Niños almerienses de 4º y 5º de primaria han participado en la experiencia Baylab, una iniciativa global de Bayer cuyo objetivo es aproximar la ciencia a niños y adolescentes. Este programa resalta la importancia de la educación en el ámbito de la investigación a través de las disciplinas STEM (acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) para que los estudiantes descubran la ciencia a través de talleres dinámicos donde ellos son los protagonistas. De esta forma, se brinda a los más pequeños la oportunidad de estimular su curiosidad científica.
En Almería, donde la agricultura es la base de la economía de la zona, “queríamos mostrar a los niños un poquito de lo que hay detrás de una empresa de semillas a nivel de investigación. Cualquier contacto con la ciencia es bueno para fomentar el interés en los jóvenes por la I+D, pero si además lo enlazamos con agricultura y concretamente con el trabajo que desarrollamos aquí en vegetales, que es algo muy presente en esta zona, creemos que el impacto será aún mayor”, señala Montse Jiménez, especialista en Fitosanitarios de Bayer e impulsora del proyecto en España.
Bayer, en su línea de compromiso con la sociedad y para contribuir a la consecución del Objetivo Global de Sostenibilidad, apuesta por la educación de los más jóvenes a través de prácticas creativas en las que el entretenimiento y la formación vayan de la mano para motivar a los futuros científicos.
Las actividades que se realizan en el marco de la iniciativa Baylab ofrecen a los niños oportunidades para el desarrollo de sus habilidades en el laboratorio, ya que para muchos de ellos va a ser la primera toma de contacto con material de laboratorio. “Creemos que las oportunidades de experimentación son clave para el desarrollo de su curiosidad, por eso lo que vamos a enseñar a los estudiantes son conceptos llevados a la práctica, para que sean capaces de asimilarlos sin necesidad de estudiar”, comenta Irene García, investigadora en Fitopatología de Bayer e impulsora del proyecto en España.
Las oportunidades de experimentación son clave para el desarrollo de su curiosidad
Durante la mañana se han desarrollado tres talleres para que los 54 niños y sus profesores conozcan de primera mano algunas de las técnicas de investigación con las que se trabaja hoy en día en las instalaciones de I+D de Bayer. En el taller de siembra, se les ha enseñado diferentes semillas, plantas y frutos para que vean diferencias morfológicas y aprendan a identificar los principales cultivos de la zona, todo ello mediante juegos. Además, se ha realizado una siembra en maceteros biodegradables que se han podido llevar a casa.
También se ha realizado un taller de patología, en el que se les ha explicado que las plantas también están expuestas a enfermedades, al igual que los animales y las personas. Para combatirlas es importante investigar los patógenos que afectan a los cultivos y así obtener plantas que no enfermen para que el agricultor pueda sembrar estas variedades resistentes y obtener frutos de calidad.
Además, se ha llevado a cabo un taller con las fresas como protagonistas, en la que se ha extraído su ADN a través de diversas técnicas y siguiendo un protocolo, tal y como se hace en el laboratorio. Durante el proceso, los profesionales de Bayer han ido explicando casa paso y la importancia que tiene cada uno de ellos para obtener el resultado final.
El centro de I+D de Bayer ubicado en El Ejido forma parte de un importante hub de innovación agrícola centrado en cultivos hortícolas para el desarrollo de la mejora genética en invernaderos convencionales, y tiene como objetivo contribuir a transformar la agricultura para hacerla más productiva y sostenible.