas "y" en función de la dosis aplicada "x", y la dosis teórica (LD10) a la que se produciría una perdida del 10% de la población de plántulas con respecto a las semillas que habían germinado (90% de tolerancia). La incidencia sobre la germinación varía en función de la familia a la que pertenezca la materia activa.

Así por ejemplo, dentro del grupo de los compuestos heterocíclicos, las triazinas y uracilos inhiben la germinación de las semillas desde aplicaciones a dosis bajas mientras que las triazinonas y piridazinonas no la inhiben hasta dosis muy elevadas, aunque su efecto residual provoca en las plántulas una importante toxicidad, que produce la mortalidad de la mayoría de la población.

Dentro de los combinados nitrogenados, las materias activas ensayadas interfieren en la germinación de las semillas desde dosis medias a bajas dependiendo de la materia activa de que se trate. La tolerancia de las plántulas debido a la acción residual es baja, excepto en el caso de isoxaben y triflusulfuron-metil, que toleran dosis elevadas.

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Cuadro 1. Dosis aplicadas de las materias activas (m.a.).

Cuadro 2. Ecuación de la curva de regresión de la germinación de las semillas y de tolerancia de plántulas en función de la dosis de herbicida y valores de LD10 (g (m.a.)/ha).

 

Todo lo contrario ocurre con metabenzotiazuron, que no afecta a la germinación pero si ocasiona graves daños a las plántulas una vez germinadas. Respecto a los derivados bencenicos, sólo se ve inhibida la germinación desde dosis bajas con la anilina: pendimetalina y con el difenileter: aclonifene, aunque dentro de esta familia, oxifluorfen causa graves daños de toxicidad sobre las plántulas, no tolerando dosis elevadas. Etofumesato presenta una tolerancia muy elevada hasta dosis medias, mientras que butralina y trifluralina sí toleran las dosis elevadas. Referente a los tratamientos aplicados en postemergencia, se presenta en el Cuadro 3 la ecuación de la curva de regresión que nos relaciona el porcentaje de plantas tolerantes "y" en función de la dosis aplicada "x", y la dosis teórica (LD10) a la que se produciría una pérdida del 10 % de la población de plántulas con respecto a la población que originalmente había (90% de tolerancia). Las materias activas ensayadas que pertenecen a la familia de las ureas, triazinas y uracilos producen la pérdida de la mayoría de la población de plantas de cardo desde las dosis más bajas ensayadas, llegando a haber una mortalidad total de plantas con materias activas como prometrina, terbacilo y terbutrina.

Por otro lado, se alcanzan elevadas tolerancias en las aplicaciones con las anilinas: butralina, pendimetalina y trifluralina; y la benzamida isoxaben. No obstante, se aprecia algún síntoma de fitotoxicidad a dosis extremas de trifluralina, que viene dado por la presencia de deformaciones en el limbo de las hojas a modo de rugosidades, que adquieren tonos verdes oscuros.

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Síntomas de fitotoxicidad por simazina: los cotiledones se necrosan por el ápice y las hojas verdaderas se desarrollan ahiladas y presentan una ligera clorosis. 

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Tratamiento con etofumesato en postemergencia: la dinámica es semejante a la comentada en al foto anterior, correspondiendo las filas a las dosis: 0, 0?25, 0?5, 1, 2, 4 y 8 litros de p.c. por hectárea. 

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Tratamiento con trifluralina en postemergencia: la dinámica es semejante a la comentada en al foto anterior, correspondiendo las filas a las dosis: 0, 2, 4, 8, 16, 32 y 64 litros de p.c. por hectárea. 

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Síntomas de fitotoxicidad por oxifluorfen: a dosis bajas, se aprecia clorosis en las zonas internerviales de los limbos. A dosis elevadas el desarrollo de las plántulas es deficitario, principalmente debido a un escaso desarrollo radicular. Los cotiledones son muy carnosos, con tonos oscuros y no llegan a desarrollarse las hojas verdaderas. 

Conclusiones

En aplicaciones en preemergencia: butralina y trifluralina pueden ser aplicados en los tratamientos en preemergencia del cultivo del cardo, incluso a dosis elevadas, al no verse afectada la germinación de las semillas ni posteriormente las plántulas nacidas. Las aplicaciones de etofumesato en tratamientos en preemergencia del cultivo pueden realizarse a dosis reducidas. Las plántulas de cardo presentan elevada tolerancia a isoxaben y triflusulfuron-metil, pero debido a su incidencia sobre la germinación de las semillas, estos deben aplicarse después de la nascencia.

En aplicaciones en postemergencia: las plantas de cardo toleran la aplicación de elevadas dosis de butralina, pendimetalina, trifluralina e isoxaben, estando justificada su utilización, incluso a dosis elevadas, por no afectar el normal desarrollo del cultivo. Las aplicaciones de aclonifene, alacloro, cloridazona, etofumesato, metolacloro y triflusulfuronmetil deber realizarse a dosis reducidas debido a la aparición de síntomas de fitotoxicidad en las plantas, que a dosis elevadas llegan a producir retrasos en el crecimiento y perdidas considerables de población.

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Síntomas de fitotoxicidad por metolacloro: se observan arrugas en las hojas y un oscurecimiento de los limbos.


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Tratamiento con isoxaben en postemergencia: la dinámica es semejante a la comentada en al foto anterior, correspondiendo las filas a las dosis: 0, 12?5, 25, 50, 100, 200 y 400 c.c. de p.c. por hectárea. 

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Tratamiento con butralina en preemergencia: se observa el desarrollo de las plántulas de cardo sometidas a las distintas dosis ensayadas de butralina aplicada en preemergencia del cultivo. La fila de macetas de la izquierda no ha sido tratada y según nos desplazamos a la derecha corresponden a las dosis de 4, 8, 16, 32, 64 y 128 litros de producto comercia (p.c.) por hectárea. 

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Síntomas de fitotoxicidad por clopiralida: se produce a las dosis mas bajas un enrollamiento de los cotiledones hacia dentro y se aprecia rugosidad en las hojas. A dosis elevadas, el epicotilo se ensancha a nivel de los cotiledones, agrietándose y finalmente se necrosa y muere la plántula.


BIBLIOGRAFÍA

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FERNÁNDEZ, J., CURT, M.D., MARTÍNEZ, M., OLALLA, L. Y GONZÁLEZ, J. (1996). Aprovechamiento del cardo (Cynara cardunculus L.) para la producción de biomasa lignocelulósica, aceite y forraje verde. Nuevos cultivos, nuevos usos, nuevas alternativas. Zaragoza: I.T.E.A. vol extra nº 17, pp. 49-56.

GARCÍA, J.R. (2002). Estudio de materias activas herbicidas que pueden ser utilizadas en el cultivo de Cynara cardunculus L. Tesis doctoral. Universidad de León, pp. 1-383.

LÓPEZ DE SAGREDO, F. Y CADAHÍA, J.I. (1999). Manejo y control de herbicidas en la agricultura Española. Vida Rural. Nº 99, pp. 27-29.

VILLARÍAS, J.L. (1981). Guía de aplicación de herbicidas. Mundi-Prensa. Madrid, pp. 25-368.

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