Micromus-System, la nueva herramienta de biocontrol de Biobest, ha ganado el Premio a la Innovación GreenTech. Se trata de la primera crisopa parda (Micromus angulatus) que se consigue ofrecer de manera comercial en Europa para el control de pulgones.
“Estamos encantados de ganar este premio, que reconoce los elementos clave —investigación, desarrollo e innovación— que ayudan a preparar el sector para el futuro y contribuyen a su sostenibilidad”, afirma Ines De Craecker, gerente de producto de insectos beneficiosos en Biobest. “Al ser un depredador generalista y la primera crisopa parda comercial de Europa, Micromus-System se convertirá en la piedra angular de los programas de control de pulgones. En un momento en el que la industria busca minimizar el uso de productos químicos para la protección de cultivos, nuestro nuevo producto ayudará a reforzar los programas de control biológico de esta plaga omnipresente”.
Tanto los adultos como las larvas de M. angulatus se alimentan de pulgones y desempeñan un papel clave en los cultivos protegidos de hortalizas, berries, plantas ornamentales y cultivos de cannabis medicinal. Este robusto y muy voraz depredador vive más tiempo, puede soportar temperaturas más bajas en comparación con otros enemigos naturales y puede sobrevivir con escasas presas, lo que abre nuevas posibilidades en los programas de control existentes. “Aunque en los cultivos protegidos es posible encontrar más de quince especies diferentes de pulgones, el control de parásitos suele ser específico para cada especie”, explica De Craecker. El robusto depredador se alimenta de todas las especies más comunes, “incluso de aquellas especies que resultan desafiantes, porque en la actualidad no hay disponible un parasitoide comercial para su control”. M. angulatus es complementario y compatible con las soluciones existentes. Para optimizar los programas de control, Biobest recomienda a los productores que implementen una estrategia que combine parasitoides de pulgón con depredadores generalistas.
Micromus-System se suministra en el nuevo envase cien por cien biodegradable de Biobest. Diseñado para garantizar que las crisopas se mantengan en la mejor forma posible para optimizar el establecimiento, este nuevo envase también simplifica la gestión de residuos, pues puede dejarse en el cultivo después de su introducción.
Trap-Eye™, el sistema de monitoreo de trampas adhesivas de Biobest, fue preseleccionado para el premio Concept Award GreenTech, por la nueva idea más prometedora. El sistema, cuya patente está en trámite, saldrá al mercado en 2023. “Aunque Trap-Eye™ no ha ganado el Concept Award, esta innovación ayudará a los cultivadores a comprender en detalle la dinámica de las plagas en el invernadero, sin tener que invertir tiempo y dinero en la formación del personal, el recuento manual o la introducción de datos”, afirma Sam Gui, gerente de desarrollo de mercado de la Gestión Integrada de Plagas de alta tecnología en Biobest. “Este innovador sistema funcionará muy bien tanto en túneles de plástico de baja tecnología como en invernaderos de alta tecnología”.