Las larvas de mosca blanca son el objetivo del bioinsecticida Mycotal®, con el que Koppert ofrece una herramienta muy eficaz para reforzar la estrategia de control biológico de esta importante plaga que está presente de forma habitual en los cultivos hortícolas de invernadero. La acción directa de Mycotal® sobre las larvas nuevas, a medida que emergen, consigue cortar el ciclo de vida de la mosca blanca y evita en gran medida la presencia de ejemplares adultos en el cultivo.
La elevada eficacia de este innovador bioinsecticida se basa en el hongo beneficioso Lecanicillium muscarium Ve6. Tras aplicar Mycotal®, mediante cualquier sistema de pulverización foliar, las esporas germinan y penetran en la cavidad corporal de la plaga, donde se multiplican y destruyen los tejidos internos de la larva y el adulto. A continuación, el hongo crece a través de la cutícula del insecto y produce esporas en la parte externa del cadáver, propagando la infección a otros individuos próximos.
La acción de Mycotal® produce un efecto visual muy fácil de reconocer, por lo que resulta muy sencillo para el agricultor comprobar en tiempo real la evolución de la plaga. Los insectos infectados se arrugan o, en situaciones con alta humedad ambiental, desarrollan un micelio algodonoso en el exterior del insecto.
Para obtener unos resultados óptimos, Koppert recomienda realizar una buena pulverización del cultivo, sobre todo en el envés de las hojas, y repetir las aplicaciones cada siete días si fuera necesario.
La eficacia de Mycotal® depende de la temperatura y de la humedad relativa en el follaje del cultivo y del momento de la aplicación. El bioinsecticida requiere humedad dentro del invernadero durante varias horas después de su aplicación para que las esporas germinen e infecten la plaga. Por tanto, es recomendable aplicarlo al final de la tarde. Es compatible con enemigos naturales y polinizadores y su uso está autorizado en agricultura ecológica.