Bayer CropScience ha celebrado en formato virtual las jornadas Future of Farming Dialogue, en la que Liam Condon, presidente de la división agrícola de la multinacional, ha destacado la importancia de los compromisos con la sostenibilidad que la compañía fijó en 2019. Condon ha hecho referencia a cómo el impacto de la covid y la inestabilidad económica derivada han reforzado la necesidad de intensificar la apuesta por la innovación agrícola y de ayudar a que la agricultura sea parte de la solución al cambio climático, mientras se sigue garantizando la seguridad alimentaria para todos.
“La industria agrícola no es ajena a la adversidad – desde inundaciones hasta sequía y plagas – y la covid es otro claro recordatorio de la necesidad de crear un sistema alimentario más sostenible y resiliente para garantizar la seguridad alimentaria”, ha afirmado Condon. “La innovación, la ciencia y la colaboración son clave, no solo para superar la pandemia, sino también para resolver los retos presentes y futuros de los agricultores”.
El ciclo de webinars Future of Farming Dialogue cuenta con varios ponentes y stakeholders reconocidos internacionalmente de los ámbitos académico, industrial y mediático. El eje del debate es cómo crear sistemas alimentarios más resilientes, acelerar las innovaciones impulsadas por la sostenibilidad y desarrollar nuevos modelos de negocio que puedan recompensar a los agricultores por sus servicios al ecosistema. Condon ha destacado los compromisos de Bayer con la sostenibilidad: “Especialmente en tiempos desafiantes, es nuestra responsabilidad ayudar a garantizar la seguridad alimentaria y reducir nuestra huella medioambiental. También tenemos que ayudar a los agricultores a hacer lo mismo, proporcionando los productos, servicios y tecnologías necesarias para producir alimentos suficientes al mismo tiempo que se reduce el uso de recursos y se cuida el medioambiente. La clave para esto es la innovación y es lo que seguimos impulsando”.
Para ello, Bayer ha lanzado recientemente productos e iniciativas que destacan su compromiso con la innovación agrícola y la digitalización, como un modelo desarrollado externamente, pionero en la industria, que puede medir el impacto ambiental de cualquier producto fitosanitario en cualquier cultivo del mundo. Hasta ahora, la compañía ha utilizado este modelo para evaluar toda su cartera y sus usos en todo el mundo para comprender su impacto en la sostenibilidad.
Por otro lado, el lanzamiento de la Bayer Carbon Initiative ayuda a los productores a generar ingresos mediante la adopción de determinadas prácticas climáticamente inteligentes. La empresa está allanando el camino hacia un futuro con cero emisiones de carbono para la agricultura a través de este programa piloto innovador, basado en la ciencia y colaborativo, con el potencial de ofrecer un valor inigualable a muchos más agricultores mediante la expansión en estos países y otras regiones del mundo.
Otro ejemplo es la reciente introducción de un nuevo maíz de baja estatura en México, conocido como VITALA, cuyo sistema consiste en un nuevo maíz híbrido y mejores prácticas agronómicas para ayudar a los agricultores de México a producir más utilizando menos recursos. Bayer continúa investigando y realizando ensayos con el objetivo de introducir en otros mercados variedades específicas de la región, lo que permitirá a los agricultores de todo el mundo lograr los mismos beneficios.
La iniciativa Better Life Farming Alliance, liderada por Bayer, busca colaborar con comunidades de pequeños agricultores facilitando conocimientos, insumos, soluciones financieras y acceso al mercado. Este año se ha expandido a Indonesia y Bangladesh y a nuevos servicios bancarios en India. Bayer también proporcionó semillas y productos para la protección de cultivos, junto con asistencia de mercado y apoyo a las necesidades de salud y seguridad debido a la pandemia para pequeños agricultores en Asia, África y América Latina.
Entre los compromisos de sostenibilidad adquiridos por Bayer, destaca el objetivo de reducir en un 30% las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por cultivos clave en los principales mercados agrícolas y reducir el impacto ambiental de la protección de cultivos en un 30% en 2030. “Integrando la sostenibilidad a nuestra actividad principal, somos capaces de, no sólo garantizar la seguridad alimentaria, sino también transformar la agricultura para que pueda convertirse en parte de la solución al cambio climático”, afirma Condon.