Bayer Crop Science creció el año pasado un 3,5% en España y alcanzó los 246 millones de euros en ventas, gracias sobre todo al negocio de semillas y a las soluciones herbicidas e insecticidas, en especial de la gama de productos biológicos. El director del Clúster Mediterráneo de la división agrícola de Bayer, Protasio Rodríguez, defiende la apuesta por traer al mercado soluciones “más sostenibles, sean biológicas o no”, y confía en la renovación de la autorización del glifosato en la Unión Europea.
Con más de treinta años de experiencia en protección de cultivos, semillas y rasgos, en Europa y en África, Protasio Rodríguez ha ocupado numerosos cargos de liderazgo en operaciones comerciales y vinculados a la cadena de suministro. Es licenciado en Administración y Dirección de Empresas y Marketing por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster (MBA) por la escuela de negocios ESADE.
¿Qué valoración hace de los resultados económicos en 2021 de la división agrícola de Bayer en España?
Son unos magníficos resultados. Estamos muy satisfechos con el desarrollo del negocio, tanto en la parte de protección de cultivos como en la de semillas, en la que seguimos creciendo en cuota de mercado.
¿Qué peso tienen en las ventas las soluciones biológicas que la empresa está lanzando en los últimos años?
Ha sido uno de los grandes hitos de 2021. Hemos lanzado Vynyty® Citrus, una solución biológica que combate algunas de las plagas más relevantes para el citricultor, sobre todo en la Comunidad Valenciana (Delottococcus aberiae, Aonidiella aurantii y Planococcus citri). Ha sido un lanzamiento muy importante, no solamente por el producto en sí mismo, que es una feromona combinada con piretroide natural, sino como parte de una estrategia que incorpora esta solución biológica con otra de síntesis química. Así, ofrecemos al agricultor un sistema completo que le permite tratar de una forma eficaz, y apoyado por una herramienta digital (CroppingView®) que le permite optimizar el uso del producto y hacer el tratamiento en el momento más adecuado.
Precisamente, acabáis de presentar Control Prime, que más que una nueva solución para el cultivo del tomate, es una estrategia integral contra nematodos que combina control químico, biológico, portainjertos y herramientas digitales. ¿Es el futuro de la protección de cultivos una combinación de soluciones, por encima de nuevos productos?
Como estrategia de la compañía, estamos pasando de ofrecer productos a ofrecer soluciones que incorporen diferentes elementos de la tecnología que estamos desarrollando: soluciones biológicas, soluciones de química de síntesis, herramientas digitales y, por supuesto, una solución agronómica importante. Control Prime es un magnífico ejemplo, donde además incorporamos la parte genética con nuestras semillas de tomate.
Hay una importante apuesta digital, con herramientas como Nematool o CroppingView®. ¿Estas soluciones están concebidas como una unidad de negocio más de la compañía o como un servicio al cliente?
Son parte de las soluciones que queremos ofrecer. No estamos pensando en crear una cuenta de resultados para las soluciones digitales. El valor que ofrecemos al mercado y al agricultor será específico de cada solución.
¿Está el campo y los profesionales agrícolas preparados para esta transformación digital?
La transformación digital está en macha desde hace años. Más de 200.000 ha de cultivo en España utilizan la herramienta digital Climate Fieldview™, que permite una mejor utilización de los insumos y la genética. Creo que el camino se va a acelerar en los próximos años, lo que conecta con uno de los objetivos del Farm to fork (De la granja a la mesa) de impulsar la digitalización en el campo.
¿El impulso de Bayer al desarrollo de sustancias biológicas es una respuesta al mercado o a la legislación europea, que busca reducir el uso de plaguicidas químicos?
