Bayer celebró en Alemania su ‘Diálogo sobre el Futuro de la Agricultura’, donde anunció que la división agrícola prevé invertir en I+D 25.000 millones de euros en los próximos diez años y confirmó su apuesta por la agricultura digital: su plataforma FieldView™ fue utilizada en 2018 en más de 24 millones de hectáreas.
El año pasado, Bayer ya invirtió 2.300 millones de euros en I+D agrícola. Las líneas de mejora genética vegetal, biotecnología, protección de cultivos y ciencias ambientales suponen en su conjunto un potencial máximo de facturación combinado de hasta 30.000 millones de euros, de los que se prevé que únicamente los lanzamientos recientes y próximos supongan 17.000 millones de euros.
Alrededor de 7.300 científicos trabajan para generar innovaciones en más de 35 centros de I+D y más de 175 centros de mejora genética vegetal. Fruto de esta apuesta por la investigación, el mes pasado lanzó un nuevo fungicida para trigo comercializado con la marca tecnológica iblon™. Con el isoflucipram como sustancia activa, proporciona un excelente control de enfermedades en diversos cultivos de cereales.
Por otro lado, los bancos de germoplasma de Bayer para maíz, soja, algodón y hortalizas, sus capacidades en cuanto a rasgos de última generación, su plataforma de investigación de pequeñas moléculas, sus miles de microorganismos y la base de datos de rendimiento de semillas hacen que Bayer, más allá de su línea de I+D actual, presente también el máximo potencial de innovación en agricultura.
El año pasado, la multinacional firmó o renovó más de sesenta acuerdos de colaboración. El último de ellos, el firmado con la compañía de investigación biotecnológica Arvinas para crear una empresa conjunta (Oerth Bio) y explorar cómo las proteínas de degradación molecular presentes en plantas y animales pueden proteger los cultivos frente a la amenaza de plagas y enfermedades. Los resultados de esta alianza podrían no solo tener implicaciones significativas para la agricultura sino suponer también notables beneficios para la salud humana a través de la división Pharmaceuticals de Bayer.
La plataforma digital de Bayer, FieldView™, que permite a los agricultores recopilar y visualizar fácilmente datos de sus campos, analizar y evaluar el rendimiento de sus cultivos y gestionar la variabilidad de sus tierras mediante planes personalizados de fertilización y siembra, fue utilizada el año pasado en más de 24 millones de hectáreas. Si continúa la tendencia, este año Bayer superará el objetivo marcado 36 millones de hectáreas. Actualmente, está disponible en Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina y quince países europeos, entre ellos Alemania, Francia, España, Italia y Ucrania. En 2018 también lanzó FarmRise™, una solución digital para pequeños agricultores que proporciona información agronómica en sus dispositivos móviles.
Como en las anteriores ediciones del ‘Future Farming Dialogue’, la multinacional invitó a agricultores, académicos, expertos internacionales del sector y periodistas a mantener un debate constructivo sobre el futuro del sector. “La agricultura debe dar de comer a una humanidad cada vez más numerosa pero no hacerlo a costa del planeta”, aseguró Liam Condon, miembro del Consejo de Dirección de Bayer y presidente de la división Crop Science. “Se necesitan innovaciones revolucionarias para que los agricultores puedan producir suficientes alimentos para una población mundial creciente y, al mismo tiempo, conservar los recursos naturales”.
Con el lema ‘El mañana nos pertenece a todos’, la jornada reunió a conferenciantes y participantes de unos cuarenta países durante dos días de debates, charlas y entrevistas sobre los retos y oportunidades del sector. “Como líderes de la agricultura, tenemos la oportunidad y la responsabilidad de abordar los desafíos mundiales del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la seguridad alimentaria para ayudar a crear un mañana mejor para nuestro planeta”, afirmó Condon, que anunció los tres compromisos ambiciosos que plantea Bayer para abordar hasta 2030: reducir el impacto ambiental de la protección de cultivos en un 30%, desarrollando nuevas tecnologías que permitan a los agricultores reducir los volúmenes de productos fitosanitarios y hagan posible una aplicación más precisa; reducir un 30% las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por los sistemas de cultivos que más emisiones generan en las regiones donde Bayer presta servicios; y fortalecer a 100 millones de pequeños agricultores en países en desarrollo alrededor del mundo a través de un mayor acceso a soluciones agrícolas sostenibles.
Condon explicó que el éxito a largo plazo de Crop Science no reside en vender más productos sino en proporcionar a los agricultores soluciones a medida para lograr mejores cosechas de modo más sostenible usando menos recursos como agua, suelo, insumos y energía.