BASF y el centro de investigación Tecnalia han desarrollado una tecnología de reconocimiento automático de imágenes para determinar las especies y la cantidad de plantas, plagas y enfermedades en ensayos de campo y de invernadero. Ambas empresas están colaborando en la digitalización para acelerar la investigación y el desarrollo global de nuevos productos fitosanitarios.
“Nuestra colaboración con Tecnalia, iniciada en 2014, nos permite emplear algoritmos de última generación basados en inteligencia artificial y aprendizaje automático”, explica Ramón Navarra-Mestre, jefe de Estaciones Globales de Investigación Agrícola en BASF. "Esta nueva y eficiente tecnología nos proporciona información más fiable de nuestra red global de ensayos de campo, ya que las evaluaciones de reconocimiento de imágenes se pueden realizar con mayor frecuencia y brindar datos más objetivos en comparación con los métodos tradicionales".
Al analizar y procesar estas grandes cantidades de datos de las pruebas de campo de BASF, Tecnalia desarrolla continuamente sus algoritmos. “Cuanta más información incorporemos a nuestra base de datos, más fiables y significativos serán los resultados que podemos brindar a BASF”, agrega Jone Echazarra, jefe de Visión por Computador de Tecnalia. Estos completos conjuntos de datos permiten a los investigadores y desarrolladores de BASF evaluar de manera óptima la eficiencia de los nuevos productos fitosanitarios en una etapa temprana del proceso de I+D, lo que facilita la selección de los ingredientes activos innovadores más prometedores.
La multinacional alemana, que presenta junto a Tecnalia este proyecto global, ha cumplido en 2020 medio de siglo de vida de su Estación Experimental Agrícola de Utrera (Sevilla), una de las estaciones de I+D más importantes que tiene la compañía en todo el mundo, dentro de su división de protección para la agricultura. En este centro se ensaya con nuevas sustancias químicas y biológicas para comprobar su efectividad como fungicida, insecticida, herbicida o soluciones que van más allá de la protección de cultivos. Por su situación y favorable climatología, el centro de Utrera permite la realización continua de programas de experimentación agrícola durante todo el año.