Los bioestimulantes agrícolas de Symborg se venden ya en 16 países de tres continentes. En apenas 6 años de existencia, Symborg ha conseguido que agricultores de Europa, América y África utilicen sus productos. Tras cumplir con éxito la primera fase de su plan de internacionalización, la empresa murciana trabaja en su próximo reto para el presente ejercicio: iniciar su implantación en otros 16 mercados internacionales.
Los productos de Symborg se venden actualmente en los siguientes países: España, Alemania, Francia, Holanda, Bélgica y Portugal, en Europa; Estados Unidos, México, Chile, Perú y Ecuador, en América; Senegal, Marruecos y Mali, en África y China e Israel, en Asia. Además de estos países, la empresa ha previsto expandir su negocio a otros 22, entre los que se encuentran: Argentina, Brasil, Rusia, Australia, India, etc. En el presente 2015 Symborg se ha marcado Italia y Turquía como objetivos prioritarios a la vez que refuerza su presencia en Alemania. Para el año 2017 Symborg contempla una expansión internacional con presencia en un total de 38 mercados internacionales.
El éxito de la estrategia de expansión internacional de la joven empresa murciana se basa en la eficacia de sus productos y en la esmerada búsqueda de los mejores partners de distribución en cada nuevo país. Symborg introduce sus productos en distintos mercados a través de acuerdos de exclusividad con distribuidores autorizados ya consolidados en sus respectivos mercados.
Probar la eficacia de Symborg
El proceso para la consecución de acuerdos requiere una fase previa de búsqueda de interlocutores válidos antes de iniciar los contactos. En esta fase Symborg ha de demostrar la eficacia de sus productos mediante pruebas específicas desarrolladas en distintos cultivos según el país en cuyo mercado pretende entrar. "Los productos son eficaces, tenemos estudios independientes que lo certifican, pero antes de negociar, los potenciales distribuidores quieren comprobar su eficacia observando los resultados en plantaciones de su país. Cuando ponemos en marcha la prueba de nuestros productos directamente en alguna explotación del país, siempre conseguimos el interés de los distribuidores", afirma Jesús Juárez, CEO de Symborg.
Tras la búsqueda y primeros contactos con los partners locales comienza el trabajo conjunto: "Buscamos a los mejores distribuidores de cada país y estudiamos las sinergias entre ambas compañías para saber si podemos encajar a la hora de establecer una estrategia de trabajo conjunto. Si consideramos que es posible, cerramos los acuerdos y comenzamos la formación de sus técnicos, incluyendo visitas a nuestras instalaciones en Murcia y prácticas junto a nuestro personal comercial", explica Juárez.
Primera filial en USA y apoyo del ICEX
Además de las ventas internacionales a través de distribuidores, Symborg ya ha logrado la apertura de su primera filial en el extranjero. En EEUU, uno de sus mercados más consolidados, Symborg ya cuenta con una oficina comercial propia con dos trabajadores, Symborg INC, que en apenas un año ha conseguido establecerse plenamente en el país y ofrecer rentabilidad a la matriz.
Symborg ha contado con la ayuda de las instituciones para conseguir su expansión. La firma ha participado en uno de los Planes de Internacionalización de Pequeñas Empresas, P.I.P.E. de la mano del ICEX, "la ayuda de este organismo fue fundamental para conseguir entrar en EEUU, y seguimos contando con su apoyo para nuestra estrategia de internacionalización", afirma Juárez.
Cada país tiene sus reglas
Los responsables de Symborg han tenido dificultades diferentes en cada país, sobre todo en lo que al registro, homologación y certificación de los productos se refiere. "A pesar de que llevamos la fase de tramitación junto a nuestros partners, que conocen perfectamente la regulación de sus respectivos países, nos hemos encontrado con algunas dificultades. Por ejemplo, en Marruecos tuvimos algunos problemas con el etiquetado y en otros países se han retrasado los permisos de entrada por la aduana. Entendemos que este tipo de incidencias son normales al tratarse de procesos complejos." Explica Juárez.
Nuevos productos
Hasta el momento Symborg ha desarrollado tres productos diferentes: MycoUp, Resid y MycoUP-Attack, así como el complemento para el suelo, Vitasoil. La base de la biotecnología de Symborg es el famoso hongo descubierto por la compañía, el Glomus iranicum var. tenuihypharum. Este hongo formador de micorrizas es un poderoso bioestimulante de las raíces que ha demostrado su eficacia en la mayor parte de los cultivos (excepto en brassicaceas, urticáceas y poligonáceas, como las coles o repollos). Symborg ha presentado sus descubrimientos en la oficina europea de patentes y ya se ha publicado la patente internacional de su hallazgo estrella: el hongo Glomus iranicum como bioestimulante, incluyendo los productos Resid y MycoUp. Pero además, Symborg está actualmente investigando en nuevas aplicaciones de sus descubrimientos para desarrollar nuevos productos, tres de ellos ya en fase muy avanzada.