Axalion® acaba de ser clasificada por IRAC (Comité de Acción contra la Resistencia a Insecticidas, por sus siglas en inglés) como una materia activa insecticida con un nuevo modo de acción. Esta molécula desarrollada por el Departamento de I+D de BASF es la única incluida en el nuevo Grupo 36, que identifica un modo de acción que actúa sobre un receptor diferente a los conocidos hasta ahora en los órganos cordotonales.
Axalion® se convierte en la primera materia insecticida para el control de insectos chupadores y masticadores en recibir clasificación de IRAC como nuevo modo de acción desde 2015. “Estamos muy contentos de la clasificación realizada por IRAC porque Axalion® no solo es el único representante del nuevo Grupo 36, también es el único ejemplo de una clase química insecticida diferente, la de las piridazinamidas“, comenta Harold Bastiaans, vicepresidente del Departamento de Investigación Insecticida de la División de Soluciones Agrícolas de BASF. “Insecticidas con nuevos modos de acción como Axalion® otorgan al agricultor una mayor flexibilidad a la hora de controlar las plagas, y al mismo tiempo les ayudan a llevar a cabo una gestión eficiente del riesgo de desarrollo de resistencias.”
Axalion® es la última innovación insecticida de BASF, basada en la materia activa dimpropyridaz. Su principal función es proteger una amplia gama de frutales, hortícolas, cultivos extensivos y ornamentales frente a plagas de insectos chupadores y masticadores. Esta materia activa se ha desarrollado específicamente para que fuese compatible con insectos auxiliares y polinizadores, siempre que se respeten las indicaciones de uso de la etiqueta. Además, presenta una excelente eficacia en poblaciones que han desarrollado resistencia a otros compuestos químicos.
Axalion® ya está disponible en Australia, en la formulación del insecticida Efficon®, y en breve la tendrán también los agricultores de Asia-Pacifico, Europa y América del Sur. “La disponibilidad de este nuevo insecticida para los agricultores españoles está cada vez más cerca y va a representar una herramienta valiosa y esperada por muchos. En los últimos años, y como consecuencia de las temperaturas extremas y anómalas, nuestros agricultores están sufriendo una creciente presión de plagas en sus cultivos, tanto de las ya existentes como de otras nuevas emergentes”, comenta Patricio Fitz Simon, el recién nombrado responsable del negocio Agro de BASF en España. “La llegada al mercado de una nueva materia activa tan innovadora proporciona, además, un beneficio añadido al de la eficacia, ya que se trata de una herramienta para la gestión de la aparición de resistencias a insecticidas.
El modo de acción que estrena el Grupo 36 de IRAC interrumpe rápidamente la función como receptores mecánicos de tensión de los órganos cordotonales, que son pequeños órganos sensoriales que aseguran a los insectos la capacidad de oír, el sentido de la orientación y el equilibrio. Una vez que se interrumpe esta función, la plaga objetivo pierde la capacidad de coordinación del movimiento y de orientación espacial, pierde la capacidad de alimentarse y, por tanto, la de transmisión de virus.