Portugal ha confirmado la identificación de Scirtothrips dorsalis en limoneros y plantas del género Myoporum sp. en el Algarve, la misma región del suroeste peninsular donde otro trips, S. aurantii, se está expandiendo desde 2022.

Gracias al programa oficial de muestreos de 2024, se detectó la presencia del trips del té, y posteriormente se confirmó mediante análisis de laboratorio, en seis localidades (jardines privados y lugares públicos) de toda la región del Algarve (municipios de Alcoutim e Pereiro, Budens Guia, São Gonçalo de Lago, Vila Real de Santo António y Vila do Bispo e Raposeira) en septiembre de 2024.

Las autoridades portuguesas han establecido las zonas demarcadas y están adoptando las medidas fitosanitarias oficiales según el Reglamento (UE) 2016/2031, que incluyen los tratamientos fitosanitarios, la destrucción de las partes de la planta infestadas, la prohibición de movimiento de material vegetal (excepto frutos y semillas) fuera de la zona infestada, así como una vigilancia intensiva en las zonas tampón.

Tanto S. dorsalis como S. aurantii se han convertido en dos de las plagas más problemáticas de la península este año. La primera se detectó en el sur de Alicante en 2016 y actualmente está causando daños severos en la Región de Murcia, donde afecta a cítricos, uva de mesa y granado, y a cultivos hortícolas, como pimiento para pimentón, apio, lechuga, brassicas, haba y escarola. También han aparecido focos de esta especie en Almería, Granada y Tenerife.

Tanto S. dorsalis como S. aurantii se han convertido en dos de las plagas más problemáticas de la península este año

Por su parte, el trips sudafricano de los cítricos, cuya presencia se concentraba desde 2020 en Huelva, Sevilla y el sur de Portugal, se ha identificado este año en toda la Comunidad Valenciana, donde afecta a cítricos, granado, uva de mesa y caqui, además de en plantaciones de cítricos de Cordóba, Málaga y Mallorca. Las temperaturas invernales han favorecido su desarrollo y dispersión. Solo en Huelva, ya se ha localizado en naranjo, mandarino, fresa, frambuesa, mora, arándanos, caqui y aguacate.

En un artículo publicado este año en la revista Phtyoma, Eduardo de la Peña, investigador del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea del CSIC, afirma que, para ambas especies, “el uso de estrategias de control y prevención integradas, como la implementación de medidas fitosanitarias rigurosas, se vuelve indispensable. Esto incluye el empleo de trampas y la inspección sistemática de las plantaciones para una detección precoz y, en caso necesario, la actuación preventiva antes de que las poblaciones alcancen un nivel crítico. Considerando que las dos especies tienen un amplio espectro de plantas hospedantes, que incluye numerosos cultivos, plantas ornamentales e incluso silvestres, se recomienda llevar a cabo un análisis de riesgo de plagas continuo. Esto permitirá ajustar las medidas de control y monitoreo de forma oportuna y eficiente según sea necesario, mitigando el impacto en los cultivos y manteniendo la sostenibilidad de las prácticas agrícolas”. De la Peña también participó en un Phytoma Meets para hablar de las dos plagas.