Estamos buscando traer al mercado soluciones más sostenibles, sean biológicas o no. Desde luego, nuestro portfolio de soluciones nos sitúa en una posición de privilegio para ofrecer soluciones al agricultor en un contexto regulatorio que se deriva de la estrategia De la granja a la mesa y de las demandas del mercado y de las grandes cadenas de distribución. Pero esto no es nuevo: llevamos cerca de diez años con el programa Food Chain partnership, con el que ayudamos a los fruticultores en el manejo de sus cultivos para que puedan dar respuesta al mercado y a las exigencias de la cadena de distribución. De la granja a la mesa es un estímulo más, es una aceleración de nuestros esfuerzos, nos permite estar muy confiados en el futuro porque tenemos mucho que ofrecer, pero no es la única razón por la que estamos embarcados en este camino. El futuro de la protección de cultivos pasa por una combinación de herramientas que permitan al agricultor producir más, de una forma más sostenible y dando respuesta a las demandas de la sociedad.
El futuro de la protección de cultivos pasa por una combinación de herramientas que permitan al agricultor producir más, de una forma más sostenible y dando respuesta a las demandas de la sociedad
La lista de sustancias activas retiradas en la UE no para de crecer. ¿Cree que surgen en el mercado suficientes alternativas y con la rapidez suficiente, como reclaman los agricultores?
Esta es una de las contradicciones que hoy tenemos. El acceso de la innovación al mercado no es suficientemente rápido. Hay innovación que puede claramente dar respuesta a algunos de los problemas de los agricultores, para los que va habiendo menos soluciones por la caída de algunas materias activas. Un proceso regulatorio más ágil facilitaría, sin duda alguna, mayor velocidad en traer esa solución innovadora al mercado.
La EFSA ha anunciado que necesita más tiempo para presentar sus conclusiones sobre la renovación del glifosato. ¿Es una buena o mala noticia para Bayer?
Es un reflejo de la atención que recibe el proceso de renovación del glifosato. Es positivo que haya un proceso transparente, abierto y riguroso donde se pueda establecer con claridad lo que para nosotros es muy claro: el glifosato es una materia activa que no tiene parangón en cuanto a la cantidad de estudios que hay sobre ella. Es la forma más eficaz, más eficiente y más segura de controlar las malas hierbas y todas las agencias regulatorias del mundo desarrollado se han posicionado de esta forma; hay más de ochocientos estudios que soportan tanto la eficacia como la seguridad de esta materia. Estamos confiados en que el resultado será favorable.
¿Cuándo estará disponible en España el maíz de baja estatura?
Esperamos que durante la segunda mitad de esta década lo podamos traer a Europa. Los países donde vemos una oportunidad para traerlo son España e Italia específicamente. Aporta un gran valor a la agricultura en términos de mejor manejo agronómico, mayor eficiencia en la utilización de los insumos y una mayor producción por unidad cultivada.
En sus proyectos para impulsar la sostenibilidad en la agricultura, destaca la Iniciativa Carbono, que busca recompensar a los productores por adoptar prácticas agrícolas climáticamente inteligentes que favorezcan el secuestro de carbono. ¿Cuándo estará disponible la herramienta desarrollada para que los agricultores puedan solicitar esa compensación?
Estamos construyendo este modelo. Tenemos en España siete fincas que forman parte del piloto europeo en las que estamos trabajando para demostrar el valor de las prácticas agronómicas que pueden capturar carbono. Las herramientas digitales son una parte fundamental del sistema porque el agricultor puede medir mejor lo que está haciendo. Estamos muy satisfechos con los primeros resultados, pero todavía hay un desarrollo por hacer.
Hace un año se inauguró en Sevilla la primera finca en España de la iniciativa Bayer Forward Farming para promover prácticas sostenibles en la agricultura. ¿Qué actividades se han realizado hasta el momento?
Estamos extremadamente satisfechos con la repercusión que ha tenido. Hemos tenido catorce visitas en el primer año, con un total de 385 participantes, entre clientes, distribuidores, agricultores, autoridades, stakeholders, periodistas y personal de Bayer. Está dando una proyección y visibilidad que ha abierto los ojos a muchos de los colaboradores externos acerca de cómo Bayer está enfocando la sostenibilidad de la agricultura y cuáles son las prácticas que se pueden incorporar en una finca comercial para producir de una manera todavía más respetuosa con el medioambiente.