AgrichemBio ha presentado importantes novedades para esta campaña en su catálogo, que incluye autorizaciones fitosanitarias basadas en dos cepas de la levadura alimentaria Saccharomyces cerevisiae: Julietta® y Actileaf®.
Julietta® (número de registro fitosanitario: ES- 01080) es el primer fitosanitario basado en levaduras vivas, y gracias a la tecnología de secado específica de su proceso de obtención permite preservar las células vivas durante dos años. Su ingrediente activo es la cepa LAS02, seleccionada por su estabilidad y resistencia a temperaturas y pH extremos, lo que le confiere una gran capacidad colonizadora. Julietta® basa su acción en la competencia por el espacio y nutrientes con los patógenos, a la vez que genera una barrera natural que protege a los cultivos contra podredumbres. Actúa preventivamente, dado que la velocidad de desarrollo de la cepa S. cerevisiae LAS02 le permite establecerse con anterioridad a las infecciones de botrytis y monilia, protegiendo de forma óptima y eficaz contra posibles entradas de patógenos en partes sensibles (frutas, heridas, flores, etc). Las aplicaciones se aconsejan preferentemente justo después de las lluvias, para prevenir las fases de contaminación en el campo; como protector de lesiones, tras granizo, golpes en la cosecha, manipulación, tras la poda, etc. o en aplicaciones tardías, para permitir una protección post-cosecha. Está registrado para el control de monilia y botrytis en albaricoquero, ciruelo, melocotonero, nectarino, arándano, mirtilo, frambueso, zarzamora, grosellero, arbustos frutales, fresa, tomate, pimiento, berenjena y vid.
Por su parte, Actileaf® (número de registro fitosanitario: ES- 00519) está basado en Cerevisane®, cuyo ingrediente activo es la pared celular de S. cerevisiae cepa LAS117, células de la levadura no vivas (sin citoplasma) que conservan su pared celular y ofrecen las ventajas de la microbiología (eficacia, sin residuos, buen perfil para aplicador y medioambiente), pero sin sus limitaciones (restricción en mezclas, degradación por UV, dependencia de Tª y HR). Una vez tratado el cultivo, dentro de éste se desencadenan distintas respuestas de defensa natural ante los patógenos, como la producción de fitoalexinas, el establecimiento de estrés oxidativo y el endurecimiento de las paredes celulares.
Actileaf® aumenta el nivel de defensas tras su aplicación (<24 h) y conserva su efecto 7-10 días. Concatenando 2-3 aplicaciones se consigue un efecto acumulativo de defensa. Se recomienda especialmente en fases críticas del cultivo (tejidos jóvenes sin defensas), fechas proclives a la infección, fenología sensible a fitotoxicidad (floración, cuajado) o cerca de cosecha. Está autorizado contra los principales hongos patógenos: mildiu, oídio y botrytis en vid, fresa, cucurbitáceas, tomate y hortícolas de hoja.
Ambos productos son compatibles con programas de residuo cero, manejo de resistencias y agricultura ecológica y con plazo de seguridad de un día.