La mitad de los españoles apuesta por la edición genética como una de las respuestas a este desafío. Así lo revela Alimentando 2050, una encuesta realizada por Bayer Crop Science sobre las tendencias y las opiniones de la población española respecto a temas de actualidad relacionados con la agricultura y la alimentación, como son el desperdicio alimentario, la digitalización del sector o la dieta dentro de treinta años.
Alimentando 2050 es un estudio cuantitativo realizado en abril de 2021 y elaborado por NetQuest para Bayer Crop Science. Se centra en los resultados de una encuesta para conocer la opinión de la población española en relación a distintos aspectos de la alimentación en 2050. Para elaborarlo, se entrevistaron a 1.036 personas (50% hombres y 50% mujeres) de edades comprendidas entre 18 y 60 años.
El informe se presentó en AliméntaTech 2021, un foro de diálogo con la sociedad y con expertos del sector agroalimentario y tecnológico celebrado en el Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos del Mediterráneo (CIHEAM) de Zaragoza, en el que se debatió sobre sostenibilidad, seguridad alimentaria y tecnología. “Según la FAO, se espera que en 2050 la población mundial alcance los 10.000 millones de personas. Se trata de una cifra que lleva implícita un gran reto: habrá que producir un 70% más de alimentos en una superficie cultivable limitada, teniendo en cuenta las consecuencias del cambio climático y los nuevos hábitos de consumo”, explicó Protasio Rodríguez, director de la división Crop Science de Bayer Iberia y del Clúster Mediterráneo.
El informe revela que el 51% de la población apuesta por la edición genética como clave para aumentar la productividad, ya que permitirá crear plantas más resistentes a sequías y plagas. Por su parte, un 44% de los españoles se decanta por la digitalización de la agricultura, junto a un 42% que cree que la inteligencia artificial permitirá mecanizar las tareas agrícolas.
José Pio Beltrán, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), defendió que “la mejora genética, la digitalización y la agricultura de precisión son los grandes aliados para dar cumplimiento a lo que se conoce como Green Deal”. Pio Beltrán resumió los beneficios de la tecnología CRISPR, así como la propuesta para crear un sistema alimentario global sostenible fundamentado en el conocimiento científico y la innovación.
Los asistentes al foro pudieron conocer algunos casos de aplicación práctica de tecnología innovadora como FieldView, la herramienta de agricultura digital de Bayer que permite analizar los datos obtenidos del campo por satélites y maquinaria inteligente y utilizarlos para ayudar al agricultor en su toma de decisiones, o Novameat, la primera compañía que imprime carne vegetal en una impresora de 3D.
Según el informe, la gran mayoría de la población española (73%) confía en que los alimentos con los cuales llena su cesta de la compra son seguros, frente al 27% restante que considera que el proceso de control no es fiable. Además, cuatro de cada diez son partidarios de la innovación y la tecnología para obtener alimentos seguros, eficientes y sostenibles. “Que todo el mundo pueda acceder a una dieta mínima saludable es un reto en términos de productividad, pero también en cómo distribuimos mejor los alimentos para garantizar la accesibilidad. En este sentido, la tecnología juega un papel clave”, señaló Máximo Torero, economista jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Tres de cada cuatro españoles (77%) consideran que la disponibilidad de los alimentos durante el confinamiento fue posible porque los agricultores no dejaron de trabajar para producirlos. También se percibe que la colaboración con todos los agentes de la cadena alimentaria fue clave (57%). Para incrementar la producción de alimentos en un futuro y preservar los recursos naturales, el 85% de los españoles cree que la combinación de la agricultura convencional y la ecológica puede dar respuesta a este desafío. Por otro lado, el 11% cree que este reto se podría solucionar con la agricultura ecológica, mientras que el 4% vincula este equilibrio con la agricultura convencional.
Reducir el desperdicio es clave para limitar la emisión de gases efecto invernadero. Para ello es necesario adaptar los hábitos de alimentación e impulsar medidas concretas. En este sentido, dos de cada tres españoles creen que hay que dar una segunda vida a los productos a través de otros miembros de la cadena alimentaria, una medida especialmente respaldada por los más jóvenes. Un tercio de la población estaría dispuesta a consumir solo alimentos de temporada y proximidad cuando estén disponibles.