Bayer ha presentado en La Rioja el proyecto Dionisio, su iniciativa para contribuir a la biodiversidad en fincas agrícolas en España. Se trata de una acción colaborativa, impulsada de la mano de ARAG-ASAJA y la ONG medioambientalista GREFA, en la que ya están participando cuatro fincas con el objetivo de mejorar la salud de los ecosistemas.
La presentación se ha llevado a cabo en la finca “El Tordillo” en Aldeanueva de Ebro (La Rioja), el primer viñedo en España que pone en marcha una iniciativa de estas características. Laura Diéguez, directora de Comunicación y Asuntos Públicos de Bayer en España; Richard Borreani, responsable de Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Bayer Crop Science; Eduardo Pérez, presidente de ARAG-ASAJA; y Víctor Rubio, enólogo de Viñedos Real Rubio, han sido los responsables de dar a conocer los detalles del proyecto.
El diseño e implementación del proyecto Dionisio responde a un doble objetivo: dar a conocer que una producción agrícola intensiva puede preservar y promover la biodiversidad y responder a las expectativas de la opinión pública y las exigencias legislativas sobre la promoción y conservación de la flora y la fauna autóctonas. Para llevar a cabo una iniciativa de estas características, se han seleccionado cuatro fincas en España en las que se van a desarrollar estos Planes de Acción de Conservación (PAC) para promover la biodiversidad en fincas agrícolas con sistemas intensivos. “La puesta en marcha de estos planes responde a nuestro compromiso con los agricultores en España”, explica Laura Diéguez. “Estamos en un lugar único y queremos que lo siga siendo, queremos preservarlo, y para conseguirlo debemos desarrollar proyectos que nos permitan asumir el reto colectivo no solo de mantenerlo si no también de mejorarlo, para nosotros y para las generaciones futuras”.
“El proyecto Dionisio demuestra que los agricultores somos parte de la solución. Estamos haciendo verdaderos esfuerzos para adaptarnos a uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector: mejorar y aumentar la productividad de alimentos sostenibles, sanos y seguros en un contexto que cada vez es más difícil”, apunta Eduardo Pérez, presidente de ARAG-ASAJA. En 2011, Bayer lanzó la iniciativa Baydiversity en Iberia, un proyecto transversal e innovador que quiere mostrar la compatibilidad entre la productividad agrícola y la conservación de la naturaleza. “Actualmente más de setenta fincas han contado con el asesoramiento de expertos propios y externos que forman parte de Baydiversity. Queremos sensibilizar al sector agrícola sobre la importancia de la biodiversidad, promover su conocimiento y fomentar su conservación y mejora”, señala Richard Borreani, responsable de Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Bayer Crop Science en España.
El proyecto Dionisio ha comenzado su andadura en la finca “El Tordillo”, una de las tres fincas que forman parte de Viñedos Real Rubio en Aldeanueva de Ebro. Para este proyecto se han destinado 10 hectareas de las 32 con las que cuenta la finca. “Desde Viñedos Real Rubio trabajamos siendo respetuosos con los cultivos y el planeta. Esta iniciativa aglutina nuestras señas de identidad: innovación, biodiversidad, respeto por el medioambiente y una producción sostenible y rentable”, explica Victor Rubio.
Como parte del proceso diseñado para la implementación del proyecto, un equipo de especialistas ha analizado la flora y la fauna, ha elaborado un inventario y ha establecido una serie de prioridades y objetivos de conservación. En concreto, con el objetivo de diversificar el hábitat se han instalado charcas para anfibios, cajas nidos para pájaros y murciélagos, hoteles de insectos, posaderos para rapaces y setos como refugio para polinizadores y otras especies. “La puesta en marcha de estas iniciativas pretende aumentar la diversidad biológica. Es por eso que establecer cuáles son las prioridades de conservación y hacer seguimiento del impacto en la flora y fauna de los espacios es fundamental para asegurar que cumplimos los objetivos establecidos”, expone Richard Borreani.
El proyecto implementado en la finca “El Tordillo” ha contribuido también a la restauración de la vegetación base para garantizar que otras especies de flora y fauna se establezcan en el espacio. Así, se mejorarán aspectos vinculados a la salud del ecosistema, según han detallado los promotores de la iniciativa.