Koppert Biological Systems ha presentado su nueva estrategia de control biológico en calabacín, basada en resultados reales que se han contrastado en campo durante los últimos años y que la compañía ha decidido trasladar de forma ordenada y clara a un método de trabajo. Este protocolo técnico describe los factores que pueden suponer un riesgo para el correcto establecimiento de los enemigos naturales en el cultivo.
El nuevo protocolo incide especialmente en los tratamientos fitosanitarios compatibles con las sueltas de fauna auxiliar, qué productos están autorizados y cuándo pueden utilizarse. “Hemos detectado que hay manejos del cultivo que no se hacen bien por falta de información, por eso es necesario invertir más tiempo en el asesoramiento al agricultor y poner a su alcance todas las herramientas y conocimientos disponibles para garantizar el éxito del control biológico en calabacín en el 100% de la superficie de producción”, destaca Julián Giner, director técnico de Koppert en Almería.
El nuevo protocolo de control biológico para calabacín se basa en el uso combinado de diferentes enemigos naturales para luchar contra las principales plagas que afectan a este cultivo. Para el control de mosca blanca y trips, Koppert ha contrastado la eficacia de SWIRSKI ULTI-MITE®, el nuevo sobre aluminizado que contiene el ácaro depredador Amblyseius swirskii. Koppert complementa el uso de SWIRSKI ULTI-MITE® con sueltas periódicas de Carpoglyphus lactis para conseguir poblaciones estables de A. Swirskii durante todo el ciclo de cultivo.
Para el control de araña roja y pulgón, Koppert destaca la eficacia conseguida en campo mediante sueltas de Phytoseiulus persimilis (que se comercializa como SPIDEX®) y Aphidius colemani (que se comercializa como APHIPAR®), dos enemigos naturales que adquieren cada vez más importancia debido a que araña roja y pulgón son ahora más difíciles de controlar por la prohibición de varias materias activas.
La nueva estrategia de Koppert también incluye un apartado específico para el control biológico de plagas en calabacín ecológico. En este sentido, la compañía apuesta firmemente por el uso de plantas reservorio. Para ello, ha identificado las plantas adecuadas para cada caso, en función de la plaga a controlar y de las condiciones ambientales del interior de la finca y del entorno exterior.
Sea en producción integrada o ecológica, el nuevo protocolo recomienda siempre el uso de medidas preventivas y de técnicas pasivas, como es el caso de las placas cromotrópicas HORIVER® de color amarillo. Un estudio comparativo ha demostrado que las placas HORIVER® capturan más insectos plaga debido a la excepcional calidad del adhesivo que las recubre por ambas caras.