Según un grupo de expertos en análisis sensorial del Centro Tecnológico Tecnova, los frutos de tomate cherry manejados con la biotecnología de Edypro muestran una mayor dulzura que los frutos de la misma variedad no tratados, 4,38 frente a 3,0. El informe ha valorado también otros aspectos organolépticos del cultivo como el color, la firmeza, los defectos, la intensidad del aroma, la intensidad de sabor, el sabor extraño, la firmeza en boca, la persistencia de la piel en boca o la harinosidad.
En concreto las soluciones biotecnológicas con las que se ha manejado el cultivo en cuestión han sido el promotor de la fecundación de frutos Procuaje Radicular, la especial solución potásica para mejorar la acumulación de las reservas en frutos en estado de engrosamiento, Edyfruit Engorde Radicular, y el activador de los procesos metabólicos de la maduración de frutos, Madur Fruit Radicular.
Además, de este parámetro se extrae también una diferencia acentuada en cuanto a la jugosidad de estos tomates manejados con la biotecnología de Edypro en relación a aquellos que no han sido tratados. En concreto los tomates manejados con la biotecnología de la empresa valenciana son calificados con un 4,88, ‘jugosidad intensa’, frente a los no tratados con un 3,88 ‘jugosidad moderada’. El informe concluye que, en cuanto a intensidad de aroma, firmeza de los frutos, tanto de la piel como del pericarpo, ni tampoco en el aroma o sabor extraño de los frutos las diferencias son menos significativas.
En una segunda fase del análisis, Tecnova realizó un estudio de preferencia o aceptabilidad que revela que los consumidores destacan el sabor que consigue, con una puntuación de 5,43 en los frutos tratados frente al 4,25 del cultivo manejado sin la biotecnología de Edypro en una escala de 1 a 7. En este sentido, ambas muestras de cherry se sitúan en la zona media-alta y gustan a los consumidores. Sin embargo, se observan diferencias porque el manejo de Edypro redunda en una mayor aceptabilidad del sabor frente al no tratado.