Probelte da un paso más en la búsqueda de un campo más sostenible con el desarrollo de una estrategia de digitalización de sus tratamientos.
El suelo es uno de los recursos más preciados y una gestión irracional o la sobreexplotación suponen un problema que se agrava con el tiempo. La seguridad alimentaria solo tiene futuro si se apuesta por la sostenibilidad y Probelte apuesta por la biotecnología y la digitalización. “Sabemos que tenemos que cuidar el suelo para que mantenga su potencial productivo”, explica Camille Bernal, directora de Marketing y comunicación de Probelte. Por su trabajo, está en contacto directo con las cuestiones que atañen al agricultor. “El modelo tradicional de gestión de los cultivos ya no es sostenible ni económicamente ni medioambientalmente, porque la sobreexplotación de los campos lleva a la pérdida de la capacidad productiva de los suelos agrícolas”.
“Debemos darles herramientas para evolucionar hacia nuevos conceptos de fertilización y un sistema de tratamientos biológicos y nutricionales preventivos para minimizar las necesidades de erradicación de plagas o enfermedades, reducir el consumo de agua y la aplicación de químicos e insumos en cantidades y en momentos no necesarios e ineficaces. Si no lo hacemos, podemos poner en peligro la seguridad alimentaria en el punto inicial de la cadena de producción de alimentos”, resalta Bernal.
Para ello, una de las herramientas es la biotecnología. Gracias a ella se puede diseñar soluciones eficaces, limpias y sostenibles “para reforzar el cultivo y proporcionarle las funciones biológicas necesarias para su óptimo desarrollo vegetal. Pero, para que los tratamientos biotecnológicos tengan la máxima efectividad es necesario que se adapten al contexto del cultivo. Estamos hablando de personalizar los tratamientos”, destaca la profesional.
En este sentido, la gran cantidad de datos a los que se puede acceder y su procesado permiten afinar los procesos agrícolas hasta puntos insospechados. “Imaginemos un cultivo de pimiento de invernadero o un cultivo de frutal donde, gracias a modelos predictivos basados en multitudes de parámetros (propiedades físicas, químicas y microbiológicas del suelo; climatología; geografía; variedad de cultivo, etc.) pudiéramos conocer sus necesidades óptimas de nutrición o predecir ataques de plagas y desarrollar tratamientos preventivos para el momento idóneo de aplicación, y eso para cada planta”, afirma la directora de Marketing y comunicación de Probelte.
Con ello no solamente se conseguiría la máxima racionalización de los recursos, sino también la maximización del potencial del cultivo, menos propicio a ataques de plagas y con mejor resistencia al estrés durante todo su ciclo. Esta personalización en el manejo del cultivo y de la aplicación de los tratamientos permitirá alcanzar la máxima sostenibilidad. Y la única forma de conseguirlo es a través de la gestión inteligente del campo. “Todas estas líneas de trabajo son parte del ADN de Probelte, que tiene la biotecnología como una de las principales armas para conseguir este objetivo. A ella se ha unido una estrategia de digitalización para llegar todavía más lejos en la búsqueda de un campo más sostenible”, concluye Bernal.